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Publicado por Juan José Amores
Nadie puede negar a estas alturas que el Castillo de San Fernando, eterno olvidado y menospreciado, tuvo muchos problemas técnicos y estructurales desde el mismo momento en que se construyó.
Obra rápida y apresurada, fue levantada con el esfuerzo, sudor y dinero de todos los alicantinos ante la amenaza de una invasión francesa que nunca se produjo.
Sin embargo, a pesar de tener esos problemas de construcción que aún duran en la actualidad, lo que hoy en día vemos en el Tossal clama al cielo. Ya no hablamos de ligeras grietas, movimientos de tierra o desprendimientos de rocas; lo que nos encontramos en pleno siglo XXI al visitarlo, es una de las mayores vergüenzas e infamias de la ciudad.
Poco dice la zona no sólo de nuestros gobernantes e instituciones, sino de los propios alicantinos, que hemos visto impasibles el deterioro y abandono del monte y el castillo.
No es momento ahora de contar la historia del Castillo. Tan sólo nos gustaría dar un estirón de orejas y un toque de atención a todo el mundo por el pésimo estado del Tossal, uno de los lugares más bonitos y concurridos de la historia de Alicante.
Hoy yace abandonado en la privilegiada atalaya de Alicante, repleto de basura, pintadas, suciedad, cascotes.... y antenas.
Quizá sea el momento de luchar todos juntos un poco más en serio de lo que lo hemos hecho hasta ahora: nuestra cultura, historia y patrimonio se lo merecen. Perder nuestras raices es perder nuestras señas de identidad.
Y una cosa es seguro: sólo con palabras, consuelos y las palmaditas en la espalda, no conseguimos absolutamente nada.
Aquí os dejamos unas fotografías.
Y podemos utilizar los comentarios para dar ideas sobre su estado, mejora y actitudes que podemos llevar a cabo.
