Como diría alguien con un poco más de academia que el que suscribe y haciendo una breve reseña que Enrique Cerdán Tato nació en 1.930 en Alicante, hijo de un prestigioso abogado , muy joven ingresó en la Academia General del Aire, posteriormente abandonó la carrera militar y cursó estudios de Náutica , Comercio y Magisterio. Ha sido profesor de Literatura y crítico literario. Actualmente escribe periódicamente en el diario El Pais y es el Cronista Oficial de la Ciudad de Alicante.
Al margen de academias y datos biográficos, Enrique es, al fin, un narrador de historias, siempre comprometido, marxólogo y profundamente coherente con sus principios en todos los aspectos de su vida.
Referente de muchos ya sean periodistas, escritores, e incluso sólo personas de bien. Enrique es, “en el buen sentido de la palabra, bueno”.
Es imposible conocer a Enrique, son tantas sus vidas, las vividas y las creadas que cuando crees tener delante simplemente a Enrique, resulta que amanece una nueva historia desconocida , una nueva aventura de vida, narrada con esa naturalidad con la que imagino impartían clases magistrales los profesores de la Institución Libre de Enseñanza.
Más amigo que profesor, más charla que soliloquio, embelesador de contertulios pero siempre con la mano tendida, siempre escuchador .
Como si hubiera vivido varias vidas y así consta en los papeles oficiales, Enrique nació en tres días distintos, el 30, 31 de julio ó 1 de Agosto de 1930.Condensadas sus memorias compondrían un tomo de varios cientos de páginas, sin bajar a detalles.
Sería aquí inútil , por incompleta, la enumeración de títulos, premios , distinciones y honores que ha recibido a lo largo de su vida.
Enrique nunca supo decir que no a nadie. Ha sido pregonero de multitud de ciudades y pueblos de la provincia, colaborador en llibrets de hogueras, prologuista de muchos, partícipe y promotor de actos reivindicativos y humanitarios, gran viajero por la mayor parte de Europa, Africa y América del Sur.
Residente temporal en Francia y en Suiza , siempre volvió a su Alicante, donde cultivó las raíces de su vida.
La primera vez que nos vimos, nos recibió en su casa en bata y zapatillas de felpa, con una humildad y sencillez que contrastaba con la emoción y nerviosismo del que escribe sabedor de encontrarse frente a tan insigne personaje. Su despacho es un baúl de sorpresas con un mínimo espacio para su persona y su ordenador, rodeado de libros y recuerdos inverosímiles, cada uno con una historia a cuestas. Fue como entrar en el santuario mil veces leído. Como traspasar la gruta hacia Shangri-La.
Al margen de academias y datos biográficos, Enrique es, al fin, un narrador de historias, siempre comprometido, marxólogo y profundamente coherente con sus principios en todos los aspectos de su vida.
Referente de muchos ya sean periodistas, escritores, e incluso sólo personas de bien. Enrique es, “en el buen sentido de la palabra, bueno”.
Es imposible conocer a Enrique, son tantas sus vidas, las vividas y las creadas que cuando crees tener delante simplemente a Enrique, resulta que amanece una nueva historia desconocida , una nueva aventura de vida, narrada con esa naturalidad con la que imagino impartían clases magistrales los profesores de la Institución Libre de Enseñanza.
Más amigo que profesor, más charla que soliloquio, embelesador de contertulios pero siempre con la mano tendida, siempre escuchador .
Como si hubiera vivido varias vidas y así consta en los papeles oficiales, Enrique nació en tres días distintos, el 30, 31 de julio ó 1 de Agosto de 1930.Condensadas sus memorias compondrían un tomo de varios cientos de páginas, sin bajar a detalles.
Sería aquí inútil , por incompleta, la enumeración de títulos, premios , distinciones y honores que ha recibido a lo largo de su vida.
Enrique nunca supo decir que no a nadie. Ha sido pregonero de multitud de ciudades y pueblos de la provincia, colaborador en llibrets de hogueras, prologuista de muchos, partícipe y promotor de actos reivindicativos y humanitarios, gran viajero por la mayor parte de Europa, Africa y América del Sur.
