26 junio 2009

¿UNA TORRE DE LA HUERTA AL NORTE DEL RIO SECO?


Hace unos días en la publicación “La Illeta” de noticias de Campello apareció una noticia sobre una posible torre de la huerta situada al norte del Río Seco, donde según parece, no hay constancia de ninguna torre de estas características.
Venía firmada por “Estrats”, una empresa de prospecciones arqueológicas sita en Campello y propiedad de unos amigos míos, así que me dirigí a ellos para obtener más información.
Hablé con David López, copropietario de la misma y me puso en antecedentes.
La torre en cuestión está situada en la partida del “Barranquet de Marco y se encuentra integrada en una casa de campo de principios del siglo XX rodeada de bancales de secano, pequeñas huertas y corrales. Alrededor encontramos casas rurales diseminadas y caminos vecinales. En la actualidad la torre está abandonada tras ser utilizada como corral de cabras.
Aunque no se conocen estudios ni noticias que mencionen la torre de la huerta del Barranquet de Marco, los vecinos del lugar conocían por tradición oral la existencia de esta edificación y su importancia. Gracias a estas informaciones ha podido realizarse este informe técnico sobre las características de este singular yacimiento.
Se trata de una torre cuadrangular de 7,90m de lado construida con mampostería de pequeño y mediano tamaño trabada con argamasa de cal, con refuerzo de sillares en las esquinas cuyo módulo es de 0,70 x 0,45 x 0,35m. Consta de dos alturas conservadas, aunque de la segunda planta sólo ha perdurado el lienzo sur al ser reaprovechado por la casa adyacente. El grosor de los muros en esta segunda planta es de 0,85m.
Por lo que respecta a la altura conservada debe tenerse en cuenta una peculiaridad muy interesante desde el punto de vista arqueológico: la cota actual del suelo circundante se encuentra aproximadamente de dos a tres metros por encima de la cota original o base de la torre. Es decir, la base de la torre y el ‘suelo’ circundante de entonces se hallan enterrados bajo la tierra de aportes posteriores, por
lo que el área arqueológica en los alrededores de la torre es potencialmente muy interesante.


Esta colmatación del entorno se percibe claramente al observarse los arcos de las puertas originales de la estructura defensiva, que se encuentran en perfecto estado de conservación. La puerta de acceso, situada en el punto central de la fachada de levante, está realizada con sillería de gran tamaño. Se trata de un estrecho arco de medio punto en el exterior, con un dintel horizontal de una sola pieza más elevado al interior. Su peculiaridad radica en que la altura entre la cota actual, el suelo del exterior, y el punto de luz del arco es de 0,60m y la anchura de la puerta es de apenas 0,70m. Teniendo en cuenta que en este tipo de torres de la huerta las aberturas de acceso suelen tener una altura entorno a 1,50m y que además se encuentran sobreelevadas por encima del suelo original, debemos suponer que la base de la torre se encuentra oculta y enterrada bajo más de dos metros de tierra.
Esta apreciación viene reforzada por las estructuras interiores conservadas. En la primera altura o planta baja encontramos sendas habitaciones que dividen el espacio en dos naves o estancias cubiertas con bóveda de cañón cuya orientación es Norte-sur. Se hallan separadas por una medianera de 0,70m de grosor y se comunican mediante una puerta de sillares de espléndida factura y excelente conservación en mitad de la misma, alineada con la puerta de entrada. La parte superior visible de estas estancias de planta rectangular abarcan una superficie de 17,50 metros cuadrados y sus dimensiones aproximadas se estiman en 2,75m de ancho por 6,20m de longitud.


La cota actual del suelo es similar a la del exterior y solo es visible la mitad superior de un arco de medio punto en la cara que mira a la puerta de entrada. Este arco se encuentra rebajado de forma ascendente al interior de la segunda estancia. Su altura visible es de aproximadamente 1m desde el nivel del suelo existente hasta el punto de luz del arco, su anchura es de 1,15m.
En la primera estancia, en su esquina noreste, se observa la boca de un aljibe interior que se encuentra bajo el nivel del suelo original de la estancia. La profundidad total del aljibe es de unos 3,50m a partir de la cota del suelo actual de la torre.
La medianera de la planta baja tiene una segunda abertura junto al lienzo Sur realizada en el mismo muro sin paramento de sillería. Tiene un remate en arco y se encuentra inclinado por lo que podría tratarse de un posible hueco de escalera interior.
En el lienzo sur de la segunda estancia, donde se adosa la casa de campo, puede observarse la mitad superior de una abertura con arco de medio punto tapiada en su totalidad, sin que permita apreciarse detalles de importancia. Posiblemente responda a la evolución histórica de las torres de la huerta que pasan de meras fortificaciones defensivas como torres exentas a ser anexos de casas de labranza con múltiples funciones y remodelaciones. Si así fuera, se trataría de la puerta interior que uniría la torre con las viviendas posteriores. De hecho la mayor conservación en altura del lienzo sur se debe a que fue reaprovechado como lateral por las casas de campo posteriores.
En el lienzo de la fachada Este, detectamos una aspillera de sillería labrada dispuesta horizontalmente y desplazada de su ubicación original. También se aprecian varias aberturas contemporáneas que han roto los muros originales para luego tapiarlos, así como reparaciones y remodelaciones diversas de carácter reciente.
Por lo que respecta al estado de conservación general de la parte visible de la edificación, debe decirse que es bastante bueno, si tenemos en cuenta que carece de techumbre de ningún tipo y el suelo de la segunda altura realiza la función de tejado.
Tampoco se aprecian grietas alarmantes, aunque bien es verdad que la argamasa de cal que traba los mampuestos de los muros está bastante degradada en las fachadas. Por otra parte, los elementos de sillería como esquinas y puertas, a pesar de estar labrados en piedra arenisca, se han conservado satisfactoriamente.
Las características constructivas anteriormente explicadas de esta edificación nos llevan a afirmar que se trata de los restos que han logrado perdurar de una de las torres de la huerta alicantina. Este tipo de torres tienen una cronología centrada entorno al siglo XVI, ya en época Moderna. La ausencia de materiales cerámicos de dicho periodo en las inmediaciones de la torre se explica por el inusual grado de colmatación del entorno de esta fortificación que puede deberse a causas antrópicas, como desmontes y abancalamientos posteriores, y/o a desbordamientos antiguos del cercano cauce del barranco de Cabrafic, que en este paraje se conoce como
Barranquet de Marco, canalizado en 1976. Esta cercanía del cauce del barranco también ayuda a explicar el emplazamiento de esta torre de la huerta debido a los recursos hídricos que pudiera aportar, así como por la fertilidad de los suelos próximos al cauce. Por otra parte el lugar se encuentra junto a la red de caminos antiguos que unían Alicante-SanJoan-Mutxamel, jalonado de torres de la huerta, y la Vila Joiosa por la costa, así como el que ascendía a Aigües-Relleu por los valles del interior.




Es pues esta, una construcción interesante tanto por sus características como por su ubicación. Digna de ser estudiada y si ello es necesario, restaurada por las autoridades competentes, lo que ayudaría a la conservación del ya escaso patrimonio de nuestra provincia y a un mayor conocimiento del mismo.
Desde aquí hago un llamado a quien corresponda para que no deje perderse este singular edificio que ya se encuentra en un estado bastante lamentable.

(Texto en negrita: David López Serrano)

 
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