10 noviembre 2010

LA CIUDAD DE ALICANTE CONTRA FRANCISCO MIRA

Instancia presentada por la Asociación Cultural Alicante Vivo

Esta misma mañana, la Asociación Cultural Alicante Vivo ha hecho entrega en el Excmo. Ayuntamiento de Alicante, a través del Registro General del mismo, una solicitud para rendir homenaje a D. Francisco Mira Botella, Ingeniero de Montes encargado de la repoblación del Monte Benacantil en el año 1912.
Fotografía propiedad de D. Francisco Mira (tercero por la derecha), 
durante las labores de reforestación de las Dunas de Guardamar.


Reforestación de Guardamar del Segura. 1929 (AMA)

D. Francisco, que había nacido en Aspe entre los años 1862 y 1863 (existen ciertas dudas sobre la fecha exacta, a tenor de los diferentes escritos consultados), fue también el encargado de llevar a cabo, entre otras labores, la fijación dunar de Guardamar del Segura, una de las más complicadas y dificultosas de las acometidas por la Administración Estatal. En el año 1896, unas gigantescas moles de arena amenazaban dicha localidad, hundiendo sus casas y sepultando algunas de sus calles más cercanas a la línea de costa. Aunque de apariencia fosilizada, las montañas de arena avanzaban implacables alrededor de diez metros al año, arrastradas por los fuertes vientos de Levante.

D. Francisco, que dedicó 28 años de su vida a ese proyecto, detuvo en la playa toda la arena que arrojaba el mar y fijó la extensión de dunas evitando de esta forma que siguiera invadiendo el pueblo. Para ello, construyó una empalizada de Ágraves americanos y repobló una extensión de 700 hectáreas con 600.000 pinos, 40.000 palmeras y 5.000 eucaliptos. Del mismo modo, se construyeron ocho mil metros de caminos, catorce mil metros de contra-dunas, 3 viveros, 3 casas forestales y decenas de almacenes.

Cuando concluyó su trabajo, D. Francisco redactó: “Con estos trabajos queda detenida en la playa toda la arena que el mar arroja. La fijación de las dunas es tan completa, que aún en los días de levante fuerte, se cruza por ella sin que se note el movimiento de las arenas. Hemos evitado que el pueblo de Guardamar de 3.000 habitantes, desaparezca sepultado junto con los terrenos de su fértil huerta.”
Barracas para el servicio de Viveros. D. Francisco Mira 
es el segundo por la derecha

En Alicante, por su parte, D. Francisco Mira fue el responsable en 1912 de la reforestación completa del Monte Benacantil, otorgando a la ciudad un “pulmón verde sanitario” y una zona de ocio y disfrute similar a la llevada a cabo en otros lugares del mundo. Para ello, construyó enormes abancalamientos en los que plantaría miles de ejemplares de pino carrasco y otras especies arbóreas autóctonas. Años más tarde, su compañero y amigo, D. Antonio Rico Cabot, emularía el trabajo del ingeniero al reforestar el Tossal, cerro en el que se asienta el Castillo de San Fernando.

En el año 1923, el Pleno del Ayuntamiento de Alicante otorgó a D. Francisco Mira Botella el título de “Hijo Adoptivo de la Ciudad”, la Medalla de Plata de Alicante y rotuló una calle anexa al Benacantil con su nombre. Por desgracia, dicha calle está hoy desaparecida, al quedar sepultada tras la prolongación de la Avenida Jaime II.

D. Francisco murió en la localidad de Hondón de las Nieves en el año 1944… y nuestra ciudad ha olvidado completamente la figura y el trabajo de uno de los hombres más destacados del siglo XIX y XX.
D. Francisco paseando por las laderas del Monte Benacantil. 
Podemos observar en esta postal las hileras de los abancalamientos 
y el pequeño tamaño, aún, de los pinos.
Estatua a D. Francisco (similar a nuestro maltrecho Gastón Castelló), 
situada a la entrada del Parque Natural de las Dunas de Guardamar.

En la actualidad, el Excmo. Ayuntamiento y Aguas de Alicante están llevando a cabo la construcción de un parque en las laderas del Benacantil (justo en el lugar dónde el anterior primer edil, D. Luis Bernardo Díaz Alperi, proyectaba construir el Palacio de Congresos). La zona, según consta en diferentes medios de comunicación, albergará una fuente en cascada y un sistema de riego con agua depurada y reutilizada. Del mismo modo, para facilitar los accesos al Parque de la Ereta, se remodelarán los paseos peatonales, sendas y caminos, y los muros de piedra serán tratados con productos antigrafitis.

El parque, tal y como ya anunció la Alcaldesa de Alicante, Dña. Sonia Castedo Ramos, recibirá el nombre de “Parque de la Tuna” (aiiiiiiiis....), en homenaje a todas y cada una de las hermandades de estudiantes universitarios de la ciudad. Desde la Asociación Cultural Alicante Vivo creemos que ese nombre es a todas luces insuficiente y no cubre los diferentes aspectos y realidades históricas que envuelven a la zona del Benacantil, en especial si nos fijamos la labor efectuada a principios de siglo XX por D. Francisco Mira. Sin embargo, ha quedado patente la imposibilidad de cambiar el nombre al parque por diferentes motivos.
Actual estado de las obras de adecuación del "Parque de la Tuna". 
Fotografías de Elkiko©

Por ese motivo, la Asociación Cultural Alicante ha solicitado esta misma mañana al Excmo. Ayuntamiento de Alicante, que el “Parque de la Tuna” albergue en su interior un mínimo reconocimiento hacia el Ingeniero de Montes que otorgó a la zona el aspecto que hoy todos conocemos, al tiempo que daba un necesario impulso sanitario a nuestro clima con la incorporación de una importante masa forestal en el centro de la ciudad. Dicho homenaje, tal y como podemos observar en las fotografías siguientes, constaría de un Pino Carrasco adulto de gran porte, similar a los utilizados para reforestar las laderas, situado en una zona bien visible del parque, acompañado por una placa, también claramente visible, que hiciera alusión a D. Francisco y sus trabajos ecologistas. El texto, a falta de ser consensuado por las diferentes partes implicadas, podría dictar lo siguiente: “Sirva este árbol como recuerdo del Ingeniero de Montes, Francisco Mira Botella (1863-1944), Hijo Adoptivo y Medalla de Plata de la ciudad de Alicante, por emprender en 1912 la obra de reforestación del Monte Benacantil". 
Foto-montaje de Elías Gomis©

Desde la Asociación Cultural Alicante Vivo creemos que el “Parque de la Tuna” es el lugar adecuado para recordar a este hombre que, a semejanza de otras muchas personalidades que han forjado la realidad cultural e histórica de Alicante, se encuentra a día de hoy totalmente olvidado por administraciones y ciudadanos. Y aunque somos conscientes que D. Francisco sería merecedor de, al menos, el nombre del citado parque y una nueva calle en la capital, también creemos que no podemos esperar más para rendir recuerdo y tributo a su persona.
ASOCIACIÓN CULTURAL 
ALICANTE VIVO

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