Una vez fabricada la máquina había que pensar donde ir. Se me ocurrieron infinidad de sitios pero como no podía llevar equipaje y a las 8 tenía que bajar a la perra, pensé en un sitio cercano y que, a ser posible, tuviera historia. De modo que mi elección fue El Castillo de Santa Bárbara.
Lo primero que hice fue ir al siglo XI (más bien a finales), pero aquello estaba todo en obras. Me contaron que cuando estaba construido, un geógrafo musulman llamado Al-Idrisi (aunque sus amigos y familiares le llamaban Isidro) le puso el nombre de "Banu-lQatil", que viene a ser lo que hoy llamamos Benacaltil, osea la mole donde está el Castillo. Poco después un enteradillo que, al parecer dominaba idiomas me dijo que "Banu-lQatil" significa "Peña de Alicante" y que no se refiere a la gente de Alicante, sino al Castillo en si... cosas de la dialéctica.
Luego volví a darle caña a las mandarinas y me planté en el año 1248. Allí había un jaleo enorme. Es 4 de diciembre, casualmente día de Santa Bárbara, y al parecer el Reino de Castilla encabezado por un inspirado Alfonso de Castilla (futuro Alfonso X) se hizo con el poder del Castillo y, por ende, de todo lo que viene a ser Alicante, metiendo a todos los musulmanes en el ferri con destino a Moraira... digo a Marruecos.
El caso es que llamaron a la puerta del castillo. El guardían de la puerta preguntó:
- "Quién es?"
Un señor que se llamaba Don Berenguer dijo:
- "Somos aragoneses, nos manda Jaime II, venimos a atacar"
A lo que el portero abrió la puerta, no sin antes avisarles de que el rellano estaba recién fregado.
Toda la tropa catalo-aragonesa entró en el castillo y se libró una batalla tremenda. Que si piernas por aquí, que si brazos por allá... Don Nicolás tenía muy presente que debía guardar fidelidad a su Rey y no dio muchas facilidades. Cuentan que incluso hirió de gravedad a Don Berenguer, súbdito de Jaime II (era el típico pelota que se apuntaba a todo lo que decía el jefe) que viendo que Don Nicolas estaba asediando a su jefe, decidió intervenir. Con esta intervención Don Berenguer salvó la vida de Jaime II pero se llevó un pinchazo en el trasero. Sin embargo peor suerte sufrió Don Nicolás ya que cayó muerto al frío suelo (porque estaba helado, tened en cuenta que el cambio climático aún no había empezado y en diciembre hacía un frío de cojons)
Así pues, Don Nicolás yacía muerto en el suelo con la espada empuñada en una mano y la llave de la fortaleza en la otra. Claro, yo estaba acojonado porque hasta ahora creía que era una leyenda, pero no, el tío no soltó ni la espada ni la llave, con lo que era verdad que hasta el último momento negó la rendición, incluso muerto. Eso si, los aragoneses (que no son bestias) se vieron obligados a cortarle la muñeca. El resto del cuerpo se lo dieron a los perros.... y no es coña.
Toda esta movida sirvió para que los aragoneses consiguieran arriar su bandera en lo alto de la Torre del Homenaje. Aqui la antigua Lucentum romana pasó a formar parte del Reino de Valencia. Pasó de manos castellanas a manos aragonesas y Jaume II ordenó la primera gran remodelación del Castillo, ya sabéis, cambiar las cortinas, pintar las paredes, cambiar los baños, etc...
- "qué te pires"
A lo que el guiri le contestó:
- Pues te he abierto la puerta porque creía que eras el del camión de cerveza.... que te pires chaval...
Cabizbajo descendió la cuesta que le llevaba a los pies de su General y le espetó:
- Mi general, que dicen que no se van...
Al General le cambió la cara....
- Me cago en mi calavera. Se van a enterar estos guiris. Después de la siesta reventamos el Castillo y a tomar por ......
- Pero mi General, igual hay otra solución menos ruidosa....
- Sssshhhhh
- Ya pero mi General...
- Sssssssshhhhhhhhhh.
- Vale, pues luego nos vemos....
(Se conoce que el General no tenía un buen día porque el Hércules, para variar, había vuelto a empatar fuera de casa...)
Así pues, después de dormir la siesta, los españoles, que somos muy bestias, reventaron el castillo por dentro con la consiguiente muerte de toda la tropa inglesa y alguna que otra gaviota… e hicieron un destrozo en el castillo considerable (Fijaros que el seguro no se hizo cargo… por animales). Vamos, que más que expulsarlos, lo que hicieron fue volarlos por los aires… creo que aun hay trocitos de ingleses por las laderas del castillo.
Cuando dejaron de caer trocitos de inglés, decidí moverme al 1873 para ver el último bombardeo que sufrió el Castillo. Para ello me subí a la Serra Grossa porque estar cerca del Castillo era algo peligroso. Desde ahí arriba pude ver en la bahía una pedazo de fragata, que resultó ser la Numancia en manos de rebeldes cantonalistas de Cartagena. No hacían más que lanzar proyectiles sobre la población y el Castillo...
Por miedo a mi integridad y dado que las mandarinas ya se estaban poniendo pochas de tanto viaje, me moví 20 años para ver cómo desartillaban el Castillo... imagino que porque ya no quedaban más que ruinas y trocitos de ingleses...