Residente temporal en Francia y en Suiza , siempre volvió a su Alicante, donde cultivó las raíces de su vida.
La primera vez que nos vimos, nos recibió en su casa en bata y zapatillas de felpa, con una humildad y sencillez que contrastaba con la emoción y nerviosismo del que escribe sabedor de encontrarse frente a tan insigne personaje. Su despacho es un baúl de sorpresas con un mínimo espacio para su persona y su ordenador, rodeado de libros y recuerdos inverosímiles, cada uno con una historia a cuestas. Fue como entrar en el santuario mil veces leído. Como traspasar la gruta hacia Shangri-La.
Allá por los setenta, cuando despertó en el que escribe el ansia lectora se cruzó en mi camino el libro “El tiempo prometido” de Enrique Cerdán Tato, que fuera premio “Guipúzcoa” de novela en 1.964. Fue el inicio de mi biblioteca alicantina y alicantinista, humilde, eso sí, pero biblioteca selecta. Luego vinieron otros pero fue “La lucha por la democracia en Alicante” la que marcó mi juventud y, creo que también, mi madurez.
Es un atrevimiento que me permito éste de escribir sobre Enrique, lo sé, plumas hay mucho más doctas y acreditadas pero , al fin, sólo puedo hablar de él con esta falta de academia y este sobrado de cariño que le tengo y lo sabe.
Hay en Enrique una dualidad que forman en él, sin embargo, un único elemento, un indisoluble concepto, una unión sin paralelismos, no por dicho sino por sabido: Mari Luz y Enrique, Enrique y Mari Luz.
Es una garantía de felicidad que les envidio y que compruebo en cada ocasión que el tiempo y los quehaceres nos propician.
Enrique ha sido prácticamente de todo, y es que su vida, como digo, son como varias.
Es el caballero cadete más joven en ingresar en la Academia General del Aire, con tan sólo 17 años con tarjeta de identidad 4893. De aquellos días guarda recuerdos que sólo él es capaz de narrar con esa claridad casi mágica que te hace sentir sentado junto a él planeando sin motor sobre los campos cultivados de San Javier buscando con acierto las corrientes de aire que le mantuvieran sin ruidos volando sobre todo. De aquellos días le vienen , también, recuerdos amargos propios de los tiempos y las circunstancias.
Para Enrique las Matemáticas fueron como un juego exacto en el que encontraba una pasión que sólo fue superada por la creación narrativa. Fue, sin duda, un buen matemático, profesor recordado por muchos. Tuvimos la suerte de que su pluma dejara la ecuaciones y otras elucubraciones para dedicarse a crear mundos y a mejorar el ya creado.
Si mis datos son correctos su primera publicación fue “Primaveras de bronce” fechada en otoño de 1954, publicado en edición mixta junto al también periodista Tirso Marin Sesse y del que no puedo evitar extraer el siguiente poema de Enrique:
Es el caballero cadete más joven en ingresar en la Academia General del Aire, con tan sólo 17 años con tarjeta de identidad 4893. De aquellos días guarda recuerdos que sólo él es capaz de narrar con esa claridad casi mágica que te hace sentir sentado junto a él planeando sin motor sobre los campos cultivados de San Javier buscando con acierto las corrientes de aire que le mantuvieran sin ruidos volando sobre todo. De aquellos días le vienen , también, recuerdos amargos propios de los tiempos y las circunstancias.
Para Enrique las Matemáticas fueron como un juego exacto en el que encontraba una pasión que sólo fue superada por la creación narrativa. Fue, sin duda, un buen matemático, profesor recordado por muchos. Tuvimos la suerte de que su pluma dejara la ecuaciones y otras elucubraciones para dedicarse a crear mundos y a mejorar el ya creado.
