Construido extramuros de la ciudad de Alicante, el Raval Roig nunca llegó a estar incluido en las murallas, ya que la expansión de la ciudad fue siempre hacia Poniente.
Constreñido entre el Benacantil y el mar, tras la expulsión de los moriscos en 1609 se conforma como barrio de pescadores. Su eje principal es la Calle de Virgen del Socorro, donde el 28 de Junio de 1585 se establecieron los Padres Agustinos, en la ermita que, anteriormente y según las crónicas, fue Casa de los Caballeros Templarios.
A pesar de ser ellos los que pusieron a la ermita el título de Nuestra Señora del Socorro, durante algún tiempo permaneció la primitiva advocación en lengua materna de la Mare de Deu del Lluc, por la imagen que allí se veneraba y que tomaba su nombre del Santuario de Lluc, en Mallorca. Su primer prelado fue Fray Balthasar Llopis, que tomó posesión el 10 de julio de 1585.
Calle de Jorge Juan y escalinata de Santa María, en la segunda década del siglo XX. La escalinata construida en 1916 y posteriormente retranqueada, daba acceso a la plaza de Santa María (Roisin, AMA)
Los pescadores del Raval Roig, agremiados en la Cofradía de San Jaime, tenían un puesto de honor en las procesiones de la Santa Faz, así como la oportunidad de representar el papel de las huestes musulmanas en las celebraciones de Moros y Cristianos.
Gentes arriesgadas, fueron muchos los que abandonaron la pesca de bahía, para enrolarse en embarcaciones de la Vila o El Campello y faenar en los caladeros africanos.
Debido a que el salario de estos pescadores era el único con el que se contaba para sustentar a sus familias, en el sorteo que se realizó en 1728 para prestar servicio en los Navíos del Rey, de los cincuenta y tres marineros útiles para este servicio, todos, sin excepción, o estaban ausentes o se declararon enfermos para no prestar dichos servicios.
Con problemas de abastecimiento de agua, se servían los habitantes del Raval Roig de la Fuente de la Goteta para sus necesidades, y no fue hasta 1749 cuando una Resolución Capitular aprobó la construcción de un grifo de agua para el servicio público.
Según los datos que existen sobre la población en 1756, el Raval Roig contaba con 82 casas y unos 300 habitantes, entre los que se encontraban 35 marineros, 16 jornaleros, 3 pobres, 1 cantero, 1 hornero, 1 tejedor, 1 tornero, 1 villutero, 3 zapateros, 1 atunero, 1 cirujano y 1 estanquero.
Debido a la insuficiencia de sus ingresos, desde principios de siglo XX, los pescadores comenzaron a simultanear su labor en las artes de la mar con la de los trabajos portuarios.
Así mismo colaboraban activamente en las Fiestas de Septiembre, que se celebraban en honor a la Virgen del Socorro y que datan de 1840, siendo por lo tanto una de las más antiguas de la ciudad.
Las danzas han sido parte importante de las Fiestas, y escritores como Vila i Blanco y Eleuterio Llofriu testimoniaron, en el siglo XIX, la importancia de estas celebraciones, que se remontan a 1830. Danzadores ilustres de esa época fueron la hija del Tío Porris, Manolico el Carnisser, la mujer del Tío Meríno, el Moreno de Illa y Xima la ballaora y su padre.
A partir de 1960, los intereses inmobiliarios de la promotora Yoraco, la docilidad de las corporaciones municipales y la desidia de los responsables culturales, permitieron que la Ermita del Socorro fuese derruida para levantar un garage.
Las ciudades, que suelen ser generosas a la hora de rotular sus calles y avenidas con nombres de sus munícipes, también deberían recordar de alguna forma a quienes fueron responsables de desaguisados tales como la destrucción de la ermita, y de tantos otros que hemos padecido en nuestra ciudad.
Paralelamente, el Raval Roig ha ido transformándose por completo, y se ha convertido, por su excepcional situación en la fachada marítima, en una de las zonas más cotizadas de Alicante.
La calle del Socorro con la Ermita al fondo. A la derecha, se observa la gran cantidad de "llauts" de pesca varados en la Playa (BGM)