Marzo-Abril de 1939.
Ha terminado la terrible Guerra Civil.
Durante la contienda, Alicante siempre se ha mostrado fiel a la República.
Miles de soldados se hacinan en el puerto. Quieren abandonar España, pero los barcos no entran a salvarlos.
Ya es tarde.
Las tropas nacionales, es decir, soldados italianos mezclados con fascistas españoles de camisa azul, los hacen prisioneros.
Entre una doble fila de soldados que les apuntan con fusiles y metralletas, son conducidos al "Campo de los Almendros", a la Plaza de Toros, al Cine Ideal o al Castillo de Santa Bárbara.
Sí. Al Castillo de Santa Bárbara.
Comienza la victoria, que durará cuarenta años
En octubre del 2003, el Ayuntamiento publicó unos folletos hablando de la rehabilitación del Castillo. Se contaba la historia de la fortaleza; pero sorprendentemente se detenía en el siglo XIX y se reanudaba en los años 60. Evidentemente, entre los años 36 y el año 60, la historia no existía para el Partido Popular de Alicante.
Las imágenes y los textos que acompañan este artículo deberían servir algún día para aclarar ideas a los que protestan por la reivindicación de la Memoria Histórica.
Estamos convencidos que nuestros gobernantes locales no quieren recordar lo que ocurrió.
Llevan setenta años robando trozos de historia; deseando que la sociedad alicantina padezca Alhzeimer Galopante al compás de toros y pachangas populares.
Pero soplan nuevos aires.
Es momento de recordar todo lo ocurrido.
Sin acritud.
Pero sin miedo.
Todos aquellos que hemos visitado el Castillo a lo largo de nuestra vida, hemos visto las siguientes inscripciones grabadas en el suelo de la fortaleza.
Están situadas en una de las zonas más bonitas de lugar. Irónicamente, en el balcón desde el que se divisa toda la bahía y el Puerto
Nadie me contó jamás qué eran o quién las había escrito; la historia reciente de Santa Bárbara estaba oculta bajo un manto de miedo y represión.
Tuve que esperar a ser adulto para darme cuenta que no fueron hechas por gamberros descerebrados.
Por suerte, mi hijo de 7 años ya sabe parte de la historia.
Ese tiempo ya lo hemos ganado.
Son los buenos momentos que se avecinan.
Duela a quien duela

