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Desde la Estación de Benalua, el ferrocarril de los andaluces comunicaba con la Vega Baja. Los carruajes de la fotografía servían tanto para acomodar a los viajeros en las distintas fondas de la ciudad, como para transportarlos a los pueblos del interior.
La Rambla de Mendez Núñez entre 1900 y 1908. En los pasados siglos estaba surcada por la llamada Rambla de Canicia, y sobre la misma se edificó la muralla principal que defendía la ciudad desde el Benacantil al mar.
Al formarse el Arrabal de San Francisco, la muralla obstaculizó el tránsito entre la ciudad y sus barrios, por lo que fue derruida. Su hueco, una vez confirmado, resultó inmejorable para dedicarlo a paseo-salón, elevado sobre los escombros de la demolición.
Al formarse el Arrabal de San Francisco, la muralla obstaculizó el tránsito entre la ciudad y sus barrios, por lo que fue derruida. Su hueco, una vez confirmado, resultó inmejorable para dedicarlo a paseo-salón, elevado sobre los escombros de la demolición.
Tren Chicharra en Santa Faz (1908). Los pueblos de la Huerta se comunicaban con la ciudad mediante una linea de tranvías, en este momento de vapor, que posibilitaron no sólo un fácil acceso, sino también la construcción de barriadas periféricas desde el Pla a Vistahermosa.
A últimos del siglo XIX, el auge de la prensa tuvo su lógico reflejo en nuestra ciudad. A pesar de su corto número de habitantes, las publicaciones diarias eran más abundantes que en la actualidad. "El Graduador" fue uno de los periódicos de más larga vida; apareció en 1875, entró en la nueva centuria y acabó desapareciendo en 1922. "El Alicantino", diario integrista que años más tarde acabaría convirtiéndose en "El Nuevo Alicantino", fue durante el periodo que tratamos, el portavoz de un Círculo Católico Obrero de la ciudad. "La Federación", por su parte, era el órgano del Partido Republicano Federal. Logró también doblar la esquina del siglo XX para llevar una vida efímera de apariciones intermitentes. Una publicación importante de la época fue el "Boletín de la Cámara de Comercio de Alicante", que registraba las incidencias más importantes de la vida mercantil. Sus hojas, en ocasiones, se convertían en un auténtico escaparate publicitario del comercio y la industria ciudadana.
Con motivo de restituirse a su Monasterio la reliquia de la Santa Faz, el 14 de diciembre de 1890 se celebró una misa en la cúspide del "Cerro de los Ángeles", frente a la cruz de piedra.
Dos estampas del palafito inicial que sirvió de establecimiento al Real Club de Regatas de Alicante; en 1890.
El desarrollo de la actividad turística en Alicante, tuvo sus inicios en la década de 1890, precisamente cuando la facilidad de comunicaciones (derivada de la inauguración de la línea férrea con Madrid) trajo a Alicante contingentes de veraneantes en los famosos "trenes-botijo". Modestos teatros temporales nacieron como complemento recreativo.
Al servicio del turismo, surgieron en la Playa del Postiguet instalaciones balnearias que facilitaban la toma de baños, recomendada incluso con caracter terapéutico.
Con el cambio de siglo, la moda femenina introduce en Alicante sus nuevas líneas discretamente mostradas en los apacibles paseos de estos grupos de elegantes damas.
Fuente:
Alicante 1881-1980
Juan Luis Román del Cerro