Una de las cosas que más me gustan del verano es que puedes escaparte a las montañas en busca de un clima algo más fresquito. Y si esa montaña es el Cabeçó d'Or en una noche despejada y sin luna, mejor. A simple vista se veía la Vía Láctea a la perfección, el arco completo, de norte a sur. En la parte del sur se veía menos porque la montaña recibe la contaminación de Alicante, pero por el centro era impresionante.
Os dejamos algunas de las fotos que hicimos desde el camino que va al Racó de Seva.