Cuando decimos ALTAMIRA, a muchos lo primero que nos viene a la mente es "el nombre de una calle de Alicante". Pero ¿quién fue y qué hizo este alicantino para que el Ayuntamiento de nuestro pueblo le concediera el título de "Hijo Adoptivo de Sant Joan" en 1909? Vamos a verlo.
Rafael Altamira y Crevea nace en Alicante el 10 de febrero de 1866 en el seno de una familia burguesa. Pasa sus meses estivales en su querida Finca Terol del Campello en donde toma contacto con la biblioteca familiar. Estudia el Bachillerato en el Instituto de San José y vive en primera persona la agitada situación del país en general y de Alicante en particular con el bombardeo de la ciudad por parte del Cantón de Cartagena en 1873 y la llegada del republicano Eleuterio Maisonnave a la alcaldía. Se crea una gran efervescencia cultural en la ciudad en la que se ve inmerso Altamira.
A los 15 años marcha a estudiar Derecho a Valencia donde se vincula al círculo krausista y donde también toma contacto con el movimiento cultural del cap-i-casal y sus representantes culturales: Sorolla, Llorente y muchos otros. Tras terminar sus estudios en la ciudad marcha a Madrid donde se doctora. Allí comienza su docencia en el Instituto de Libre Enseñanza. De claras convicciones republicanas, funda el diario "La Justicia" y posteriormente obtiene la cátedra de Derecho Español en la Universidad de Oviedo. Altamira se preocupa desde el principio por la educación del pueblo. "La preocupación educativa debe ser un factor indispensable en una sociedad democrática" nos dice Altamira.
En el año 1909 realiza un recorrido como delegado de la Universidad de Oviedo por toda hispanoamerica para relanzar los vínculos culturales entre ambos continentes y que alcanza una tremenda repercusión. A su llegada a España le suceden los homenajes. La llegada en tren a Alicante es apoteósica, se le dedica una calle (la antigua Calle Princesa), se le declara Hijo Predilecto y toma posesión del cargo de presidente de honor de multitud de sociedades. Pero no sólo Alicante le agasaja, Elche le dedica un homenaje, El Campello le declara Hijo Predilecto y Villafranqueza, Sant Vicent y Sant Joan le declaran Hijo Adoptivo con muy poco tiempo de diferencia y poco antes de su llegada a Alicante.
En Sant Joan con motivo de la 1ª Fiesta Escolar celebrada el 19 de septiembre 1909, la Junta Local de Instrucción Pública presidida por el sacerdote José Díaz García insta al Ayuntamiento a que declare a Altamira Hijo Adoptivo de la Villa por "el interés y grandes sacrificios que dicho señor tiene realizado en beneficio del fomento, educación y cultura de la enseñanza, por la cual no omite sacrificio alguno" El Ayuntamiento presidido por Salvador Antón Lledó recoge el testigo y al día siguiente en sesión supletoria se le declara "Hijo Adoptivo de la Villa de San Juan".
A los 15 años marcha a estudiar Derecho a Valencia donde se vincula al círculo krausista y donde también toma contacto con el movimiento cultural del cap-i-casal y sus representantes culturales: Sorolla, Llorente y muchos otros. Tras terminar sus estudios en la ciudad marcha a Madrid donde se doctora. Allí comienza su docencia en el Instituto de Libre Enseñanza. De claras convicciones republicanas, funda el diario "La Justicia" y posteriormente obtiene la cátedra de Derecho Español en la Universidad de Oviedo. Altamira se preocupa desde el principio por la educación del pueblo. "La preocupación educativa debe ser un factor indispensable en una sociedad democrática" nos dice Altamira.
En el año 1909 realiza un recorrido como delegado de la Universidad de Oviedo por toda hispanoamerica para relanzar los vínculos culturales entre ambos continentes y que alcanza una tremenda repercusión. A su llegada a España le suceden los homenajes. La llegada en tren a Alicante es apoteósica, se le dedica una calle (la antigua Calle Princesa), se le declara Hijo Predilecto y toma posesión del cargo de presidente de honor de multitud de sociedades. Pero no sólo Alicante le agasaja, Elche le dedica un homenaje, El Campello le declara Hijo Predilecto y Villafranqueza, Sant Vicent y Sant Joan le declaran Hijo Adoptivo con muy poco tiempo de diferencia y poco antes de su llegada a Alicante.
En Sant Joan con motivo de la 1ª Fiesta Escolar celebrada el 19 de septiembre 1909, la Junta Local de Instrucción Pública presidida por el sacerdote José Díaz García insta al Ayuntamiento a que declare a Altamira Hijo Adoptivo de la Villa por "el interés y grandes sacrificios que dicho señor tiene realizado en beneficio del fomento, educación y cultura de la enseñanza, por la cual no omite sacrificio alguno" El Ayuntamiento presidido por Salvador Antón Lledó recoge el testigo y al día siguiente en sesión supletoria se le declara "Hijo Adoptivo de la Villa de San Juan".
Ya en 1910, Altamira visita El Campello donde se le da el título de Hijo Predilecto y se le dedica la calle que llevaba hasta su finca. A la vuelta pasa por nuestro pueblo, donde el alcalde Carlos Alemany le da a conocer la distinción otrogada por el pleno. Podemos encontrar referencias a nuestro pueblo y a la Subasta de Aguas del Pantano en su obra "Derecho consuetudinario y economía popular en la provincia de Alicante" editada en el año 1903.
Altamira se convirtió en Director de Primera Enseñanza y quedaría anímicamente muy afectado por la Guerra Civil y las 2 Guerras Mundiales. Obtendría multitud de condecoraciones, sería propuesto al Premio Nobel de la Paz y alcanzaría altas cotas de fama y respeto, pero eso ya es otra historia que se aleja del cometido de este artículo. Rafael Altamira y Crevea fallece en México DF en 1951.
De todo aquello queda su calle en Alicante, San Vicente, El Campello, Elche. Oviedo... Colegios con su nombre en El Campello, Quatretondeta, Orihuela, Valencia... sería muy largo continuar.¿Y qué queda en Sant Joan? Nada en absoluto. Practicamente nadie sabe que Altamira es Hijo Adoptivo de Sant Joan. No tiene ni calle dedicada, ni placa conmemorativa, ni una escuela con su nombre. Es el Hijo Adoptivo olvidado de nuestro pueblo.
Quedan menos de 2 años para conmemorar el centenario de aquella concesión. Quizá sea hora de que Sant Joan salde sus deudas con Rafael Altamira.
Altamira se convirtió en Director de Primera Enseñanza y quedaría anímicamente muy afectado por la Guerra Civil y las 2 Guerras Mundiales. Obtendría multitud de condecoraciones, sería propuesto al Premio Nobel de la Paz y alcanzaría altas cotas de fama y respeto, pero eso ya es otra historia que se aleja del cometido de este artículo. Rafael Altamira y Crevea fallece en México DF en 1951.
De todo aquello queda su calle en Alicante, San Vicente, El Campello, Elche. Oviedo... Colegios con su nombre en El Campello, Quatretondeta, Orihuela, Valencia... sería muy largo continuar.¿Y qué queda en Sant Joan? Nada en absoluto. Practicamente nadie sabe que Altamira es Hijo Adoptivo de Sant Joan. No tiene ni calle dedicada, ni placa conmemorativa, ni una escuela con su nombre. Es el Hijo Adoptivo olvidado de nuestro pueblo.
Quedan menos de 2 años para conmemorar el centenario de aquella concesión. Quizá sea hora de que Sant Joan salde sus deudas con Rafael Altamira.
ALFREDO CAMPELLO QUEREDA