Si mis datos son correctos su primera publicación fue “Primaveras de bronce” fechada en otoño de 1954, publicado en edición mixta junto al también periodista Tirso Marin Sesse y del que no puedo evitar extraer el siguiente poema de Enrique:
Déjame
Déjame así, en este espacio,
Llena de estrellas la frente
Tu….vete, vete despacio
Y espérame allí, en la fuente;
Yo volveré junte a ti
A hundir mi vida en tu vida.
Déjame , déjame aquí
¡La ilusión está dormida
Y es frágil cristal sonoro!
Tengo sed de melancolía
Y hambre de manjares de oro
Tu…vete con alegría.
¡El cielo ya está manchado
De cortos vuelos prosaicos!
Solo Tu, espíritu alado,
Limpias azules mosaicos.
Y tengo sueños gigantes,
Y luceros en la mente…..
¿por qué no te has ido antes?
Déjame aquí eternamente….
A esto Enrique le llama , con esa humildad suya, cosas de juventud.
De su otro libro de poesías “En la cima” , esta vez en solitario y editado en la colección Pentagrama Lírico por la editorial Agemundo de Madrid , dedicado a sus padres, también dice Enrique que son “cosas de esa juventud”:
Déjame así, en este espacio,
Llena de estrellas la frente
Tu….vete, vete despacio
Y espérame allí, en la fuente;
Yo volveré junte a ti
A hundir mi vida en tu vida.
Déjame , déjame aquí
¡La ilusión está dormida
Y es frágil cristal sonoro!
Tengo sed de melancolía
Y hambre de manjares de oro
Tu…vete con alegría.
¡El cielo ya está manchado
De cortos vuelos prosaicos!
Solo Tu, espíritu alado,
Limpias azules mosaicos.
Y tengo sueños gigantes,
Y luceros en la mente…..
¿por qué no te has ido antes?
Déjame aquí eternamente….
A esto Enrique le llama , con esa humildad suya, cosas de juventud.
De su otro libro de poesías “En la cima” , esta vez en solitario y editado en la colección Pentagrama Lírico por la editorial Agemundo de Madrid , dedicado a sus padres, también dice Enrique que son “cosas de esa juventud”:
Ya escucha su labio blanco
Primero, es el beso suave de la espuma.
Luego, el abrazo poderoso de la mar.
Me estremezco.
Tiemblo en mi sencilla desnudez
Ahora, es un sabor acerbo en la garganta
Me vence. ¡Le pertenezco!
La onda me cubre y su policromía se desgrana en
Mis pupilas. ¡pupilas cansadas!...
¡ Thalassa, Thalassa!
El grito rebondo se escapa entre la sal
¡Qué abrazo de mil brazos!
¡Ay, que beso de mil bocas!
Un eterno canto al mar (Thalassa) , cosas de juventud….
En la consideración de esto como “cosas de juventud” veo , al margen de esa humildad impropia de un maestro de las palabras, la ilógica del poema de Darío cuando dice en su poema “Canción de otoño en primavera”: Juventud divino tesoro/¡Ya te fuiste para no volver!.
En Enrique vive la juventud. Es , efectivamente un tesoro, pero Enrique lo guarda bajo cien llaves.
“De manera que , con un arsenal nativo, en su mayoría, Cela, Laforet, Agustí, al lado de El lobo estepario y un Sartre de privilegio y matute, ingresé en los cincuenta al filo de mi vigésimo aniversario. Era, por entones y como tantos, ingenuo, curioso y algo impertinente. Y con muchas, con demasiadas preguntas por delante”.
