MARISTAS

Juan José tiene toda la culpa.

-¿Oca, tienes fotos antiguas?
Yo no sé defraudar a un colega.
En efecto. Tengo fotos antiguas y muchas historias relacionadas con ellas.
Ya lo dije cuando hice para Alicante Vivo el trabajo sobre Master Dickson: la historia es una tela de araña intrincada; muy intricada.

De niño, mi abuelo Miguel Pérez Picó me contaba en un valenciano que no me atrevo a reproducir (lo hablo mal y lo escribo peor), la historia del Parque de Canalejas. Me contaba que él había visto plantar aquellos árboles gigantescos y misteriosos, al menos para mí. En un rincon del Parque, entre estatuas de enormes leones y feroces perros, había una fuente muy blanca con un niño y varios peces. Era mi preferida...
Pero lo que me hacía soñar era un viejo mapa en relieve rodeado de agua. Mi abuelo me explicaba que allí se podía ver toda España y Portugal, y que aquel viejo mapa de la Peninsula Iberica había estado antes en el patio de un colegio, muy cerca de allí.
Aquel fue el primer colegio al que acudió mi padre, Miguel Pérez Pérez, el Capitá.

Un día me enseñó una vieja foto en que Miguelito tenía siete u ocho años. Estaba sobre el mapa, señalando con un largo palo. El mapa estaba rodeado por sus compañeros de clase y algunos profesores.
Sé que mi padre comulgó cuando iba a los Maristas en 1923. No sé qué relación tenía aquel colegio del mapa con el nuevo. Pero alguna continuidad debía tener pues muchos de sus compañeros continuaron siéndolo en el Colegio de la Rambla de Mendez Nuñez, donde ahora está la Casa de la Festa y segunda sede de los Maristas en Alicante, donde se ubicaron en 1907. Este fue el año de su llegada a nuestra ciudad.
Han cambiado de sede hasta el día de hoy creo que cuatro veces.
En 1931, proclamada la Segunda República, España se convirtió en un estado laico. Determinados grupos políticos, aprovechando la actitud secular de la Iglesia Católica junto a los poderosos, dirigieron el descontento de parte de la población contra ella. En pocas horas, de forma premeditada, comenzaron a arder en todo el territorio iglesias, conventos, hermitas...
Gran cantidad de tesoros se perdieron por el fuego.
Otros robados.
Recordemos el Palacio del Obispo, cerca de la actual Casa Sacerdotal. Ropa, crucifijos, copones, etc fue saqueado por el lumpen.
Mi madre me contaba de pequeño que la figura de María del Colegio de los Franciscanos era nueva, pues la anterior fue destrozada. Sigue siendo, para mí, la imagen más bella de María.
Esto me costó un grave problema. Acostumbrado como estaba a ver la hermosa imágen, siendo alumno de párvulos en los Franciscanos, al retirarnos a clase, me quedé absorto al verla mas cerca que núnca. Un alumno de los últimos cursos me golpeó. Yo me negaba a arrodillarme ante un ser tan dulce. Regresé a clase y fui castigado fisicamente hasta que mis dedos comenzaron a sangrar.
Así se convencía a los que van por libre.

Afortunadamente, hoy corren otros vientos. Hace pocos días asistí a la boda de la hija de mi mejor amigo. Ella y su esposo han sido de los scouts . El oficiante los conoce desde hace mucho: ocho años, me dijo. Son gente comprometida y alegre. Representan una sociedad de convivencia que hace pensar que nunca más volveran a incendiarse iglesias ni a destrozarse tesoros sean representativos de una religión u otra. Tras la boda, me dirigí a aquel joven sacerdote y me presenté. Le conté que era un admirador de Gastón Castelló. El altar de la capilla estaba decorado por este alicantino sin par. Amablemente me contó la historia que yo conocía. Me nombró los siete niños que rodean la figura agrandada por la perspectiva de la "almendra" de un Jesus sonriente y hermoso.
¡Que grande era Gastón!
Los ojos..., las manos..., el conjunto enamora a cualquier entusiasta del arte. Y a cualquier admirador de la figura de Jesús. Amaos los unos a los otros.
Le conté al amable sacerdote que yo conocía a dos de los modelos que uso Gastón para realizar el maravilloso altar. Uno de ellos es un gran alicantino. Paco Huesca. Para mí, grande entre los grandes. Otro es un hombre muy implicado en la Semana Santa Alicantina, Eduardo Martinez.
Al resto los desconozco.
Sería hermoso que se identificaran los modelos. Todos eran estudiantes de los Maristas en los años cincuenta y tantos. Comenté con el sacerdote que conservaba en mi casa la foto de comunión de mi padre así como el recordatorio y el programa de actos celebrados aquel lejano 2 de mayo de 1923, en la Iglesia de Santa María. Le comenté que mi padre tocaba el violin y formaba parte del coro. Que su pieza preferida era el "Ave María" y que casualmente buscando información para este trabajo, había encontrado en YOUTUBE el acto celebrado en el Centenario Marista en que un barítono entonaba una de las piezas más hermosas de la historia.
Ojalá, dentro de cien años, pueda volver a oirse esta pieza en este lugar.

