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Publicado por Juan J. Amores
Hoy domingo, aprovechando el buen tiempo reinante en la ciudad (por fin), he decidido subir con mi familia al Parque de la Ereta.
Situado justo encima del barrio Santa Cruz, desde el que se puede acceder a la zona a través de unas escaleras, está rodeado de senderos, murallas y rocas en armoniosa unión.
Desde allí, las vistas de la ciudad son impresionantes, para la bueno y lo malo: el desarrollo de Alicante, casi siempre descontrolado y sin sentido, contrasta con la belleza de nuestro mar, azul y cálido, o el Castillo de San Fernando, que emerge en lontananza reclamando salir de su olvido.
Entrada al Parque desde la carretera de acceso al Castillo de Santa Bárbara. Allí podemos llegar en coche, sin necesidad de grandes caminatas
Al Parque de la Ereta hay que ir sin prisas. Una mañana entera o una tarde. ¿Por qué no? Sentarte en sus bancos, hacer ejercicio en sus zonas habilitadas, beber agua de sus fuentes, visitar el polvorín, recorrer su muralla y las calles de Santa Cruz, colorido cual barrio sevillano, y, por supuesto, respirar hondo. Muy hondo. El aire fresco y húmedo de las montañas, acompañado de la fragancia del romero, inunda tus pulmones recordando que la primavera, aunque a paso lento, se acerca a Alicante.
"El Elefante del Benacantil"... ¿os acordáis? Así fue bautizado por la Asociación Cultural Alicante Vivo este curioso capricho de la Naturaleza grabado en la mole del Castillo. Podéis leerlo en ESTE enlace
Fotografías.... un libro... quizá un comentario sobre el puerto que pudo ser y no fue....
Estar allí es agradable: en ocasiones divertido....; otras triste (fijaos más abajo en la fotografía de la Casa Carbonell y las cientos de embarcaciones inundando el puerto). Pero siempre es reconfortante estar rodeado por el marrón de la roca y la Cara del Moro (a la que casi puedes tocar), y el verde de los pinos y la vegetación.
Volveremos otro día.... por supuesto.
Y espero hacer más fotografías.
Aunque, como veréis, soy un pésimo fotográfo.
Espero que os gusten.
Nada más entrar en el parque, un sendero de piedra, roca y hormigón casi nos obliga a ascender hasta lo más alto del monte Benacantil.
Poco a poco, entre la vegetación, aparece el Alicante que en ocasiones no querríamos ver
La entrada al parque y la muralla almohade, a la que más tarde se puede acceder.
Poco a poco seguimos subiendo.... y entramos de lleno en el corazón de la montaña
¿Qué diferencia, verdad? Fotografía extraída de "Miradas inéditas de la ciudad de Alicante". Ed. Tívoli. 2009
Una vista general de Alicante
Nos acercamos a la cima y allí aparece, como por arte de magia, la Cara del Moro y la garita , al alcance de nuestros dedos. Nunca las tuve tan cerca.
La altura nos deja ver inusuales estampas de nuestras murallas
¿No os espanta esa visión de la Casa Carbonell?
Iniciamos un pequeño recorrido por encima de las murallas
"El Polvorín". Se puede acceder a él previa cita y adquisición de llaves
Vistas del barrio de Santa Cruz
Volvemos sobre nuestros pasos al lugar de inicio de la visita.