Enrique formó parte de aquel grupo de inquietos alicantinos a los que se les dio en llamar la generación del horror y que al amparo del ya desaparecido Hotel Samper se reunían para intercambiar conocimientos y nuevos descubrimientos literarios, así lo cuenta el propio Enrique:
“(..)y a mi me llevaron a la fiesta del american bar del ya desaparecido y añorado Hotel Samper , junto a los de mi misma especie: una putulea de hiperbóreos armados de Beckett, de Camus, de Huxley, de Saroyan, de Fitzgerald. Estudiantes de derecho, de periodismo, de económicas, de agronomía , de medicina y hasta un play-boy, nos reuníamos allí para leer y comentar escenas de teatro clásico y de O’Neil y Arthur Miller, indistintamente, o bien para intercambiar opiniones sobre la novela negra de Chandler, Burnett y Hammet. Aquel grupo de jóvenes escritores, inquietos y crispados, alarmó al resto de la clientela del establecimiento que terminó bautizándolos: formaban la generación del horror. Estaban entre otros varios, Ernesto Contreras, Gonzalo Fortea, Eduardo Trives y Pepe Bauzá”
Las vidas de Enrique están llenas de viajes , idas y venidas, de nombres , de fechas, de lugares , de historias que no caben en una y que al tanto Mari Luz , con esa prodigiosa memoria que mantiene viva, cifra y señala con exactitud.
De nombres la lista es vuelos vertiginosos, desde Tomas Salvador, Alfonso Sartre, Lauro Olmo, José Hierro, Concha Lagos, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre , Ian Gibson, José Vidal Massanet, Paul Preston, Gabriel Jackson, hasta Camilo José Cela con el que compartió habitación en Cartagena hasta (sic) :
“Blas de Otero nos abrumó con sus silencios y alarmó a mi madre, cuando pasó dos días en casa, con su ausencia; en tanto Buero Vallejo me dejaba una escalera de trajines y una posterior carta de ley. Con Torrente Ballester supe de la entereza, en un itinerante diálogo , por el Postiguet”
Comienza en 1956 con la invitación que le remiten para participar en el congreso de jóvenes escritores de Madrid , que se iba a celebrar en la Ciudad Univesitaria, esa extraña relación de amor-odio entre Enrique y las fuerzas de orden público cuando una pareja de policías examinan minuciosamente su biblioteca en la casa familiar y le someten a un detenido interrogatorio casero del que sale , aparentemente, bien parado. Y digo aparentemente pues a consecuencia de esta visita es casi expulsado del Centro Catalán de la Casa Carbonell (casi único reducto cultural de la ciudad de Alicante).
Después llegó como esclareciéndolo todo Carlos Marx y Enrique se convierte en un Marxólogo convencido y referente luego para muchos.
Fue el periodismo su primer contacto con la escritura comprometida, con las palabras afiladas por ambos lados y la sensatez de la razón que le caracteriza.
Al amparo de la Ley de prensa e Imprenta, del entonces ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne (que entra en vigor el 15 de marzo de 1966) comienzan a aparecer en los quioscos una multitud de publicaciones periódicas con más o menos vida. En Alicante y con la intención de arrebatarle lectores al diario Información, entonces diario del movimiento a la sazón el de mayor tirada de la provincia ,surge de los talleres de la calle José Salvetti , 18-20 el diario Primera Página. Con precariedad de medios y un muy modesto lanzamiento (poco antes aparece la edición alicantina del periódico murciano La Verdad), sale a la calle su número uno el día 23 de marzo de 1968, fundado por Pedro García Munuera y dirigido por Francisco Anglada Anglada procedente de la radio.
En aquel número uno apareció un artículo del propio ministro Fraga en el que se dice:
“PRIMERA PÁGINA nace en Alicante, puerta del turismo español (…). Y es que , sea cual fuere su circunstancia, el momento o la localidad, el periódico de información general será siempre un instrumento de cultura , de entendimiento y de honda comunicación social”
Enrique empieza a trabajar en Primera Página el 21 de Octubre de 1969, siendo entonces su director Juan José Pérez Benlloch y lo hace como columnista presentándolo al lector el día 22 como “de nuestro nuevo colaborador (…) nos complace señalar la agudeza de estilo y el compromiso de sus actitudes” y su primer artículo se titula “Del fado a la agresión” en el que da cuenta de la brutal agresión que un grupo de extrema derecha propicia al profesor y ensayista Urbano Tavares cuando salía de la Comisión Electoral Democrática en Lisboa.
El periódico Primera Página dejó de editarse en 1972 y por él pasaron las plumas de Vicente Hipólito, Blas de Peñas, Miguel Signes, Rafael Azuar, Francisco Aldeguer, Gomez Orts, y muchos otros.
