11 junio 2010

LA GRUTA OCULTA DE LA PLAZA DE SANTA TERESA (PANTEÓN DE QUIJANO)

Muchos de nosotros hemos jugado de pequeños en el Panteón de Quijano, y recordamos esa extraña cueva/caseta del jardinero, situada en una esquina del parque.

¿Por qué tenía esa extraña forma?

¿Por qué le sobresalía un troco de árbol?


La gruta olvidada de la Plaza de Santa Teresa
Esta semana decidimos visitar las obras de restauración del Panteón de Quijano, para fotografiar todo el proceso de recuperación de nuestro mutilado monumento funerario. La caseta seguía allí, por supuesto, en la esquinita con la calle San Vicente... y casi igual que antaño, cuando correteábamos por sus alrededores.

Sin embargo, la casualidad quiso que nos cruzáramos con uno de los jardineros o un miembro del personal de mantenimiento de la plaza, que nos abrió amablemente la puerta de la caseta.

Y esto fue lo que pudimos ver:


Falsas estalactitas y tronco central

Tal y cómo sospechábamos, era nada más y nada menos que una gruta romántica del siglo XIX, típica de los (desaparecidos) jardines de los (desaparecidos) palacetes de la (desaparecida) Huerta de Alicante, y la única "gruta urbana" que se conserva en las plazas románticas de nuestra ciudad (Calvo Sotelo, Paseíto de Ramiro, Gabriel Miró...). Seguramente fue la única que se construyó... Y aún hoy se conserva.

Estas grutas típicas del jardín inglés se encontraban en rincones retirados, semiocultos y alejados de la vista de la gente. Eran de aspecto rústico e imitaban a una caverna, y por tanto contenían estalactitas (reales o falsas), pequeñas cascadas y en algunos casos imágenes religiosas imitando a la gruta de Lourdes. Normalmente contaban con pequeños bancos de piedra o asientos de madera, y en algunos casos mesitas.

En nuestra provincia tenemos la pequeña gruta del "Jardín de Santos", en Penàguila, que cuenta con un pequeño puente levadizo que al levantarse da más "intimidad" y evita las miradas indiscretas del servicio... o de la esposa.


Gruta con puente levadizo en el Jardín de Santos (Penàguila)

Hasta hace pocos años se conservaba una gruta en los jardines de la Concepción, en Sant Joan d'Alacant. Al ser reformados dichos jardines y convertidos en jardines municipales, la gruta fue desmontada; aún hoy ignoramos si se piensa reconstruir en algún sitio. Se encontraba situada en el rincón más alejado del jardín, en la confluencia de varios andadores, y oculta detrás de un ficus de gran porte. Su interior estaba formado por falsas estalactitas realizadas con cañas y yeso. La única iluminación la recibía por la puerta, aunque encontramos en su día restos de una primitiva instalación eléctrica. Sobre la techumbre se plantó vegetación que al crecer ocultaba parte de la gruta. En su interior se observaba una hornacina que pudo contener una pequeña imagen religiosa.


Gruta en los jardines de La Concepción (Sant Joan). Desaparecida


Interior de la gruta de La Concepción (Sant Joan). Desaparecida


Otra gruta a destacar la encontramos en los jardines de Villa Marco. En este caso, la caverna sirvió para ocultar el aljibe de la finca. Decorándolo con forma de gruta, se le daba al aljibe un aspecto de manantial natural. En este caso, las estalactitas que lo decoran son naturales y fueron arrancadas de la gran cantera de estalactitas de nuestra comarca: las Cuevas del Canelobre.


Gruta que oculta el aljibe de Villa Marco


En algunos casos, las grutas se encontraban semienterradas u ocultas por una falsa montaña. Este es el caso de la gruta subterránea de la finca de La Paz, situada entre Sant Joan y Mutxamel, y mucho nos tememos que pueda haber desaparecido al construirse el Polideportivo de Mutxamel, levantado sobre los históricos jardines.

En la actualidad alguns fincas cuentan con modestas grutas que albergan una virgen, a imitación de la gruta de Lourdes, antes mencionada.


Gruta subterránea en los jardines de La Paz (Sant Joan-Mutxamel) ¿Desaparecida?


Nueva gruta situada en una finca de Mutxamel


Pero volvamos ahora a la gruta del Panteón de Quijano.

Juntoa las estalactitas del techo, observamos dos grandes columnas que imitan a las estalactitas-columna de las Cuevas del Canelobre.


Una de las dos estalactitas-columna de la gruta. Junto a su base, restos de la jardinería interior (!!!). En la foto de la izquierda vemos, sobre la estantería, la desaparecida letra "E" de la palabra ALICANT(E) del obelisco del Panteón de Quijano.

Ahora vamos a hablar del peculiar sistema para abastecer de agua al falso manatial interno. Si pensamos en la gruta como lugar de refugio en caso de una lluvia repentina, comprenderemos el sistema por el que se abastecía la fuente. Todo el agua de la cubierta era desviada mediante la pendiente de la misma hacia una de las esquinas del techo de la gruta.


Techo inclinado de la gruta que canaliza el agua.
Se observa la humedad en el muro del parque



Tras ser canalizada, el agua discurre por el interior del muro pasando por lo que parece un arenero registrable, yendo a caer en el vaso de la fuente. Una vez allí, el agua baja en forma de pequeña cascada hasta la minúscula alberca. Debido a la cantidad de materiales que se encontraban depositados en el interior de la gruta, no hemos podido encontrar el sistema de evacuación del agua.


Arenero registrable (?) y caída del agua
al vaso de la fuente. Debajo la alberca


Detalle de la fuente llena de
materiales y utensilios de jardinería

Como hemos mencionado, las grutas solían tener banquetas de madera (existe una podrida dentro del vaso de la fuente) o bancos de piedra. Esta gruta conserva un banco de piedra situado junto a la antigua reja, hoy tapada por un muro de bloques. Imaginemos la escena romántica del enamorado en el exterior y la joven muchacha sentada en el banquito tras la reja.

En la actualidad, al estar cegada la entrada de agua a la fuente, ésta se filtra al interior. Sobre el banco vemos un capazo de obra que recoge el agua de la gotera principal. La fuente contiene algo de agua filtrada y el suelo de tierra estaba empapado.


Banco interior y capazo rebosante de agua para
recoger las filtraciones de la lluvia



Arco cegado con bloques donde se encontraba la reja

Lo cierto es que los alicantinos no podemos permitirnos tener en este estado una de las pocas grutas románticas de la provincia de Alicante y la única que existe en la ciudad. A pesar del paso de los años y del desconocimiento de su existencia, la caverna se conserva en un relativo buen estado. Con una moderada inversión económica municipal, conseguiríamos recuperar para la ciudad un elemento singular que daría más atractivo al Panteón de Quijano.

Desde aquí solicitamos a las autoridades y al personal del Ayuntamiento que la visiten, que se informen a través de los técnicos municipales de su interesante historia y, sobre todo, que descubran las grandes posibilidades que tiene como atractivo "histórico-artístico". Divulgar sus maravillas es la base para que los alicantinos aprendan a valorar nuestro poderoso potencial cultural; pero si la olvidamos de nuevo en aquella oscura y húmeda esquina de la Plaza de Santa Teresa, posiblemente nunca nos "duela" que se tire abajo.

Entre todos podemos hacer una mejor ciudad.

¡¡Adelante!!

A.C. ALICANTE VIVO

 
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