Hace un año, se habló en Alicante Vivo del Festival de Benidorm (el nombre oficial era Festival Español de la Canción de Benidorm), de sus comienzos y de las figuras que a través de los años, fueron pasando por él y alcanzando la fama. Ahora nos vamos a centrar en algunas particularidades de sus comienzos.
En los últimos años 50, Benidorm iba despejando su futuro y ya se tenía muy claro que era el turismo, en esos años, además de las pequeñas pensiones y hostales y algún que otro hotel algo más grande (véase la foto del bonito Hotel Planesia), se iban viendo acompañados, con la edificación progresiva de otros establecimientos con una arquitectura más moderna (por ejemplo el Gran Hotel Delfín) y por bloques de apartamentos, que aún no habían iniciado la guerra por la conquista del más alto. Recuerdo una postal muy conocida durante años, de la calle Martínez Alejos y el “Edificio Ronda”, como símbolo de modernidad del nuevo Benidorm.
Además de las nuevas edificaciones, se empezaron a arreglar diversas calles del Casco Antiguo, otra de las postales más famosas fue la del carreró del Gat, aquí aún en estado previo a su arreglo final (arcos de ladrillo y tejaditos posteriormente incluidos):
En este contexto, nació el Festival de Benidorm, para dar a conocer fundamentalmente al resto de España, la villa turismo.
En primer lugar decir que el primer festival se celebró durante tres sesiones, los días 9,10 y 11 de Julio de 1959 en el “marco incomparable” del Manila Park, jardín de fiestas, que se acondicionó al efecto para dar cabida a casi 4.000 personas, mediante “41 filas de sillas más una gran tribuna en grada, que limita con el bosque de olivos adyacente, dispuestas a tal efecto”. Las entradas tenían precios “populares” : 50 pesetas (de hace 50 años).
En aquel primer día, las calles de Benidorm, parecieron “hincharse de docenas y docenas coches, procedentes de toda España”, no sólo trayendo a destacadas personalidades del mundo del arte, a técnicos, jerarquías y organizadores, así como a gran cantidad de periodistas de todos los diarios madrileños y muchos corresponsales del extranjero, sino también a multitud de personas, que ocuparon en muchedumbre el aforo del Manila Park.
También se decía que “con un día espléndido y una noche gloriosa, tanto por el clima, como por el triunfal suceso artístico que ha constituido la primera jornada del Festival, Benidorm ha reverdecido su fama de hospitalidad y de sus bellezas”.
Entrada la tarde, la presencia en las terrazas de los cafés de algunos de los artistas, despertó no poca expectación. Hubo firma abundante de autógrafos, peticiones de fotografías con simpáticas dedicatorias y un continuo ir y venir en grato paseo a la orilla de la playa.
En esa primera noche, se interpretaron muchas canciones, unas que estaban premiadas con accésits , otras 20 que eran las finalistas y un grandioso fin de fiesta fuera de concurso .
Naturalmente, han pasado 50 años y muchos de esos cantantes y de esas canciones, cayeron en el olvido, otros en cambio aún siguen en la memoria de la gente. Se da la circunstancia que muchos de los cantantes, hicieron doblete e incluso triplete, es decir que realmente era un festival de canciones y no de cantantes. Entre las que han perdurado en la fama se encuentran: Don Quijote, por José Guardiola, Un telegrama por Monna Bell (quizás al alimón en su versión más conocida por Los Cinco Latinos) y La montaña por ambos, Monna Bell y José Guardiola.
En el segundo día, se volvieron a pasar las 20 canciones seleccionadas, pero no por el mismo orden y lo que es más importante: cantadas por diferentes intérpretes, para apreciar mejor los matices de cada composición,
Así mismo todas las canciones fueron grabadas en cinta magnetofónica, para que el jurado las pudiera oir cuantas veces fuera necesario y así y mediante el "sistema Goncourt", procederían a votar, hasta discernir la premiada.
Y llegó el día final: el sábado 11 de Julio de 1959, el jurado dictaminó que la canción ganadora era Un telegrama, de los “madrileños” Alfredo y Gregorio García Segura (naturales de Cartagena), Don Quijote de Augusto Algueró y Guardia, se llevó el octavo premio y La montaña de los mismos compositores el sexto premio.
Una curiosidad, es que los premios estaban donados por diversas instituciones y empresas: desde el ministro Secretario general del Movimiento, que concedía el primer premio de 100.000 pts para los compositores y 50.000 para los intérpretes, hasta el último accésit de 5.000 pts, fueron donados por Domeq, Mayonesa Musa, la emisora de radio La voz de Alicante, el Diario Información, los almacenes Flomar, La voz de Madrid, el Sindicato del Espectáculo, La SGAE (sí, ella...), el Ministro de Educación nacional o la Diputación de Alicante y el Gobierno Civil de la provincia.
Muy curioso el elenco de personas que intervinieron en Comité de Honor del Festival...