En 1971 Enrique preside la cooperativa creada por reporteros y maquinistas para encargarse del diario hasta que el silencio de las rotativas se hace brusca y aterradoramente en los talleres aquel martes 25 de julio de 1972 tocándole en suerte estar de guardia aquel día del que , sin duda, aún recuerda ese hueco de silencio.
Fue uno de los fundadores, el 25 de noviembre de 1979 , de la Unión de Periodistas-Asociación del País Valenciano, de la que será nombrado primer presidente. Pero su actividad periodística activa continua esporádicamente en La Verdad así como también en Cambio 16, Intervieu, La Calle, Triunfo , Diario de Valencia, Insula, La Vanguardia, Las Provincias , La Hora, ABC y El Español.
Publica también cuentos en diferentes revistas como “Papeles de Son Armadans”, “Cuadrnos Hispanoamericanos”, “La estafeta literaria”, etc.
Tardará bastante en volver al periodismo de manera asidua y es el 26 de octubre de 1978 cuando , bajo la dirección de Antonio Franco, se funda el Periódico de Cataluña y Enrique es fichado por el Grupo Zeta como corresponsal en Alicante y posteriormente de toda la Comunidad.
Deja el puesto en 1984 para encargarse del gabinete de prensa del Ayuntamiento de Alicante trabajo que simultanea con sus columnas en el diario Información y es precisamente en éste en el que nos encontramos con una auténtica crónica de la ciudad de Alicante sus “Gateras” (de 1.992 á 1.997). Por la lógica de la razón y por su indudable valor muy pronto “Las gateras” , para alegría de muchos, se verán recogidas en un volumen .
Fue designado Cronista Oficial de la Ciudad de Alicante, título que ostenta actualmente a pesar de haber sido desalojado de su despacho en el Ayuntamiento de la ciudad por el Gobierno del Partido Popular.
No se puede hablar de Enrique sin citar esa obra maestra del trabajo de investigación que supone “La lucha por la democracia en Alicante” que constituyó el primer intento de recuperación de la memoria histórica y que aún hoy sigue siendo pilar de información viva , pues la mayoría de los datos fueron extraídos de entrevistas , clandestinas en muchos casos, con los propios supervivientes. Un libro, sin duda, del que el lector, no sólo alicantino, reclama una reedición.
Los méritos de Enrique no se pueden medir por títulos y honores, que los hay y muchos, pues su título mayor es el de maestro de tantos.
Aún así diremos que es profesor honorario de la Universidad de Alicante, doctor por el Centre Internacional de Recherches Universitaries de Bélgica y por la Word University de Arizona (EE.UU.). Miembro correspondiente de la Academia Europea de las Ciencias, las Artes y las Letras. Fundador del Centro de estudios Hernandianos y muy comprometido con el legado del poeta oriolano. Premio de las Letras Valencianas en 1991
Actualmente es columnista en el diario El País buscando la razón y la sensatez de entre la situación política y social de esta España.
Al margen de su obra más conocida hay que citar aquella obra de teatro “Los intereses pagados” que escribiera junto al excelente director teatral Paco Herrero Blanco (director que fuera del grupo de cámara y ensayo, Teatro Club perteneciente a la entonces Caja de Ahorros del Sureste –hoy CAM-).
También hay que recordar sus trabajos en Madrid, en los años sesenta, en los estudios de Prado del Rey como guionista de una serie interpretada por Elisa Ramírez, serie que no llegó a realizarse al producirse un cambio en la Dirección del Ente cuando ya estaba casi en fase de grabación. La relación de Enrique con el ente público se traduce, finalmente en unos reportajes que informativos le encarga .
