Vista General
Hace dos sábados, después de una opípara barbacoa regada con buenos caldos en el chalet de mi cuñado, salí a pasear el sopicaldo que llevaba por los caminos de alrededor.
A la hora de paseo divisé a lo lejos una lomita rojiza, típica de la zona. Mucho cristal de carbonato cálcico, arcillas, maclas de yeso…. Lo que no esperaba encontrar fueron unas curiosas construcciones como cuevas del mismo material que la loma.
Al llegar junto a ellas me dí cuenta de que eran unos hornos excavados en la roca que en ese momento no supe adivinar para que servían. Pensé en caleras o algo similar, mientras me daba una vuelta por entre los restos que parecían extraídos de un capítulo de “La Guerra de las Galaxias”.
Después de hacer fotografías, emprendí el regreso hacia el chalet y al pasar por delante de otra lomita vi en lo alto a un hombre con unas cuantas ovejas que pastaban tranquilamente. Dispuesto a saciar mi curiosidad trepe por la loma hasta llegar a la altura del mini rebaño. Saludé al pastor y entablamos conversación. Me contó que se llamaba Faustino, que tenía setenta y dos años y que aunque se había jubilado hacía ya tiempo, se había quedado unas cuantas ovejas porque lo que más le gustaba era salir con ellas al campo y no acabar en el bar todo el santo día.
Me dijo que aquellas construcciones eran unas antiguas yeseras que hacía muchos años que estaban abandonadas. Tanto que ni él las recordaba en funcionamiento.
Zanja de Extracción
Después de un rato de charla, nos despedimos. Yo me volví al chalet, donde la gente estaba viendo un partido y el se quedó allí, con sus ovejas, pensando quizá en que tío tan raro había visto hacía un rato.
Son unas construcciones realmente interesantes. Un ejemplo del preindustrialismo que por desconocido no deja de ser menos sorprendente.
Os animo a que las visitéis, vale la pena.
Tres en fila
Boca del Horno
Desde el interior
El solitario
Hornos
Si queréis localizarlas en Google Earth, las coordenadas son:
38º 42´ 56.95´´ N
0º 37´ 07.30´´ O
ÁLVARO GARCÍA SIRVENT