Nos contaba nuestro gran amigo y Miembro Honorífico de Alicante Vivo, don Enrique Cerdán Tato en su GATERA de 1996, que durante el mandato municipal del general Julio Suárez-Llanos y dos años antes de que se diera luz verde a «Les Fogueres de Sant Joan», se fundó una obra benéfica: La Gota de Leche.
Su objetivo fundamental «era atender a la lactancia de unas pobres criaturas que sin ella morirían indefectiblemente y que con ella salvarán la vida». Para allegar recursos a dicha institución, se celebraban anualmente unas verbenas, cuyos beneficios se dedicaban íntegramente a «La Gota de Leche».
Muchos alicantinos aún las recordarán. Solían tener lugar en el paseo o paseíto de Ramiro (en realidad en el jardín de Ruiz Corbalán, construido en el centro de la referida plaza). La primera de ellas, se organizó en 1926. Había una tómbola «con un sinfín de valiosos regalos con los que el pueblo de Alicante contribuía a la manificencia del festival», puestos de repostería, bailes (el schotis, «con un manubrio cascabelero») y ritmos modernos y estrepitosos al compás de un jazz-band. También diversos concursos, entre los que destacaba, además del de peinados femeninos, el de mantones de Manila, cuyo jurado, compuesto en aquella primera ocasión, por los señores Luciánez, Botella (Juan), Irles, Guillén y Varela, tenía que dilucidar lo suyo, para la concesión de los correspondientes premios. Para ello ayudaba mucho los generosos donativos que realizaba la familia Prytz.
Uno de los muchos donativos que realizaba a la ciudad, la familia Prytz. Extraído de "La Gaceta de Alicante", 1940. Cortesía de Alfredo Campello
Era el técnico municipal Andrés Aracil quien se responsabilizaba de la decoración de los jardines, con bombillas de colores y farolillos venecianos, para que el marco de tales celebraciones, resultara atractivo. Nosotros, como probablemente tantos otros, recordamos cómo en la posguerra, en los años cuarenta, se reanudaron tales verbenas, en el mismo lugar de su origen y también en el castillo de San Fernando.
Según el alcalde Suárez-Llanos, la institución benéfica se inauguró el uno de octubre de 1925 y hasta el treinta de junio siguiente, se suministraron a los cientos sesenta y seis pobres y a los treinta y seis pudientes, un total de treinta mil trescientos sesenta litros de leche, setecientos doce kilos de azúcar, cinco mil seiscientos sesenta biberones, mil novecientas dieciocho tetinas de goma y doscientos cestillos. Los presupuestos de los años 1926 y 1927 fueron respectivamente de 17.680 pesetas y de 27.500 pesetas.
El cronista de «El Noticiero del Lunes» escribía en agosto (mes en que solían celebrarse las verbenas) de 1928: «Allí se han congregado las autoridades, damas distinguidas, bellísimas señoritas, y con ellas, familias modestas, gentes de posición humilde, diríase ante esta simpática promiscuidad de clases sociales que Alicante entero, a requerimiento de la caridad, patentizaba su propensión a la bendita igualdad y a la santa democracia (...)».
De antología.