11 febrero 2010

EL ESPACAGARSE: UNA LINDA BARBACOA

 
Noticia de Isabel Vicente, publicada hoy en el Diario Información
      
El Castillo de San Fernando tiene dos puertas de entrada: una al norte, que comunica con la calle Escultor Bañuls y el Monumento a los Héroes Alicantinos de la Independencia, y otra al sur, en el acceso del camino en rampa que conecta directamente con el Barrio de San Blas y el centro de la ciudad. Aunque ambas puertas recaen a un foso seco, lo cierto es que la construcción de la primera es mucho posterior a la de la segunda, verdadera zona de entrada natural a la fortaleza desde las "Escaleras del Jorge Juan".
          
Entrada "natural" y "primigenia" al Castillo. Una empinada rampa en la que se encuentran los famosos "leones", recientemente restaurados por la Concejalía de Cultura
        
Como ya nos contó el arquitecto D. Santiago Varela Botella, la finalidad estratégica del Castillo de San Fernando se justificaba "en la necesidad de completar el sistema defensivo de Alicante, que tiene su centro principal en Santa Bárbara. Precisamente se trataba de evitar la colocación de piezas de artillería enemigas que actuaran indiscriminadamente contra la ciudad y el propio castillo de Santa Bárbara, hecho que ya había ocurrido durante los primeros años del siglo XVIII". Para su construcción se necesitó el concurso de buena parte de la población, que trabajó a marchas forzadas y con escasos medios en una obra con serias deficiencias estructurales desde el principio. Si descontamos su potente y característico torreón, de forma troncocónica ("yogurt"), todos los aspectos ornamentales resultan de escasa entidad. Quizá habría que citar "el bordón en semicírculo que remata la fábrica del cuerpo superior y los baluartes, las figuras de leones sobre los machones de la puerta de acceso desde la ciudad y los escudos existentes en los del acceso por el lado norte". Es en este último, en el puente elevado de acceso, donde hoy nos vamos a fijar.
          
 
Acceso norte del Castillo: el "puente" sobre el foso. Esta zona es nuestro particular "espacagarse" de hoy

Si nos fijamos bien en las dos columnas del citado puente, veremos que, aunque parecen iguales, no lo son. El tiempo, el vandalismo o el deterioro general del lugar, ha afectado mucho más a la de la izquierda que a la de la derecha.
         
Una de ellas sí tiene la piedra ornamental superior, quizá antaño un coqueto macetero a juego con el resto de la columna. La otra, por desgracia, no.
   
¿Se perdió esa pieza para siempre del conjunto? ¿Quiso el destino, siempre caprichoso, dejar al Castillo "bizco", como queriendo recordarnos eternamente lo que nunca debimos permitir con nuestro patrimonio? ¿Cuánto tiempo hace que se cayó el macetero de piedra? ¿Cinco años? ¿Diez? Nosotros creemos que más; mucho más.

Pero en el colmo de la soledad que padece San Fernando desde hace décadas y en el colmo del desprecio que afecta por regla general a todo cuánto nos rodea en nuestra ciudad, los miembros de Alicante Vivo descubrimos con asombro, estupor y, por qué no, cara de gilipollas, "algo" sorprendente. Está entre la maleza, espesa y descuidada, del foso del Castillo, un lugar ubicado a los pies del citado puente y al que, excepto los gatos, roedores y unos pocos vándalos sin escrúpulos, nadie se atreve a bajar.
              
El foso, con la columna y el puente en la parte superior.

A pesar de los (muchos) años transcurridos desde la rotura de la parte superior de la columna, ahí vemos la pieza desaparecida, abandonada a su suerte y silenciosa. A ojos más "menfotistas", parecería un gran trozo de roca cualquiera, posiblemente descolgado del lienzo agotado y desvencijado de la muralla superior...; sin embargo, al acercarnos vemos en la piedra un diseño caracteristico, tan modelado y cuidadoso, que la propia Naturaleza no podría haber creado por sí misma.
   
Hubiera sido un gran momento; uno de esos instantes de gloria que nos hubiera convertido, casi por arte de magia, en auténticos arqueólogos de película como "loramericanor". Por desgracia, no estamos en el Nuevo Continente, aquel que descubrió con alegría y euforia el gran navegante Cristobal Colón; estamos en Alicante, un pueblo provinciano tan acomodado como pasota.

Al acercarnos, un golpe de tristeza, melancolía y desánimo nos invade: la misma piedra que antaño servía para decorar una de las entradas al Castillo... ¡¡ESTABA SIENDO USADA PARA HACER "BARBACOAS"!!
         
 
 
¿Alguien quiere unas morcillas? De Pinoso... claro
   
-Una barbacoa... en pleno Castillo de San Fernando -afirma Alfredo Campello, con macabra ironía.
-Me cago en George Dann -exclamo yo. 
-Si se hubieran prendido fuego en las pelotas... -apuntilla Carlos Irwin, con una de sus frases lapidarias
   
Al final, todos nos quedamos con una extraña sensación en la boca: un regusto agridulce a desesperación e impotencia. Seguro que muchos de vosotros habéis sentido lo mismo, paseando por Alicante.
   
-Y, para colmo, cachondeo -dice Alfredo-. Además de prender fuego a una pieda escultórica, dentro de un Bien Cultural de Alicante, el "colega" nos regala un chiste para que nos acordemos de él.
         
El "grafiti" es todo un arte, desde luego.
   
-"Van dos en una moto y se cae tu ...... madre"
-Aún no sé si reir o llorar.
    
Dicho lo cual, nos damos media vuelta y salimos del foso. Debemos buscar una fuente para, a duras penas, quitarnos el mal sabor de boca que nos ha producido el hallazgo. 

-Ya no tiene sentido recoger la pieza desprendida -dice Carlos-. Aún así, avisaremos al personal municipal correspondiente.
-Yo haré un artículo. Creo que un "espacagarse" estaría bien.
    
Llegamos a la fuente ubicada en una de las plataformas del Castillo. Estamos a escasos metros del Torreón de San Fernando, junto a las bonitas y decorativas antenas de tele-comunicaciones. Pero claro..... recordamos que estamos en Alicante. Y nos encontramos con ésto:
            
 
 Parece que la fuente tiene una "pequeña" avería....
         
... al igual que el sistema de alcantarillado

-Carajo. ¡Vaya día! Mejor hubiera sido que no nos hubiéramos levantado de la cama.
-Tíos. Yo paso. Esto es IMPOSIBLE. Los alicantinos no tenemos remedio.... Me voy a la cafetería a tomarme una Coca-Cola.
-Os acompaño -dice Carlos-. Pero antes voy al coche. Tengo un cartel que me gustaría poner aquí.
    
Carlos desaparece. A los diez minutos, entra en la Cafetería con gesto orgulloso.
   
-Terminé -apostilla.
-¿Qué pone en el cartel? -pregunto.
-Nada importante. Cosas mías. ¡¡Camarero, uno de "mares"!!
           
Fotografía de Angel L. Valero.
   
¿TIENE LA AUTOESTIMA POR LAS NUBES?
¿SÍNDROME DEL EGO SUBIDO?
         
   
"EL ESPACAGARSE"
¡¡POR UNA CIUDAD GUAPA, GUAPA Y GUAPA... DE VERDAD!! 
(Osea te lo juro)

 
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