Disminuir texto
Publicado por Diego J. Escolano
Hoy he estado, por primera vez como peatón, en el Puente Rojo. Este puente, muy conocido en Alicante, vive envuelto en la polémica desde hace ya unos años. Se construyó para salvar las vías de tren que partían en dos Alicante, y desde que se proyectó el soterramiento de las mismas una parte de la población, incluido el Ayuntamiento, consideró que su función había concluido y que habría que derruirlo. Se aducen razones comerciales, se arguye que el estado del puente deja mucho que desear (lo cual es cierto, pero suena fatal si quién te lo dice es el encargado de su mantenimiento)...en fin, se aportan razones. Por otro lado, flota en el ambiente también la idea de que este puente para determinada parte de la población está -digamos- "cargado de ideología", o sea: que el actual equipo de gobierno y sus votantes nunca vieron con agrado una obra ejecutada por un equipo de gobierno de ideología contraria a la suya.
Sea como fuere, y tras pasear por él y fotografiarlo durante más de una hora, guiado y asesorado por mi amigo Juan Luis Cano, no entiendo el por qué de esos planes. No entiendo cómo se ha dejado languidecer una obra tan interesante y fotogénica. No entiendo como nadie es capaz de ponerla en valor, darle la vuelta incluso a esa presunta ideología (manda narices), y revitalizarlo, reconvertirlo, hacerlo suyo.
No, no lo entiendo. Y -ojalá- estas imágenes ayuden a que nadie lo entienda tampoco.
Este artículo, con algunas variaciones en las imágenes, se ha publicado en
Dos entradas sobre el puente rojo en este mismo blog:
Y otros artículos:
Y muchos, muchísimos más, que podéis encontrar en Internet, con una simple búsqueda. La polémica no parece en este caso estar servida, ya que dicha polémica no se admite hasta el momento. El puente se va a derribar sí o sí, y parece que lo único que le está salvando la vida es la falta de dinero para derruirlo.
