Crónicas Tabarquinas 2: Sobre sus primeros dueños y su población definitiva
Crónicas Tabarquinas 3: Sobre la navegación por los alrededores
Sobre el bloqueo y rendición de Nueva Tabarca
Con las siguientes palabras, Hernández-Pinzón informó por escrito al Ministerio de Marina de la rendición de la isla Nueva Tabarca:
“Vapor Isabel II.- Comandancia de las fuerzas navales del bloqueo de Alicante.-
Excelentísimo Señor:
Al amanecer de hoy salí de Santa Pola con el objeto de dar una vuelta sobre la plaza de Alicante, y a mi regreso, dispuesto como estaba a vengar la sangre que los cobardes asesinos de Tabarca habían hecho derramar a Misión-Exposición subordinados, me fui aproximando a ella para ver si se podía efectuar el desembarco; pero considerando prudente esperar a estar enterado de sus verdaderas posiciones y de sus fuerzas, determino empezar a cañonearla.
A poco vi que se sometían arriando el pabellón español e izando una bandera blanca, por lo que en el momento, echando el primer bote al agua y con gente armada, me dirigí con las debidas precauciones a tomar posesión de ella.
A mi llegada encontré existir sólo en aquel punto el Gobernador y la gente del pueblo, que humillada se disculpaba manifestando que una Compañía del Provincial de Valencia, salida de Alicante para apoderarse de Santa Pola con la gente de dos faluchos guardacostas, los amenazaron y sujetaron de modo que no pudieron cumplir como manda S.M.
A pesar de estas disculpas reconvine al Gobernador, amenazando a los demás con el castigo a que se harían acreedores, si en lo sucesivo se dejaban sorprender por esa turba de malhechores.
Allí supe que los sediciosos, en el momento de mi retirada, procedieron a comunicar con el Excmo. Señor Capitán General, que me mandaba avisar de su llegada a Santa Pola, y con este objeto y al mismo tiempo que yo disponía que todas las fuerzas útiles saliesen y estrechamente bloqueasen la Isla, se apresuraron a marcharse en lanchillas y llenos de terror. Así es que, desgraciadamente, a la llegada de dichas fuerzas ya no estaban en la Isla, y el bloqueo de toda la noche, bastante dificultoso por lo fuerte del viento, fue casi infructuoso.
Después reconocí detenidamente los fuertes, y encontré dos cañones de a 24 en la torre y cuatro de a 12 y ocho en el fuerte.
Todo lo que me apresuro a poner en el superior conocimiento de V.E. en cumplimiento de mi deber. Dios guarde a V.E. muchos años.
A bordo del expresado, en el fondeadero de Santa Pola, 13 de febrero de 1844
Excmo. Señor: Luis Hernández-Pinzón.
Excmo. Señor Secretario de Estado y del Despacho de Marina.-”