¡El pueblo de Alicante espera a su líder carismático!
Francisco Campos, Tío Paco o simplemente Honorable, ha descendido bajo los cimientos de nuestra fuente de referencia. Camps está bajo los Luceros.
Ansioso por ver nuevamente el rostro de su benefactor, esperan su retorno. Cargados de ofrendas, los alicantinos y alicantinas, hacen guardia entonando bellos cantos patrioticos.
Armados de paciencia, amor al líder y sonoros instrumentos, copiados indudablemente de las generosas aficiones que animan a sus selecciones nacionales, pitos brasileños, trompetas sudafricanas, etc.. bajo un sol de JUSTICIA, el pueblo añora la aparición del Indiscutible.
Rumores hablan de que no está solo, que le acompañan señoras de vestido rojo y voz vibrante, hermosos ex-consellers de palabra fácil o demócratas como el tal Flores, el ocurrente prohibidor de derechos de huelga.
¿Quien sabe que puede salir del fondo de la tierra en estos momentos?
Todo es mirar y gritar:
Un sudafricano, evidentemente emigrante, armado con la trompetilla oficial de los Mundiales porta una ofrenda.
Los donativos, los exvotos para el Tío Paco son varios.
Salen las amadas autoridades. Se huele el ansia viva por el Líder. ¿Ande andará?
Barbudos currantes alientan a los presentes a alzar los brazos ante la inminente salida.
Emocionado, Don Julio de España, inclina la cabeza. ¡Que modestia la de este hombre!
Amoroso ciudadano con doble ofrenda.
¡¡¡ POR FIN !!!!
De nuestro corresponsal en primera línea... Eusebio Pérez Oca.
Todo es mirar y gritar:
¡Sal benefactor de la Comunidad! ¡Traemos presentes que serán de tu gusto!. ¡Cuanta humildad en un líder!.
Un sudafricano, evidentemente emigrante, armado con la trompetilla oficial de los Mundiales porta una ofrenda.
Los donativos, los exvotos para el Tío Paco son varios.
Salen las amadas autoridades. Se huele el ansia viva por el Líder. ¿Ande andará?
No es gratuito el que sea la humilde y galante clase trabajadora la que encabece la adhesión inquebrantable.
Barbudos currantes alientan a los presentes a alzar los brazos ante la inminente salida.
Emocionado, Don Julio de España, inclina la cabeza. ¡Que modestia la de este hombre!
Amoroso ciudadano con doble ofrenda.
¡¡¡ POR FIN !!!!
Ante tamaña manifestación de fervor, seguramente emocionado hasta las trancas, el muy Honorable decide salir de incógnito. Dentro de una humilde caja de cartón portada por un aún mas humilde operario.
Este es un hecho más de nuestro benefactores. La inauguración de la Estación del TRAM en la Plaza de los Luceros (glorioso y patriótico nombre). Este es el talante del Partido de los Trabajadores (Hasta ahora simplemente PP).
De nuestro corresponsal en primera línea... Eusebio Pérez Oca.