Que la Torre El Ciprés está al borde del derrumbe total es algo que sabemos y llevamos denunciando desde hace ya tiempo; sin embargo, no por ello silenciaremos nuestra protesta, pues cada hora que pasa el riesgo es mayor y las palabras de Alicante Vivo sólo pueden unirse a las de grupos que ya lo hicieron previamente, y así mezclarse con las voces de las veinte personas que en octubre del año 2006 denunciaron en el Consistorio este hecho, o con con las del grupo de activistas que limpió el interior y los alrededores de la torre en noviembre de ese mismo año, intercalándose con las gargantas de la agrupación ecologista Activistes d'Endavant (Osan) que trasladó el 23 de febrero de 2007 al registro general del Ayuntamiento de Alicante unas 140 firmas para pedir el inicio de las actuaciones pertinentes para la protección del monumento. Pero jamás hubo ninguna protección ni por parte de las autoridades ni por parte de la docena de propietarios que la comparten (Urbanización El Ciprés) y la torre El Ciprés y su ermita fueron abandonadas a su funesta suerte.
Y como nadie ha cumplido el Plan de Protección Especial de las Torres de la Huerta de Alicante, continuos saqueos, expolios, destrozos e incendios han contribuido a su imparable deterioro, tal vez insalvable ya, hasta el punto de que su desplome es inminente. INMINENTE. Tras el último incendio y asalto a la ermita, una cinta de los bomberos nos marca el perímetro y nos alerta del peligro que ya conocíamos.
Esta imagen de la izquierda (tomada en 2008) todavía muestra la puerta de madera que daba entrada a la fortificación y que una vez estuvo bajo el arco de piedra que fue sustraído el año 2004; En las dos imágenes de abajo vemos el progresivo abandono y deterioro de la misma entrada, pues ya ni la puerta queda en pie: salvajes destructores del patrimonio se han dedicado a golpear la puerta hasta que la han reventado. Los despojos arrancados de los goznes yacen en el suelo, junto a una torre de defensa de la huerta alicantina que clama a gritos ser restaurada o rehabilitada y a la que nadie parece escuchar, porque parece que ya a nadie importa.
↑
La estructura de 1565 cederá ante el inexorable paso del tiempo si nadie pone remedio a esta mixtura de abandono y destrucción consentida que ya empezó en los años ochenta, ya que durante esa década tuvo adosada una chabola cuyo propietario (Antonio, que vivía con su mujer Carmen) realizó un enorme boquete en su parte trasera que puso en peligro la torre; aunque volvieron a tapar el boquete, ha sido abierto una y otra vez, suponiendo una de las principales causas de sus múltiples grietas. Sirva como ejemplificación del mal estado de esta construcción prismática de planta cuadrada las imágenes tomadas del interior en 2008, 2010 y 2012, desde el boquete de la entrada, donde puede atibarse el comienzo de la escalera de caracol dispuesta en en la parte izquierda, que comunica los tres niveles del baluarte, y una puerta tapiada, al fondo.
Y como nadie ha cumplido el Plan de Protección Especial de las Torres de la Huerta de Alicante, continuos saqueos, expolios, destrozos e incendios han contribuido a su imparable deterioro, tal vez insalvable ya, hasta el punto de que su desplome es inminente. INMINENTE. Tras el último incendio y asalto a la ermita, una cinta de los bomberos nos marca el perímetro y nos alerta del peligro que ya conocíamos.
Torre El Ciprés, Torre del Ciprés, Torre Ciprés, Torre El Xiprer, Torre del Xiprer, Torre Xiprer, AÑO 2012.
Esta imagen de la izquierda (tomada en 2008) todavía muestra la puerta de madera que daba entrada a la fortificación y que una vez estuvo bajo el arco de piedra que fue sustraído el año 2004; En las dos imágenes de abajo vemos el progresivo abandono y deterioro de la misma entrada, pues ya ni la puerta queda en pie: salvajes destructores del patrimonio se han dedicado a golpear la puerta hasta que la han reventado. Los despojos arrancados de los goznes yacen en el suelo, junto a una torre de defensa de la huerta alicantina que clama a gritos ser restaurada o rehabilitada y a la que nadie parece escuchar, porque parece que ya a nadie importa.
↑
AÑO 2010 AÑO 2012 →
La estructura de 1565 cederá ante el inexorable paso del tiempo si nadie pone remedio a esta mixtura de abandono y destrucción consentida que ya empezó en los años ochenta, ya que durante esa década tuvo adosada una chabola cuyo propietario (Antonio, que vivía con su mujer Carmen) realizó un enorme boquete en su parte trasera que puso en peligro la torre; aunque volvieron a tapar el boquete, ha sido abierto una y otra vez, suponiendo una de las principales causas de sus múltiples grietas. Sirva como ejemplificación del mal estado de esta construcción prismática de planta cuadrada las imágenes tomadas del interior en 2008, 2010 y 2012, desde el boquete de la entrada, donde puede atibarse el comienzo de la escalera de caracol dispuesta en en la parte izquierda, que comunica los tres niveles del baluarte, y una puerta tapiada, al fondo.
