29 mayo 2008

DAMA SÓLO HAY UNA.... ¡Y A TÍ TE ENCONTRAMOS EN LA ACEQUIA!

Mañana del 4 de Agosto de 1897.
40º a la sombra (más o menos).
Los obreros que trabajan para Manuel Campello en La Alcudia (Elche) sudan la gota gorda.
-¡Quina calor, noi!
-¡La Mare de Deu!
Están convirtiendo el terreno en regadío, nivelando el suelo.
De pronto aparece en la tierra una figura muy bien conservada.

Deciden llevársela a casa del señor; don Manuel, para ellos.
Reciben un "gracias" y una paloma fresca para calmar la sed.
Tres semanas más tarde, un marchante del Museo del Louvre llamado Pierre Paris la compra por 5200 pesetas.
Y se la lleva a Francia, por supuesto.
Merci beaucoup.
¡No son nadie los franceses en eso de expoliar riquezas arqueológicas de medio mundo!
Ya os podéis imaginar la cara de idiotas que se nos quedó a los españoles, adormecidos siempre ante nuestro patrimonio histórico y cultural.
-Nos han robado los gabachos.
Pues sí...
Nos la quitaron por 4 duros.
Para colmo, Pierre Paris declaró en Francia: "pocas ciudades había en el mundo cuyos hijos fuesen tan sensibles al pasado".
Todavía más cara de idiotas.
Reclamamos su devolución.
El Louvre contestó: "¡Tararí que te ví!"
O lo que es lo mismo: "¡Santa Rita, Rita; lo que se da....!"
Sin embargo, llegó la II Guerra Mundial. El nazismo sembraba el pánico por toda Europa y estaba dispuesto a invadir Francia. En vista de que pintaban vastos, decidieron devolver nuestra dama a España.
Pero como todos sabemos, su viaje no terminó en Elche. Sino en Madrid; primero en el Museo del Prado y luego en el Arqueológico.
¿Cuando descansará en paz en su natal Illice?
Quizá nunca...

Elche es uno de los lugares arqueológicos más importantes de nuestro país. Su envidiable marisma, repleta de pescado y hierba de pasto, la convirtió en un emplazamiento envidiable para las antiguas civilizaciones y los pastores trashumantes.
Su historia empezó 5000 años antes, en la "Cueva de las Arañas del Carabassi", un saliente rocoso cercano a la playa de los Arenales de Sol. Allí se encontraron los primeros restos arqueológicos y pinturas rupestres. Y es que la Edad de Bronce era época de luchas , batallas y espadas , de guerras y pillajes. Todos los pueblos se amurallaron: incluida La Alcudia.
Antaño la Alcudia fue como la Troya en Oriente: una ciudad arrasada por cartagineses, romanos, visigodos y árabes, pero reconstruída otras tantas veces.
Su gran cantidad de tesoros antiguos podéis verlos en el museo y yacimiento de La Alcudia.
Vayan ustedes y descubran algo tan maravilloso; tan cercano pero tan desconocido.
Será la única manera de librarse de la maldición.
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...........
¿Cómo?
¿Que no saben ustedes lo de la maldición?
Hay una leyenda que reza que todo aquel alicantino que no visite el hogar de nuestra sagrada Dama, cometerá sacrilegio y su espíritu vagará eternamente sin descanso, junto al de la Dama, hasta que ella vuelva al lugar en el que aquellos dos sudorosos tahullas la encontraron un buen día de verano.

Fuentes: Algunos fragmentos han sido extraídos del texto "Illice: La Capital Ibérica", de Juan Luis Román del Cerro

 
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