Hace algo más de un año, Juan J. Amores y Arturo Moreno hicieron un artículo sobre su visita al Jardín de Santos, de Penáguila. Eran buenos tiempos para el jardín, que atraía con sus maravillas a los habitantes de toda la provincia.
Podéis leerlo en ESTE enlace de Alicante Vivo.
Estado del jardín hace más de un año, durante la visita de Alicante Vivo.
Hoy, su visión es mucho más dramática y desagradable.
Para conocer un poco mejor su estado actual de abandono, debemos retroceder al 12 de noviembre de 2002, cuando fue restaurado y recibió la visita del entonces presidente de la Diputación de Alicante, D. Julio de España, y un grupo de diputados, junto a la Corporación Local.
En el proyecto de restauración y adecuación, la Diputación de Alicante invirtió 826.577 euros (137 millones de pesetas). Las actuaciones se centraron en la recuperación del Jardín de Santos y la construcción de una ruta fitoclimática por el Barranco del Anadrack.
No obstante, si en ese momento se afirmó a bombo y platillo que la recuperación del Jardín de Santos vendría a potenciar el turismo de la comarca y que era importante que “las administraciones ayuden a recuperar las zonas de mayor interés”, casi dos años después, el 22 de enero del 2004, se publicó una noticia en el Ciudad de Alcoy en la que se manifestaba que la Diputación de Alicante “ha comunicado al Ayuntamiento de Penáguila su decisión de dar por finalizado el convenio y residenciar el mantenimiento y conservación del Jardín Santos en las manos del consistorio de Penáguila”.
Pues bien, a partir de este momento, se publicaron diversas noticias en la prensa, en las que se hacía constar que el Ayuntamiento estaba intentando llegar a un acuerdo con la Diputación para que continuara al frente de la gestión del mismo, y así poder garantizar que el jardín pudiera continuar siendo disfrutado por todos. Sin embargo, finalmente, terminó asumiendo todo el mantenimiento el consistorio municipal, lo que originó que se iniciara de nuevo otra etapa de decadencia (las arcas municipales no disponen de dinero suficiente para mantenerlo).
Durante el convenio entre la Diputación de Alicante y el Ayuntamiento de Penáguila, la entrada al recinto era gratuita, pero cuando vino a asumir por completo la gestión el ayuntamiento, pasó a costar 1 euro.
Que se cobre entrada para garantizar la supervivencia del jardín es algo que vemos lógico, y normal; pero lo vergonzoso y problemático viene cuando el visitante paga y se encuentra con un jardín en estado de dejadez y abandono absoluto.
Su estado actual es el siguiente: todas las puertas de la casa de recreo se encuentran deterioradas por las inclemencias del tiempo; el desplome de una tapia del jardín ha llenado una zona del corredor del invernadero con cascotes; la cúpula de la pérgola está semihundida (de esto hace 2 años y aún no se ha rehabilitado); la hidra se está apoderando de parte de la casa de recreo; los parterres y caminos se encuentran sucios,; las macetas están secas y rotas…
En general, lo que en su momento prometía ser un punto de referencia en el turismo de la comarca, ahora se encuentra en estado de abandono por falta de recursos económicos y de una total implicación de las diversas administraciones públicas.
¿Quién tiene la culpa de ésto?
¿A quién debemos pedir explicaciones?
No dudéis en visitar el artículo de Juan J. Amores y Arturo Moreno sobre el Jardín y comparar sus fotografías con las que yo os dejo a continuación. Merece la pena descubrir cómo somos capacer de permitir, con nuestro pasotismo, que se pierda una de las joyas turísticas y paisajísticas de la provincia de Alicante.
Y recordar.... ¡¡SER ALICANTINO DUELE!!
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