Interior de Torre El Ciprés en marzo de 2008.
La torre ya se encuentra en un estado ruinoso y con riesgo de desplome.
Interior de Torre El Ciprés en marzo de 2010.
Puede verse el desprendimiento de piedras y sillares a lo largo de la escalera producido durante dos años, con respecto a la imagen anterior.
Interior de Torre El Ciprés en abril de 2012.
El estado de la torre es alarmante: el desplome es inminente, quizás sólo cuestión de días, y aun así, continúa siendo pasto de botellones y vandalismo.
El estado de la torre es alarmante: el desplome es inminente, quizás sólo cuestión de días, y aun así, continúa siendo pasto de botellones y vandalismo.
Desolador panorama se abre a los ojos del visitante una vez entra por la extinta puerta de madera y accede a las inmediaciones. Ahora mismo el BIC es un antro de recreo, un lienzo en blanco para ensuciadores del atomizador cromático (del tipo "Choni te kiero") que campan a sus anchas y van dejando a su paso restos de mesas, sillones desvencijados y ropa en mamotretos que han sido leña de hogueras. Sillares del siglo XVI profanados bajo el yugo del spray en una pirueta más de la incultura; más que una pena, una verdadera vergüenza. Ser alicantino duele de verdad.
La ironía trágica del destino me hace replantear mis propias palabras pronunciadas en 2008 a mis alumnos, que yo antaño creía alentadoras, cuando todavía permanecíamos a la espera de un posible Museo de la Huerta que pudiese contar toda historia alicantina de unas torres ya completamente salvadas del expolio y la ruina, tal y como merecen por su condición de BIC. Como en mi infancia he subido esta torre con mis vecinos de la «peña de la calle», especialmente en las competiciones de las fiestas de la Condomina, mis recuerdos me condujeron a la agridulce conclusión de que «La Torre El Ciprés contiene una magia palpable desde el momento en el que accedes por la desvencijada puerta de madera que sostiene el desaparecido arco de su entrada, porque es una de las pocas torres que puedes saborear desde cada sillar. Antiguamente podías adentrarte en su interior y recorrer sus plantas subiendo la escalera de caracol, pero hoy en día no es posible porque la torre puede desmembrarse en cualquier momento, por lo que las entradas están tapiadas en beneficio de la seguridad ciudadana y salvaguarda de los vándalos» [Ernesto Martín (coord.), La recuperación del patrimonio de la Condomina, Instituto de Cultura Juan Gil-Albert, Alicante, 2010.]
Ya no queda puerta de madera, ni las entradas están tapiadas en beneficio de la seguridad ciudadana ni es salvaguarda de los vándalos. Ninguna de estas afirmaciones tiene ya validez. Al contrario, la torre El Ciprés es un patio de Monipodio para uso y disfrute de la patada y el puñetazo, para el desenfreno violento y la excitación del expolio; pero aquí no acaba todo, pues todavía hay más: el riesgo de desplome persigue cada grieta del debilitado baluarte. Por ello quiero que me acompañéis planta por planta en la que puede ser la última visita a la torre, y que sean las imágenes las que guíen vuestro camino. Tras las fotografías, incorporamos un vídeo de PlinthusAlicante de febrero de 2011 llamado Torre El Ciprés del Alicante - La muerte de un BIC. Que cada imagen resuene como un disparo: el sistema de fortificaciones defensivas más importantes de todo el Mediterráneo se desmorona sillar a sillar y todos se pasan la patata caliente.
La ermita de El Ciprés
La construcción de la pequeña ermita de El Ciprés, separada de la casa y torre, se ejecutó a finales del siglo XVII, hacia 1661 o 1684 (aunque yo en la inscripción creo leer AÑO 1588); en esa época el peligro de las incursiones de piratas había remitido. De planta rectangular, volumen prismático y cubierta a dos aguas, presenta unas dimensiones exteriores de 4,00x8,00 m. El interior está constituido por una única nave con la puerta orientada al norte, la cual recaía frente al espacio abierto de la entrada a la primitiva casa. El hueco de la puerta es de medio punto y está formado, en su totalidad, por dovelas de gran tamaño mientras que el muro perimetral es de mampostería y revoco.
COMPARATIVA DE LA ERMITA EN LOS AÑOS 2008 (PRIMERA IMAGEN E IZQUIERDA), 2010 (ARRIBA) Y 2011 (BAJO ESTAS LÍNEAS). LA ÚLTIMA FOTO ES DE 2012.
La principal alerta sobre el nuevo saqueo y riesgo de desplome de la ermita de El Ciprés nos la dio Elías Gomis en el gran artículo del 16 de marzo sobre las Torres de la Huerta de su blog Hoy no sé quién soy. En ese artículo Elías nos mostró que ya habían reventado definitivamente la entrada de la ermita, hecho que provocará en poco tiempo el derrumbe total de la construcción. El primer día del mes de abril nos encontramos la ermita tal y como os vamos a enseñar.
