Miguel Ángel Pérez Oca, escritor y autor del libro “25 de mayo, la tragedia olvidada” y la Asociación Cultural Alicante Vivo, como ciudadanos alicantinos amantes de nuestra ciudad, deseamos hacer patente nuestra inquietud y nuestra indignación ante la posibilidad de que el próximo día 25 de mayo de 2010 todavía no haya sido colocado, en la Plaza del Mercado, el monumento a las más de 300 víctimas civiles del bombardeo sufrido por Alicante el 25 de mayo de 1938.
En primer lugar queremos manifestar que entendemos que estas víctimas, sumidas en el olvido municipal durante demasiados años, incluso después del advenimiento de la democracia, pertenecen a todos los alicantinos y no deben ser consideradas monopolio ni tampoco motivo de rechazo o desconfianza por ninguna de las distintas opciones políticas que apoyan los habitantes de Alicante en ejercicio de sus libertades de voto, conciencia y expresión.
Tenemos entendido que el monumento de Elena Albajar, ganadora del concurso de ideas convocado en su día por la Comisión Cívica para la recuperación de la Memoria Histórica, en cuyo jurado figuraba un representante del Ayuntamiento, está terminado y dispuesto para su instalación; y que en el pavimento de la Plaza del Mercado hay una zona dispuesta para ello, con todos los complementos necesarios para que esta colocación se pueda realizar inmediatamente.
Nos escandaliza el hecho de que, al parecer, el único motivo que impide esta instalación es el rechazo del Ayuntamiento, presidido por doña Sonia Castedo, a la leyenda del monumento, por figurar en ella la mención de que los que lanzaron las bombas asesinas eran “aviadores fascistas italianos”. La palabra “fascista” le parece inadecuada a la señora Alcaldesa y la Comisión Cívica se niega a retirarla del rótulo.
Nos escandaliza el hecho de que, al parecer, el único motivo que impide esta instalación es el rechazo del Ayuntamiento, presidido por doña Sonia Castedo, a la leyenda del monumento, por figurar en ella la mención de que los que lanzaron las bombas asesinas eran “aviadores fascistas italianos”. La palabra “fascista” le parece inadecuada a la señora Alcaldesa y la Comisión Cívica se niega a retirarla del rótulo.
Creemos que es imperdonable que un monumento tan importante, dedicado a nuestros muertos para satisfacción de sus deudos y de los escasos ancianos supervivientes de aquella masacre, no se instale por culpa de una sola palabra que, al fin y al cabo, no es más que una definición rigurosamente histórica. Hacemos un llamamiento general a todas las fuerzas vivas alicantinas, al Equipo de Gobierno del Ayuntamiento, a la Comisión Cívica para la recuperación de la Memoria Histórica, al Grupo Socialista del Ayuntamiento, a la Plataforma de Iniciativas Ciudadanas, a las distintas plataformas, páginas y blogs informáticos, medios de comunicación, partidos políticos, sindicatos, asociaciones y ciudadanos en general, para que, todos juntos, reclamemos la celebración de una reunión inmediata entre el equipo de Gobierno del Ayuntamiento y los miembros de la Comisión Cívica para la recuperación de la Memoria Histórica que los lleve a consensuar el texto definitivo del monumento, que debería ser instalado, inexcusablemente, antes del 25 de mayo próximo.
Dicho texto debe reunir unas mínimas condiciones: Debe recordar y honrar a las víctimas y debe mencionar de forma clara y concisa a los agresores y al bando al que pertenecían, ilustrando así, a los que lo lean, de las circunstancias históricas del luctuoso suceso. Debe así mismo ser bilingüe por respeto a la mayoría de los muertos, cuya lengua propia era el valenciano.
La condición de alicantinos de nacimiento o adopción de los responsables de una deseable solución feliz a esta situación, que ya dura más de un año, debe quedar por encima de banderías políticas y criterios parciales, convirtiendo la colocación del monumento en un motivo de reafirmación de nuestra condición ciudadana y de concordia entre todos.
La condición de alicantinos de nacimiento o adopción de los responsables de una deseable solución feliz a esta situación, que ya dura más de un año, debe quedar por encima de banderías políticas y criterios parciales, convirtiendo la colocación del monumento en un motivo de reafirmación de nuestra condición ciudadana y de concordia entre todos.
Si no lo hacemos así, el futuro nos lo reprochará.
Alicante, 10 de marzo de 2010
Miguel A. Pérez Oca.
A.C. Alicante Vivo.
Miguel A. Pérez Oca.
A.C. Alicante Vivo.