El Cabo Cervera, situado en Torrevieja, ha sido uno de los puntos más “calientes” a lo largo de la historia.
Muchas y muy curiosas eran las peripecias que ocurrían en la red de torres vigías allí existentes, indispensables para la supervivencia de los pueblos costeros.
Foto extraída de la web www.ahsa.org
Entre todas aquellas torres, la más antigua y llamativa fue la Torre de las Salinas. Los continuos ataques piratas y la natural corrupción de sus materiales, la obligaron a reparaciones casi constantes. En 1320 se realizó una de tantas modificaciones, de la que tenemos anécdotas muy peculiares.
¿Nos acompañan?
Resulta que el Concejo de Oriola instó al Baile General (que como supongo sabrán, no era un tipo de Lambada, sino el Juez de los pueblos durante la Corona de Aragón) a que “la inspeccionara y reparara”. El Baile, que vivía en Elche, acató la orden ni corto ni perezoso, acudiendo al Cabo Cervera con todo su séquito. Inspeccionaron la edificación romana de seis arcos y acordaron su restauración: sustituir su antiguo fuerte de madera por uno de mampostería y colocar una valla metálica a su alrededor para que los bañistas no se hicieran daño con ella.
¡Qué atentos eran los jueces de antaño!
Pero claro…, todo esto requería dinero.
Y soltar "la pela" duele más que la almorrana de un ciclista.
Decidieron pues que a ellos no les correspondía pagarlo. ¿Cómo lo solucionaron? Pues acusando a los pastores manchegos que allí transitaban en invierno con sus rebaños del deterioro de la Torre. Por ello, cada humilde pastor tenía que pagar una cabeza de ganado por cada mil que llevara a las lagunas cercanas.
Y es que la Torre de las Salinas tuvo que ser muy importante y poderosa, ya que disponía de propia guarnición de barcos. En 1321, unas naves moras procedentes de África atacaron la isla de Tabarca. La señal de auxilio llegó hasta Cabo Cervera y desde allí partió una expedición naval reforzada con barcos de Guardamar, que consiguió alejar a los moros de nuestras tierras.
Torre Vigía de La Mata. Foto extraída de www.castillos.net
Al ser zona fronteriza entre Castilla y Aragón, la Torre también sufrió embates del propio Pedro I de Castilla. Como parece ser que en aquella época no había otra cosa que hacer que organizar guerras y batallitas, el tahullas de Pedro desembarcó en Cabo Cervera y mató a los 10 arqueros que la defendían.
¡Chulo que era el muchacho!
Para colmo, entre guerra de sucesion y guerra de sucesion, la Torre también debía enfrentarse a los designios divinos. En 1386 llegó la Peste de Anginas, una terrible enfermedad que asoló la comarca con su mortandad. El rey, compadecido por los “llantos y lutos”, dio una cédula implorando a Dios para que acabara con dicha plaga.
¡Supongo que el bueno de Dios pasó del tema!
Por último, asombro nos da saber que en 1400, el rey Martín el Humano concedió un singular privilegio a todos los guardianes de Cabo Cervera, en el que los eximía de todos los delitos que cometieran.
Bueno…
Todos menos los delitos cometidos contra: el propio Rey (era monarca, pero no gilipollas), la Iglesia (con el clero hemos topao), el asalto a caminos (el rey tenía miedo de que acabaran con el “negocio” de la trashumancia) y el sexo anal practicado entre hombres.
Lo juro.
¡Como si el culo entendiera de sexos o clases sociales!
Todo lo demás estaba permitido: robar, violar, matar y mentir.
Torrevieja. Foto extraída del libro "El Ojo del Tiempo en la Provincia de Alicante"
La pesca en la zona de Torrevieja ha sido siempre muy apreciada. Tanto es así, que en 1402 acaeció uno de los mayores temporales marítimos de la historia, que anegó la costa de algas y porquerías, que imposibilitaban la pesca. Se produjo entonces el pago de trigo y vino a dos moros para que limpiaran la zona.
Para eso sí queríamos a los moriscos, ¿verdad?
Me temo que hay cosas que no cambian nunca.
Sin embargo, a pesar de su importancia, poco sabemos del significado del nombre del susodicho cabo. “Cerver” podía estar relacionado con las lagunas adyacentes. A estos humedades acudía la trashumancia manchega. También acudían los herbívoros salvajes, aprovechando la abundante hierba. En épocas remotas, los ciervos pacían en los herbazales, junto con los leones.
Sí, sí.... habéis escuchado bien.
Leones.
Este “Cabo Cervera” seguramente nos indica la presencia de ciervos en nuestras tierras, al igual que los topónimos Llobera, Aguilera y Corbera hacen referencia a lobos, águilas y cuervos.
Fuentes:
Algunos fragmentos han sido extraídos de un texto de Juan Luis Román del Cerro.
Diario Información.