Disminuir texto
Publicado por Jesús
Las calles de nubes son altocúmulos undulatus que forman un patrón regular que puede cubrir vastas áreas con filas de nubes paralelas y espaciadas. Estas calles son formadas cuando hay una clara convección bajo una inversión térmica bien marcada. Es un pequeño pero complejo sistema convectivo helicoidal que se produce en grandes planicies y océanos que si bien es fácil de apreciar en imágenes satelitales, no lo es tanto desde la superficie. Se caracterizan por una forma de espina de pez desde donde se van ramificando las calles.
Cuando la velocidad del viento se incrementa con la altura es muy común tener ondas de sotavento formando un ángulo recto con las calles nubosas. Allí donde el flujo de la onda está ascendiendo las calles debajo de él se fortalecen y las líneas nubosas se pueden ampliar. En la zona de la descendencia ondulatoria, las calles pueden dejar de funcionar o incluso morir, creando un llamativo efecto de ramificación.
Vale, pero ¿y esto que significa? Pues bien que solo si se dan estas condiciones aparecen estas curiosas calles:
Debe existir una situación de inversión térmica, donde el aire próximo a la tierra es mas frio que el que hay en altura que se encuentra bajo una gran estabilidad, esto suele suceder en invierno, seguro que habréis visto alguna vez como el humo de una chimenea llega a una altura y ya no puede subir más, como si hubiese una tapadera y se expande hacia los lados.
Un ejemplo próximo lo tenemos en las cementeras de San Vicente, en situaciones de inversión y viento de poniente el humo llega a una altura y luego se expande paralelo a la tierra llegando incluso hasta Benidorm. Esos días podemos tener mínimas bajo cero en la costa y los valles, y valores positivos en las cimas de las montañas.
La otra condición es que aparezca una corriente de aire caliente y húmedo en superficie que ascienda y que a determinada altura choque con la capa de inversión condensándose y formando nubes. Al no poder subir tienden a expandirse hacia los lados pero la fuerza con que la nube de al lado empuja a esta hace que solo se puedan expandir en paralelo en la misma dirección del aire predominante formando estos estrechos cúmulos.
Posteriormente y a causa de la orografía, se forman ondas de montaña que arrastran lateralmente las calles creando flecos y haciendo que las principales sobrevivan y las más débiles queden sin salida.
Vamos que no todos los días se puede ver un cielo así sobre Alicante.
En este caso las imágenes fueron tomadas desde la ladera de la sierra del Maigmo, próximo a la zona de Planisses donde la brisa de levante que llegaba a través del cauce del Montnegre, ascendió por las pendientes del Maigmo dándose las condiciones necesarias para esta excepcional situación, que si bien es muy común en la zona, para disfrute de los parapentistas, no es habitual encontrarlas con una definición y amplitud como la sucedida aquel día de abril de 2006.
De hecho estas imágenes fueron publicadas en la Revista del Aficionado a la Meteorología (numero 42, Junio-Julio-Agosto 2006) por lo excepcional de la formación y por ser una de las pocas veces que se ha fotografiado desde tierra en España un fenómeno que suele ser eventual y muy difuso.
FOTOGRAFIAS: JESUS SANCHEZ
