LA MONA, EL DOCTOR RICO, LOS PINOS Y LA ALCALDESA: Crónica de una tarde de alicantinismo constructivo

ARTÍCULO DE JOSEP FUSTER I ORTUÑO

               

           

Un año más –y ya van tres- Alicante Vivo nos ha convocado al acto de Homenaje al Dr. Rico. Este año, además, coincidían dos actividades: la conmemoración coincidía con el Lunes de Pascua… el día de la mona… así que aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid –a no ser que un día de estos vayan y lo trasvasen- compartimos una tarde completita… Repoblación, Homenaje y Mona.

             
120 pequeños retoños, pequeños pinitos y lentiscos, engrosaban aquel proyecto que impulsó Antonio Rico, un avanzado ecologista. He podido leer críticas al acto desde la perspectiva de que cuatro pinos no solucionan una zona degradada… ¡Claro! Pero esa crítica no es consciente de lo que yo pude ver… Y es que, pequeña repoblación a pequeña repoblación se va haciendo un bosque y era precioso ver árboles adultos junto a otros “adolescentes” –probablemente fruto de pequeños actos como el de ayer- e imaginarse a quienes los plantaron.

Paseaba por la ladera del Tossal y miraba a uno y otro lado:

-Uy ese pino debe tener 3 años

- Uy, aquel tendrá unos 10

- Vamos a buscar un hueco bueno para que crezca bien nuestro pinito

Las críticas, siempre bienvenidas, no borran el hecho de que mañana los pequeños arbolitos que plantamos ayer crecerán junto a sus hermanos haciendo sonreír, allá donde esté, a Antonio Rico que los llamaba “sus amigos verdes” y su sonrisa será de satisfacción y alegría “Alicante no ha olvidado los motivos que me impulsaron a promover este parque”.
      
Dicen que es de bien nacidos ser agradecidos… Y las cosas como son, junto a Alicante Vivo… al humilde concejalito socialista que aún no se ha quitado la “L” de prácticas que escribe este post y a una treintena de alicantinas y alicantinos estaba la alcaldesa de la ciudad, Sonia Castedo, el Concejal de Cultura, Miguel Valor y la Concejala de Deportes, Isabel Fernández… todos: asociados, amigos, concejales se mancharon las manos de tierra y esa manos sucias son símbolo de trabajo. Es fácil criticar desde el sillón; lo difícil es criticar y a la vez sumar.

Tras la pequeña y voluntariosa repoblación marchamos a son de Dolçaina i Tabalet hacia el monumento al Dr. Rico.

Hace dos años, cuando Alicante Vivo impulsó por primera vez el homenaje a este gran alicantino el monumento recordaba la película “Sleepy Hollow”: Un busto sin cabeza era la memoria que quedaba, un monolito con pintadas… Desde hace tres meses y gracias a la insistencia machacona de la asociación, al trabajo de Luisa y al compromiso del Concejal de Cultura Miguel Valor, Antonio Rico ha recuperado su mirada. Ahora su bigote y su barba miran al parque de nuevo.Y aunque ya lo he dicho en otras ocasiones, yo, como alicantino no puedo más que estar agradecido. Y más agradecido que estaré si un día ese parque –renombrado en el franquismo como Ruiz de Alda- se llama Parque de Don Antonio Rico Cabot.

Resultaba llamativo ver a nuestra Alcaldesa homenajeando a tan ilustre republicano, o mejor dicho… lo llamativo no era verla a ella, ya que al fin y al cabo se rendía tributo a un importante alicantino, lo llamativo fueron las ausencias. Se nos llena la boca de Salud y República… pero se nos llena desde el sofá o en actos plenamente partidistas.

            

         
El 14 de Abril algunos colgaremos la bandera de la II República.  ¿Dónde estábamos este lunes? El Dr. Rico, uno de los más grandes políticos alicantinos, un gran republicano, ecologista, antimonárquico ¿no merecía este homenaje? Parece ser que la memoria se ha vuelto selectiva; no celebramos los grandes logros del republicanismo… nos limitamos a conmemorar la derrota de la libertad olvidando que nuestra gran victoria como pueblo fue la Constitución de 1978 –aunque algunos, como yo, defendamos que hemos de dar un paso más sin alharacas hacia el concepto republicano-, olvidamos la alegría y nos martirizamos intentando ganar una guerra que acabó en Alicante en 1939 pero cuyo drama se mantuvo hasta 1975. ¿Sirve de algo? No.

Para mi creo que ha llegado el momento de empezar a pasar página de una vez. Quedan temas pendientes, especialmente pienso en las familias que aun tienen a sus padres y madres, abuelos y abuelas, tíos, tías en las cunetas… ellas y ellos merecen una reparación moral. Pero olvidar que las cunetas esconden víctimas de ambos bandos es negar la realidad. La Guerra Civil es un drama común, de todas y todos los españoles… han pasado casi 75 años de su comienzo, ya es hora de cerrar las heridas y para ello no vale seguir con el discurso de los unos contra los otros. La historia está clara: es hora del todos juntos en memoria de todos los que murieron por sus ideales como bien puso en su día el Alcalde José Luís Lassaleta Cano bajo el monumento (la Cruz)  a todos  los caídos de Alicante.

 

Se depositaron dos ramos de flores, humildes como el Dr. Rico, entre sus brazos y llegó el momento de la mona, de compartir el chocolate con las y los amigos… de las puyas afectuosas y divertidas. Compartir mona, picaeta, pollo al limón –riquísimo por cierto digan lo que digan- y una copichuela porqué no decirlo.

Un año más se ha rendido tributo a nuestro médico, al que salvó con medicinas y besos a las hijas e hijos de la clase obrera. Una enorme pancarta anunciaba: SAN FERNANDO EXISTE. Y si, San Fernando existe, vive, palpita aunque aun suave a la espera de la reforma del parque… a la espera de una restauración y limpieza del castillo. Por ello, como alicantino de nuevo GRACIAS DE TODO CORAZÓN A TODAS Y TODOS LOS QUE PARTICIPARON, IMPULSARON Y APOYARON EL ACTO… y me quedo con las ganas de pegar un tirón de orejas a quienes ignoraron el acto porque excusas ya no me valen. Tras tres años sin presencia, la presencia se hace prescindible.

 

Que le vamos a hacer, una cosa más que hemos perdido por nuestra desidia.