Torre Estaña pocas horas después
del desplome (Foto: Carlos M. Cascales)
Son muy frecuentes las noticias aparecidas en prensa o televisión de las cuales he tenido constancia a lo largo de estos años referidas a proyectos urbanísticos (amparados bajo el paraguas del progreso económico) que se ejecutan a costa de la conservación del patrimonio histórico, ya sean restos arqueológicos que se encuentran enterrados o edificios que en su momento fueron protegidos y que se descatalogan.
Pero la pérdida del patrimonio histórico no es exclusivamente producida por las ambiciones del sector de la construcción (prefiero pensar que en este caso no ha sido así), sino que a partir del abandono y de darle la espalda se acaban produciendo a la larga los mismos efectos. Este es el caso de la Torre de Estaña, situada en la pedanía ilicitana de Atzavares, a 2 km aproximadamente del Hospital General, al sur del casco urbano. Durante años, este Bien de Interés Cultural (BIC) ha estado esperando un proyecto de rehabilitación que no ha llegado nunca. Con toda probabilidad, se habrá planteado en algún momento, pero siempre ha ido posponiéndose de forma irresponsable con un “ahora no hay dinero”o “ya se hará en el futuro”.Seguramente el hecho de que estuviese situada en el campo y no en el casco urbano ha jugado en su contra, pues las dos torres de la misma época conservadas en la ciudad (Vaillos y Ressemblanc) si que fueron restauradas.
A lo largo de los años 80 esta torre, junto con la hacienda anexa, fue abandonada por sus propietarios (de los que nadie sabe) y fue durante esta década cuando empezaría el proceso de deterioro de sus muros y vigas de madera. El resultado fue que a lo largo de los 90 se hundiesen las dos plantas superiores y los muros Oeste y Sur, quedando en pie la planta baja y los muros Norte y Este, además de la escalera interior.
Alfredo Campello tuvo la ocasión de visitarla y realizó la única fotografía que durante años se ha podido ver en la red. Así ha permanecido hasta los últimos dias de este mes de marzo del 2011, cuando tras visitar personalmente la torre comprobé que se había arruinado por completo la esquina Noreste de la torre junto con las escaleras interiores, dejando en un estado de absoluto peligro para cualquier visitante el muro Este y parte del Norte, que con toda probabilidad el ayuntamiento tendrá que demoler en los próximos días si no quiere responsabilizarse de un hipotético accidente.
Con la desaparición de la Torre de Estaña, Elx y el Baix Vinalopó pierden una pieza más de su Historia.
CARLOS MANUEL CASCALES POLO
Pero la pérdida del patrimonio histórico no es exclusivamente producida por las ambiciones del sector de la construcción (prefiero pensar que en este caso no ha sido así), sino que a partir del abandono y de darle la espalda se acaban produciendo a la larga los mismos efectos. Este es el caso de la Torre de Estaña, situada en la pedanía ilicitana de Atzavares, a 2 km aproximadamente del Hospital General, al sur del casco urbano. Durante años, este Bien de Interés Cultural (BIC) ha estado esperando un proyecto de rehabilitación que no ha llegado nunca. Con toda probabilidad, se habrá planteado en algún momento, pero siempre ha ido posponiéndose de forma irresponsable con un “ahora no hay dinero”o “ya se hará en el futuro”.Seguramente el hecho de que estuviese situada en el campo y no en el casco urbano ha jugado en su contra, pues las dos torres de la misma época conservadas en la ciudad (Vaillos y Ressemblanc) si que fueron restauradas.
Torre Estaña en los años 70 (Foto cedida)
A lo largo de los años 80 esta torre, junto con la hacienda anexa, fue abandonada por sus propietarios (de los que nadie sabe) y fue durante esta década cuando empezaría el proceso de deterioro de sus muros y vigas de madera. El resultado fue que a lo largo de los 90 se hundiesen las dos plantas superiores y los muros Oeste y Sur, quedando en pie la planta baja y los muros Norte y Este, además de la escalera interior.
Alfredo Campello tuvo la ocasión de visitarla y realizó la única fotografía que durante años se ha podido ver en la red. Así ha permanecido hasta los últimos dias de este mes de marzo del 2011, cuando tras visitar personalmente la torre comprobé que se había arruinado por completo la esquina Noreste de la torre junto con las escaleras interiores, dejando en un estado de absoluto peligro para cualquier visitante el muro Este y parte del Norte, que con toda probabilidad el ayuntamiento tendrá que demoler en los próximos días si no quiere responsabilizarse de un hipotético accidente.
Con la desaparición de la Torre de Estaña, Elx y el Baix Vinalopó pierden una pieza más de su Historia.
CARLOS MANUEL CASCALES POLO
(Estudiante de Historia. Universidad de Alicante)