ANECDOTAS

La almendra con la pintura de Gastón fue envuelta cariñosamente y trasladada de una sola pieza desde la calle de la Estación hasta el actual emplazamiento. La capilla fué construida a su alrededor. El conjunto de la "almendra" y las vidrieras son dignos de visitarse.
Si contemplamos el conjunto, podemos ver una dulce y pequeña imagen de Maria, a la izquierda del altar. En la zona curva, en la almendra, y de izquierda a derecha tenemos a Justo y Pastor, Dominguito del Val, Tarsicio y la figura central, Jesús, Luis Gonzaga, Juan Berchmans y Domingo Savio. A la derecha de la obra de Gastón vemos un Jesús crucificado.
El conjunto tiene tres parte principales: a la izquierda de Jesús, vemos a cuatro mártires. Justo y Pastor cerca del actual Madrid, Dominguito del Val en Zaragoza y Tarsicio en Roma. Al otro lado de la figura de Jesús, tenemos a Luis Gonzaga, Juan Berchmans y Damingo Savio. Los tres murieron jóvenes y habían destacado por sus fuertes convicciones y su intelegencia y entrega. Todos fueron santificados.
En los Maristas se publicaba una revista: "Chasca". El número 42 de diciembre de 2001 contiene varios artículos de esa gente que va a cargar las pilas con Juan Berchmans, luchando por los demás donde más falta hace. Como los verdaderos heroes del siglo XX. El editorial no tiene desperdicio. Cualquier ser humano lo suscribiría. Es un canto a la vida y a la paz, que podría ser eterno.
Ni le sobran ni le faltan palabras.
Es en su quinta página donde yo empecé a leer la revista. El Hermano Francisco Báscones Peña escribe un relato sobre Gastón Castelló y su obra para el colegio de los Maristas. Digno de leerse.
En las fotos adjuntas hay tres partes: el primer colegio con mi padre sobre el mapa de España, con fotos de pose de los alumnos (mi padre es el abanderado y el que toca el violin). Son del año 1921; la segunda parte pertenece a la comunión de 1923, con la foto de Miguel, el recordatorio y los actos a celebrar en Santa María (si os fijáis, veréis muchos nombres de alicantinos conocidos); la tercera parte es la actualidad. Una foto de la boda y el detalle del altar y sus figuras de una en una.
Un detalle final.
En la ceremonia de la comunión cantó mi padre junto a otros compañeros: uno de ellos el que sería famoso baritono Luis Sagi Vela. Tambien, en otro momento, ya en la tarde, cantó Emilio Sagi Barba. Este nació en 1876, en Mataró y vino a morir en 1949 en Polop de la Marina. Fué un gran baritono que hasta su muerte tuvo la provincia de Alicante como sitio para vivir y descansar. Un precursor.
No soy religioso.
Siempre he respetado a quien lo es. Siempre que respete mi libertad. En este trabajo quiero destacar el centenario de unos buenos vecinos en nuestro Alicante y la amabilidad del sacerdote que ofició la boda que me permitió acabarlo. Además de destacar el recuerdo imborrable que dejó en mí Miguel Pérez Pérez, alicantino, alumno marista, perito mercantil, ingeniero industrial, delineante, Capitan de Leal Ejercito de la República Española y represaliado hasta su muerte en 1968.
Cada vez comprendo mejor, gracias a él, que el más revolucionarío es el más demócrata.

Eusebio Pérez Oca