Crónicas Tabarquinas 1: Sobre su nombre, antigüedad y descripción
Crónicas Tabarquinas 2: Sobre sus primeros dueños y su población definitiva
Crónicas Tabarquinas 3: Sobre la navegación por los alrededores
Crónicas Tabarquinas 4: Sobre los Fusilamientos en la islaCrónicas Tabarquinas 2: Sobre sus primeros dueños y su población definitiva
Crónicas Tabarquinas 3: Sobre la navegación por los alrededores
Crónicas Tabarquinas 5: Sobre el bloqueo y rendición de Nueva Tabarca
Sobre Carlos V y los piratas. Los orígenes del periplo tabarquino
Hay situaciones que parecen sacadas, más que de la realidad histórica, de un libro de aventuras. Los protagonistas principales de este libro serían Carlos I (1500-1558), Rey de España (1516-1556) y Emperador de Alemania (como Carlos V, 1520-1556), y los hermanos Barbarroja, famosos piratas que asolaban las aguas del Mediterráneo, incluidas entre ellas las zonas de Valencia, Alicante y Santa Pola.
Pues bien, el mayor de los hermanos Barbarroja era conocido por Oruch (que significa renegado), y el pequeño por Jaradín (Kheir-ed-Din). Oruch Barbarroja, en compañía de sus también famosos lugartenientes por sus correrías, como Salah Rais (Sinan-Rais), Cachi-Diablo y Dragut, llevaba a cabo innumerables ataques piratas principalmente en las costas italianas y españolas, donde causaban numerosos destrozos y se llevaban cautivos para después canjearlos mediante rescate.

Ataca y conquista Túnez reponiendo al anterior rey.
Y en 1541 intenta conquistar la plaza de Argel para neutralizar los ataques corsarios, pero esta vez no tiene éxito y debe retirarse. Cercana a la frontera entre Argelia y Túnez, en territorio tunecino, se encuentra la población de Tabarka, frente a la que estaba situada entonces, muy próxima a la costa, la pequeña isla del mismo nombre, hoy unida al puerto de la población mediante un estrecho istmo. Por esta situación estratégica, Carlos V la elige para construir un presidio custodiado por una guarnición de soldados.
Como en las inmediaciones de esta isla existían ricos bancos de coral, el Emperador decide arrendarla a una familia genovesa de los Lomellini, amiga de Andrea Doria, almirante genovés que ya luchaba junto al Emperador.
Así,en abril de 1540 se firma el contrato entre Agostino, Francesco y Nicholo Lomellini para poder pescar coral en la isla tunecina de Tabarka, y a cambio España construye un presidio para quinientos hombres, fortificado y artillado, en el que siempre debía ondear la bandera española, y puede percibir un quinto del valor de la pesca del coral, concediendo una pequeña suma anual para el mantenimiento de la guarnición, de forma que España mantuviera una pequeña avanzadilla en esta zona.

En opinión de los citados cronistas, pudo ser bien por ahorrar gastos si desembarcaba el Emperador en la ciudad, o bien (y más probablemente) porque fuera su huésped de forma más exclusiva, ya que la Isla de Santa Pola pertenecía a sus dominios.
Vemos pues que, por circunstancias de la historia, el Emperador Carlos V tuvo relación directa con las dos Tabarcas, la tunecina y la alicantina, y ambas formaban parte de la corona española. Lo que siguió a continuación...ya está contado en las Crónicas Tabarquinas.
(Mi agradecimiento a Juan José Cabrero, sevillano de raíces tabarquinas, pordarme la idea para este artículo)
ARMANDO PARODI ARRÓNIZ