En la Conferencia que impartiera el propio Enrique el 7 de Octubre de 1991 para Bancaja y que llevaba por título “Memoria y vicisitud de la iniciación a una estética o como las uvas que reviven en el vino profano” y a propósito de estos años dice:
“Cuando eché el cierre a la década de los cincuenta, tuve la impresión de que dejaba atrás todo un mundo que ahora la memoria me devuelve no tan chato ni tan insípido como se me figuraba. Había rendido un prolijo, penoso, disciplinado y feraz aprendizaje, en los libros del entredicho y en las pláticas casi de chiribitil.Y fue justamente por entonces cuando levanté la mirada por encima del recogido horizonte y descubrí , con asombro, la vida. Y con la vida, el compromiso de expresarla”.
Como se dice en la Introducción de su gran obra “La lucha por la democracia en Alicante”, no se puede de manera alguna dejar al margen de su obra literaria su pasión democrática iniciada en los duros años del franquismo así fue “Fundador y miembro del primer Comité del Partido Comunista de España, fue miembro del secretariado del Partido Comunista del Pais Valencià . Fundador de la Junta Democrática de la Provincia de Alicante, fundador y vicepresidente de la del País Valenciano y miembro de Pleno de la Junta Democrática de España. Fundador y representante del PCPV, de la Taula de Forces Polítiques i Sindicals del País Valencià ; para ser por último, candidato a diputado por el PCE en la provincia de Alicante en las elecciones del 15 de junio de 1977.
También conoció en sus propios huesos la huella despiadada del franquismo; procesado en dos ocasiones por el TOP (Tribunal de Orden Público); dos veces encarcelado, seis veces detenido; multado, etc…También le fue retenido el pasaporte durante varios años. Precisamente entonces tenía que viajar a Bulgaria y a Suiza para trabajar en un periódico destinado a la emigración.”
Primero, es el beso suave de la espuma.
Luego, el abrazo poderoso de la mar.
Me estremezco.
Tiemblo en mi sencilla desnudez
Ahora, es un sabor acerbo en la garganta
Me vence. ¡Le pertenezco!
La onda me cubre y su policromía se desgrana en
Mis pupilas. ¡pupilas cansadas!...
¡ Thalassa, Thalassa!
El grito rebondo se escapa entre la sal
¡Qué abrazo de mil brazos!
¡Ay, que beso de mil bocas!
Un eterno canto al mar (Thalassa) , cosas de juventud….
En la consideración de esto como “cosas de juventud” veo , al margen de esa humildad impropia de un maestro de las palabras, la ilógica del poema de Darío cuando dice en su poema “Canción de otoño en primavera”: Juventud divino tesoro/¡Ya te fuiste para no volver!.
En Enrique vive la juventud. Es , efectivamente un tesoro, pero Enrique lo guarda bajo cien llaves.
“De manera que , con un arsenal nativo, en su mayoría, Cela, Laforet, Agustí, al lado de El lobo estepario y un Sartre de privilegio y matute, ingresé en los cincuenta al filo de mi vigésimo aniversario. Era, por entones y como tantos, ingenuo, curioso y algo impertinente. Y con muchas, con demasiadas preguntas por delante”.
Enrique formó parte de aquel grupo de inquietos alicantinos a los que se les dio en llamar la generación del horror y que al amparo del ya desaparecido Hotel Samper se reunían para intercambiar conocimientos y nuevos descubrimientos literarios, así lo cuenta el propio Enrique:
“(..)y a mi me llevaron a la fiesta del american bar del ya desaparecido y añorado Hotel Samper , junto a los de mi misma especie: una putulea de hiperbóreos armados de Beckett, de Camus, de Huxley, de Saroyan, de Fitzgerald. Estudiantes de derecho, de periodismo, de económicas, de agronomía , de medicina y hasta un play-boy, nos reuníamos allí para leer y comentar escenas de teatro clásico y de O’Neil y Arthur Miller, indistintamente, o bien para intercambiar opiniones sobre la novela negra de Chandler, Burnett y Hammet. Aquel grupo de jóvenes escritores, inquietos y crispados, alarmó al resto de la clientela del establecimiento que terminó bautizándolos: formaban la generación del horror. Estaban entre otros varios, Ernesto Contreras, Gonzalo Fortea, Eduardo Trives y Pepe Bauzá”
Las vidas de Enrique están llenas de viajes , idas y venidas, de nombres , de fechas, de lugares , de historias que no caben en una y que al tanto Mari Luz , con esa prodigiosa memoria que mantiene viva, cifra y señala con exactitud.
