Según relata Rafael Viravéns desempolvando la crónica de Bendicho, en la tercera capilla del ala sur de la hoy concatedral de san Nicolás, se veneraba un altar que lucía un lienzo de Juan de Juanes, una imagen de talla de san Antonio Abad y otra de san Isidro Labrador.
Cuenta el cronista que los restos humanos de Juan Musitelli, quien debió de ser el fundador de este antiguo altar, estaban depositados en la huesa que existe en el subterráneo de aquella capilla, como así lo evidenciaba hasta hace poco una lápida de mármol blanco que la cerraba y que fue colocada en 1637. "Esta piedra mortuoria muestra en relieve los escudos de armas de los Musitelli, cuya noble familia se ha extinguido ya en Alicante", concluye Viravens en 1876.
Cuenta el cronista que los restos humanos de Juan Musitelli, quien debió de ser el fundador de este antiguo altar, estaban depositados en la huesa que existe en el subterráneo de aquella capilla, como así lo evidenciaba hasta hace poco una lápida de mármol blanco que la cerraba y que fue colocada en 1637. "Esta piedra mortuoria muestra en relieve los escudos de armas de los Musitelli, cuya noble familia se ha extinguido ya en Alicante", concluye Viravens en 1876.
Debemos de contradecir respetuosamente al eminente cronista, pues la lápida de 88 cms de lado que cubrió durante casi cuatro siglos la última morada de nuestro protagonista, carece de motivos de carácter familiar o gremial, en todo caso de hermosísima simbología masónica. "QUESTA SEPULTURA ES DE IVAN MUSITELLI Y LOS MYOS Y DELL ANNO MDCXXXVII".
El hallazgo, que ya adelantara Luis José Sirvent, es de una importancia extrema pues nos encontramos, quizá, ante la tumba del más antiguo masón conocido en España, masón no operativo, inmerso en la prehistoria de la Masonería que nace modernamente como tal en 1717. Existen antecedentes parecidos en la capilla de Mosén Rubí, en Bracamonte, Ávila, construida en los comienzos del siglo XVI y llena de elementos simbólicos masónicos. La forma del templo es exactamente igual a la de las logias de Rito Escocés, y las dos columnas del paso al interior son las reglamentarias y obligadas, no faltando en ellas más que las respectivas iniciales, que acaso en algún tiempo ostentaran.
De nuestro Juan Musitelli, ciudadano, miembro de una noble familia local, sabemos que fue un alicantino de origen genovés, acomodado comerciante y armador de buques, quien estuvo envuelto en empresas navieras que fletaron barcos como el Mayflower. Desgraciadamente desconocemos si en Alicante existió en aquella época alguna logia estable, y si la vida masónica de nuestro prócer se desarrolló fuera de nuestra ciudad durante sus viajes y traslados.
Los elementos simbólicos que decoran la lápida se componen de un compás abierto y tres estrellas de ocho puntas –Rueda alquímica de la Obra- que compondrían las tres luces de la Masonería, y que se sitúan en la posición que posteriormente encontrará la escuadra. Un Ave Fénix de alas desplegadas simboliza el renacimiento del alma liberada.
Muchas preguntas de difícil respuesta se presentan ante este enigmático vestigio que ahora contemplamos.
Una de ellas, por lo menos, si que parece de fácil contestación: ¿dónde se encuentra ahora la lápida de Juan Musitelli, tras haber sido removida de su lugar durante la reciente remodelación de nuestra concatedral?
El hallazgo, que ya adelantara Luis José Sirvent, es de una importancia extrema pues nos encontramos, quizá, ante la tumba del más antiguo masón conocido en España, masón no operativo, inmerso en la prehistoria de la Masonería que nace modernamente como tal en 1717. Existen antecedentes parecidos en la capilla de Mosén Rubí, en Bracamonte, Ávila, construida en los comienzos del siglo XVI y llena de elementos simbólicos masónicos. La forma del templo es exactamente igual a la de las logias de Rito Escocés, y las dos columnas del paso al interior son las reglamentarias y obligadas, no faltando en ellas más que las respectivas iniciales, que acaso en algún tiempo ostentaran.
De nuestro Juan Musitelli, ciudadano, miembro de una noble familia local, sabemos que fue un alicantino de origen genovés, acomodado comerciante y armador de buques, quien estuvo envuelto en empresas navieras que fletaron barcos como el Mayflower. Desgraciadamente desconocemos si en Alicante existió en aquella época alguna logia estable, y si la vida masónica de nuestro prócer se desarrolló fuera de nuestra ciudad durante sus viajes y traslados.
Los elementos simbólicos que decoran la lápida se componen de un compás abierto y tres estrellas de ocho puntas –Rueda alquímica de la Obra- que compondrían las tres luces de la Masonería, y que se sitúan en la posición que posteriormente encontrará la escuadra. Un Ave Fénix de alas desplegadas simboliza el renacimiento del alma liberada.
Muchas preguntas de difícil respuesta se presentan ante este enigmático vestigio que ahora contemplamos.
Una de ellas, por lo menos, si que parece de fácil contestación: ¿dónde se encuentra ahora la lápida de Juan Musitelli, tras haber sido removida de su lugar durante la reciente remodelación de nuestra concatedral?
José Luis Luri Prieto