La sociedad de finales de aquel siglo estaba demasiado estructurada en clases jerárquicas.
Xixonencas con el vestido del país. (Foto cedida por Bernat Garrigós)
El paso de una sociedad agrícola a una sociedad en desarrollo, se produce a lo largo del siglo XX con diversos altibajos: el vaivén de las diferentes circunstancias políticas del país y el desarrollo industrial de la provincia, especialmente Alcoi, Ibi, Xixona y Alicante.
Damas de la Alta Burguesía alicantina, en los primeros años del siglo XX
La nobleza mantenía su fuerza a través de lazos familiares, siendo siempre el cabeza de familia el que dirigía no sólo la hacienda y las propiedades, sino también la vida familiar.
La esposa, hijos, criados y sirvientes, estaban bajo el poder patriarcal del propietario.
Los balnearios formaron parte de la diversión de las jóvenes a principios del siglo XX, aunque siempre debían ir acompañadas por "mayores" al acercarse a tomar los saludables baños del Postiguet.
La burguesía comercial creció alrededor del mundo de los negocios con pequeños establecimientos, al principio en ciudades y pueblos de la comarca, que más tarde se convirtieron en empresas de exportación de los productos agrícolas locales (vinos y frutas) o en pequeñas fábricas dedicadas a la elaboración y desarrollo de materias primas. Telares, turroneras y cerámicas fueron las que más se extendieron por la comarca siempre en empresas de marcado carácter familiar.
Las fiestas populares daban ocasión a las agrupaciones de mostrar su fantasía en la creación de disfraces (Agrupación Cultural Lloixa)
La mujer tenía en ese ambiente un papel de regidora del hogar, aunque sin acceder en ningún momento a la toma de decisiones, que correspondían al padre, esposo o varones de la familia en primer lugar. Sólo participaba en pequeñas reuniones sociales contribuyendo al prestigio del marido, cuando el nivel económico del grupo iba en aumento.
Grupo de jóvenes en la escalinata del paso elevado del Paseo de Gomis. 1920. (AMA)
En las clases medias urbanas, los profesionales liberales formados en la Universidad tenían su propio mundo, en la que la profesión del padre (médico, abogado, ingeniero…) estructuraba la familia. El trabajo de la mujer se ceñía al hogar y cuidado de los hijos. Solamente los días de fiesta podía dar un paseo por la ciudad, una visita a los balnearios del Postiguet o asistir a una función en el Teatro Principal.
Ir a por agua cada día era una de las tareas domésticas más importantes, a la que contribuían con sue sfuerzo las mujeres. 1944 (Sánchez, AMA)
En un medio mucho más amplio se desarrollaban las clases populares, tanto rurales como urbanas. A lo familiar había que sumar el contacto y la convivencia con los vecinos y en el medio rural los campesinos que trabajaban la tierra tenían una relación mucho más cercana y solidaria.
Mujeres de Xixona en el lavadero de Alecua, situado a escasa distancia de la población. Principios del siglo XX (Foto cedida por Bernat Garrigós)
La mujer colaboraba en las faenas agrícolas, trabajaba en fábricas o se llevaba el trabajo a casa, además de ocuparse de la limpieza del hogar, cocina, lavado de ropa, cuidado de enfermos y ancianos y la cría de animales para el consumo humano (gallinas, conejos, pollos…) Todas estas faenas se repartían entre las mujeres de la familia, aunque la evolución en estos aspectos había sido notable a lo largo del siglo XX.
Los interminables lutos condicionaban la indumentaria habitual de la mujer. 1920 (AMA)
La creación de escuelas en pueblos y ciudades dio un gran empuje a la situación de la mujer. La obligatoriedad de la enseñanza primaria fue un gran avance en la lucha contra el analfabetismo, con lo que la participación de la mujer en la sociedad llegó no sólo a las actividades culturales, sino también a las actividades públicas, hasta el punto de participar en la vida de los Ayuntamientos formando parte de la corporación.
Pareja de amigas de paseo por el castillo. 1920 (AMA)
La creación de una sociedad más abierta permitió que la mujer se integrara en aspectos hasta entonces inéditos: equipos femeninos deportivos, asociaciones culturales y políticas, ingreso en carreras universitarias…. Desembocando en una nueva y esperanzadora realidad para la mujer alicantina.
Pero eso lo veremos en el próximo artículo
Era frecuente ver mujeres llevando fardos sobre su cabeza, ante las dificultades de transporte durante la postguerra. 1942. (Sánchez, AMA)
Campesina dando de comer a las gallinas. 1940 (Sánchez, AMA)
Una tarde en el campo con motivo de la Padcua. Son niñas de Aigües. (Foto cedida por José Ramón Giner)
Mujeres con mantilla en 1951, en Mutxamel (Familia Monllor)
El contacto con el campo y la naturaleza empezó a formar parte de las actividades docentes. Excursión infantil en 1960 (AMA)
Equipo de hockey femenino del Club Atlético Montemar. Años 50 (AMA)
info: MARIA JOSÉ RAMÓN-BORJA
"MEMORIA GRÁFICA DE ALICANTE Y COMARCA"
DIARIO INFORMACIÓN