En definitiva, un sonado éxito de crítica y público que ensalzó las bondades de Benidorm como capital “de la Costa de la Luz” (por lo visto, no sabían si ponerle eso o Blanca) y que fue acrecentado por el éxito de la canción ganadora que tuvo varias versiones, la de la propia Monna Bell:
El Festival siguió en 1960 su triunfal camino y entonces Comunicando de Arturo Millán, fue su ganadora:
Para la ocasión, los artistas Manuel Baeza y Gila, crearon respectivamente, para el Diario Información, Un banner y un chiste:
En los últimos años 50, Benidorm iba despejando su futuro y ya se tenía muy claro que era el turismo, en esos años, además de las pequeñas pensiones y hostales y algún que otro hotel algo más grande (véase la foto del bonito Hotel Planesia), se iban viendo acompañados, con la edificación progresiva de otros establecimientos con una arquitectura más moderna (por ejemplo el Gran Hotel Delfín) y por bloques de apartamentos, que aún no habían iniciado la guerra por la conquista del más alto. Recuerdo una postal muy conocida durante años, de la calle Martínez Alejos y el “Edificio Ronda”, como símbolo de modernidad del nuevo Benidorm.
Además de las nuevas edificaciones, se empezaron a arreglar diversas calles del Casco Antiguo, otra de las postales más famosas fue la del carreró del Gat, aquí aún en estado previo a su arreglo final (arcos de ladrillo y tejaditos posteriormente incluidos):
En este contexto, nació el Festival de Benidorm, para dar a conocer fundamentalmente al resto de España, la villa turismo.
En primer lugar decir que el primer festival se celebró durante tres sesiones, los días 9,10 y 11 de Julio de 1959 en el “marco incomparable” del Manila Park, jardín de fiestas, que se acondicionó al efecto para dar cabida a casi 4.000 personas, mediante “41 filas de sillas más una gran tribuna en grada, que limita con el bosque de olivos adyacente, dispuestas a tal efecto”. Las entradas tenían precios “populares” : 50 pesetas (de hace 50 años).
En aquel primer día, las calles de Benidorm, parecieron “hincharse de docenas y docenas coches, procedentes de toda España”, no sólo trayendo a destacadas personalidades del mundo del arte, a técnicos, jerarquías y organizadores, así como a gran cantidad de periodistas de todos los diarios madrileños y muchos corresponsales del extranjero, sino también a multitud de personas, que ocuparon en muchedumbre el aforo del Manila Park.
También se decía que “con un día espléndido y una noche gloriosa, tanto por el clima, como por el triunfal suceso artístico que ha constituido la primera jornada del Festival, Benidorm ha reverdecido su fama de hospitalidad y de sus bellezas”.
Entrada la tarde, la presencia en las terrazas de los cafés de algunos de los artistas, despertó no poca expectación. Hubo firma abundante de autógrafos, peticiones de fotografías con simpáticas dedicatorias y un continuo ir y venir en grato paseo a la orilla de la playa.
En esa primera noche, se interpretaron muchas canciones, unas que estaban premiadas con accésits , otras 20 que eran las finalistas y un grandioso fin de fiesta fuera de concurso .
Naturalmente, han pasado 50 años y muchos de esos cantantes y de esas canciones, cayeron en el olvido, otros en cambio aún siguen en la memoria de la gente. Se da la circunstancia que muchos de los cantantes, hicieron doblete e incluso triplete, es decir que realmente era un festival de canciones y no de cantantes. Entre las que han perdurado en la fama se encuentran: Don Quijote, por José Guardiola, Un telegrama por Monna Bell (quizás al alimón en su versión más conocida por Los Cinco Latinos) y La montaña por ambos, Monna Bell y José Guardiola.
En el segundo día, se volvieron a pasar las 20 canciones seleccionadas, pero no por el mismo orden y lo que es más importante: cantadas por diferentes intérpretes, para apreciar mejor los matices de cada composición,
Así mismo todas las canciones fueron grabadas en cinta magnetofónica, para que el jurado las pudiera oir cuantas veces fuera necesario y así y mediante el "sistema Goncourt", procederían a votar, hasta discernir la premiada.
Y llegó el día final: el sábado 11 de Julio de 1959, el jurado dictaminó que la canción ganadora era Un telegrama, de los “madrileños” Alfredo y Gregorio García Segura (naturales de Cartagena), Don Quijote de Augusto Algueró y Guardia, se llevó el octavo premio y La montaña de los mismos compositores el sexto premio.
Una curiosidad, es que los premios estaban donados por diversas instituciones y empresas: desde el ministro Secretario general del Movimiento, que concedía el primer premio de 100.000 pts para los compositores y 50.000 para los intérpretes, hasta el último accésit de 5.000 pts, fueron donados por Domeq, Mayonesa Musa, la emisora de radio La voz de Alicante, el Diario Información, los almacenes Flomar, La voz de Madrid, el Sindicato del Espectáculo, La SGAE (sí, ella...), el Ministro de Educación nacional o la Diputación de Alicante y el Gobierno Civil de la provincia.
Muy curioso el elenco de personas que intervinieron en Comité de Honor del Festival...
En definitiva, un sonado éxito de crítica y público que ensalzó las bondades de Benidorm como capital “de la Costa de la Luz” (por lo visto, no sabían si ponerle eso o Blanca) y que fue acrecentado por el éxito de la canción ganadora que tuvo varias versiones, la de la propia Monna Bell:
El Festival siguió en 1960 su triunfal camino y entonces Comunicando de Arturo Millán, fue su ganadora:
Para la ocasión, los artistas Manuel Baeza y Gila, crearon respectivamente, para el Diario Información, Un banner y un chiste:
Info: Diario Información.
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