Nuestro querido Alicante, ha sufrido en numerosas ocasiones el castigo terrible de los bombardeos; ya sea por mar o por aire, con cañones o con aviones, bien por un motivo u otro, a lo largo de la historia, hemos sido el blanco de las iras de nuestros enemigos.
Franceses, ingleses e italianos se han despachado a gusto con nuestra ciudad.
Los muros de la Iglesia de Santa Maria, perforados por las bombas, son testimonio de aquellas barbaries y aunque sean una estampa de sobra conocida por los alicantinos, es curioso observar en ella un precioso detalle que a muchos se les habrá pasado por alto. Si miramos detenidamente podemos ver como las palomas (símbolo universal de la paz) han aprovechado estos agujeros utilizándolos como refugio y anidando en ellos desde hace más de trescientos años, impasibles al transcurso del tiempo, mostrándonos una bella y romántica imagen cargada de significado para todo el que lo sepa entender.
Como un buen presagio de lo que los tiempos venideros nos traerán.
Un mensaje claro de Paz.
Un mensaje claro de Paz.
ANTONIO LÓPEZ URIOS.