El boquete que se abre en la puerta principal nos da entrada al interior de la ermita. Lo primero que sentimos es pura desolación. La belleza oscura de la ruina romántica se entremezcla con la estética simbolista de lo feo: hay restos de la puerta principal en el suelo junto al esqueleto de un sofá que ha sido quemado dentro del recinto, como muestran las cenizas, escombros y cascotes esparcidos alrededor. Aquello que una vez fue un luga espiritual, centro de culto y oración de los alicantinos que habían resistido a las incursiones berberiscas se torna hoy objeto de mofa, golpeado hasta sangrar por cada una de sus grietas.
La contemplación de las sobras de botellones, pedazos de madera, desperdicios, bolsas de basura, papeles rotos, periódicos incendiados o una mesita no impide que fijemos nuestra vista al fondo de la ermita y veamos el antiguo altar donde se celebraba el culto cristiano, elevado un escalón con respecto al piso, y las huellas en la pared de donde estuvo la hornacina que envolvía la imagen. La cruz en relieve (crismón que acaba en cruz latina) todavía resiste el saqueo atronador.
El boquete que se abre en la puerta principal nos da entrada al interior de la ermita. Lo primero que sentimos es pura desolación. La belleza oscura de la ruina romántica se entremezcla con la estética simbolista de lo feo: hay restos de la puerta principal en el suelo junto al esqueleto de un sofá que ha sido quemado dentro del recinto, como muestran las cenizas, escombros y cascotes esparcidos alrededor. Aquello que una vez fue un luga espiritual, centro de culto y oración de los alicantinos que habían resistido a las incursiones berberiscas se torna hoy objeto de mofa, golpeado hasta sangrar por cada una de sus grietas.
La contemplación de las sobras de botellones, pedazos de madera, desperdicios, bolsas de basura, papeles rotos, periódicos incendiados o una mesita no impide que fijemos nuestra vista al fondo de la ermita y veamos el antiguo altar donde se celebraba el culto cristiano, elevado un escalón con respecto al piso, y las huellas en la pared de donde estuvo la hornacina que envolvía la imagen. La cruz en relieve (crismón que acaba en cruz latina) todavía resiste el saqueo atronador.
(Detalle de la hornacina y pintura celeste de la pared)
El documento audiovisual de la entrada al interior de la ermita que hemos editado podéis verlo en este enlace de Youtube llamado Ermita de Torre El Ciprés - BIC en ruinas (Alicante) 2012, con el que nos despedimos del basurero que forma uno de los conjuntos monumentales más destacados de la Historia (con mayúscula) de la ciudad.
Desde Alicante Vivo exigimos que se cumpla el Plan Especial de Protección de las Torres de la Huerta de Alicante, en el que se especifican los elementos de interés a proteger, conservar y mantener. (Pincha aquí para ver el documento sobre La Torre El Ciprés en el Plan de Protección de las Torres de la Huerta de Alicante). Así pues, manteniendo lo estipulado por ley y citando de dicho plan:
Torre : Debe mantenerse en su integridad estructural y morfológica, incluyendo el arco de entrada a la casa. Sería conveniente, cuanto antes, actuar para detener el proceso de deterioro y ruina.
Capilla : Debe mantenerse en su integridad estructural y morfológica.. Sería conveniente, a igual que con la torre, actuar para detener su ruina y evitar el expolio de elementos constructivos.
Entorno : Deben mantenerse los cipreses de sus inmediaciones.
Plan Especial de Protección de las Torres de la Huerta. Ayuntamiento de Alicante.
Artículos de periódico más relevantes para seguir paso a paso la ruina del baluarte
- Llevarán a Alperi un capazo de ruinas de la Torre del Ciprés. Diario La Verdad, 27-10-2006
- Denuncian en el registro y en el Síndic el abandono de la huerta de la Condomina. Diario La Verdad, 29-10-2006
- Denuncian la ruina de un BIC y culpan al edil de Seguridad como copropietario Diario Información, 9-12-2006
- Registran 140 firmas en el Ayuntamiento para pedir que se proteja la Torre del Ciprés. Diario La Verdad, 24-2-2007
- Denuncias por el abandono de las torres, Diario La Verdad, 19-5-2007
- El Ayuntamiento sancionará a un ex edil si es diez días no sanea la torre BIC de El Ciprés. Diario Información, 14-5-2008
- Multa de 11 euros al mes a los dueños por la ruina de una torre declarada BIC. Diario Información, 4-3-2009
- Fantasmas del pasado, Diario La Verdad, 31-10-2011
- Alicante Vivo alerta del peligro de desplome que corre la ermita del Ciprés. Diario Información, 23-3-2012
ERNESTO MARTÍN MARTÍNEZ
Imágenes de Ernesto Martín Martínez y Héctor Martínez Amante para Alicante Vivo