De nombres la lista es vuelos vertiginosos, desde Tomas Salvador, Alfonso Sartre, Lauro Olmo, José Hierro, Concha Lagos, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre , Ian Gibson, José Vidal Massanet, Paul Preston, Gabriel Jackson, hasta Camilo José Cela con el que compartió habitación en Cartagena hasta (sic) :
“Blas de Otero nos abrumó con sus silencios y alarmó a mi madre, cuando pasó dos días en casa, con su ausencia; en tanto Buero Vallejo me dejaba una escalera de trajines y una posterior carta de ley. Con Torrente Ballester supe de la entereza, en un itinerante diálogo , por el Postiguet”
Comienza en 1956 con la invitación que le remiten para participar en el congreso de jóvenes escritores de Madrid , que se iba a celebrar en la Ciudad Univesitaria, esa extraña relación de amor-odio entre Enrique y las fuerzas de orden público cuando una pareja de policías examinan minuciosamente su biblioteca en la casa familiar y le someten a un detenido interrogatorio casero del que sale , aparentemente, bien parado. Y digo aparentemente pues a consecuencia de esta visita es casi expulsado del Centro Catalán de la Casa Carbonell (casi único reducto cultural de la ciudad de Alicante).
Después llegó como esclareciéndolo todo Carlos Marx y Enrique se convierte en un Marxólogo convencido y referente luego para muchos.
Fue el periodismo su primer contacto con la escritura comprometida, con las palabras afiladas por ambos lados y la sensatez de la razón que le caracteriza.
Al amparo de la Ley de prensa e Imprenta, del entonces ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne (que entra en vigor el 15 de marzo de 1966) comienzan a aparecer en los quioscos una multitud de publicaciones periódicas con más o menos vida. En Alicante y con la intención de arrebatarle lectores al diario Información, entonces diario del movimiento a la sazón el de mayor tirada de la provincia ,surge de los talleres de la calle José Salvetti , 18-20 el diario Primera Página. Con precariedad de medios y un muy modesto lanzamiento (poco antes aparece la edición alicantina del periódico murciano La Verdad), sale a la calle su número uno el día 23 de marzo de 1968, fundado por Pedro García Munuera y dirigido por Francisco Anglada Anglada procedente de la radio.
En aquel número uno apareció un artículo del propio ministro Fraga en el que se dice:
“PRIMERA PÁGINA nace en Alicante, puerta del turismo español (…). Y es que , sea cual fuere su circunstancia, el momento o la localidad, el periódico de información general será siempre un instrumento de cultura , de entendimiento y de honda comunicación social”
Enrique empieza a trabajar en Primera Página el 21 de Octubre de 1969, siendo entonces su director Juan José Pérez Benlloch y lo hace como columnista presentándolo al lector el día 22 como “de nuestro nuevo colaborador (…) nos complace señalar la agudeza de estilo y el compromiso de sus actitudes” y su primer artículo se titula “Del fado a la agresión” en el que da cuenta de la brutal agresión que un grupo de extrema derecha propicia al profesor y ensayista Urbano Tavares cuando salía de la Comisión Electoral Democrática en Lisboa.
El periódico Primera Página dejó de editarse en 1972 y por él pasaron las plumas de Vicente Hipólito, Blas de Peñas, Miguel Signes, Rafael Azuar, Francisco Aldeguer, Gomez Orts, y muchos otros.
En 1971 Enrique preside la cooperativa creada por reporteros y maquinistas para encargarse del diario hasta que el silencio de las rotativas se hace brusca y aterradoramente en los talleres aquel martes 25 de julio de 1972 tocándole en suerte estar de guardia aquel día del que , sin duda, aún recuerda ese hueco de silencio.
Fue uno de los fundadores, el 25 de noviembre de 1979 , de la Unión de Periodistas-Asociación del País Valenciano, de la que será nombrado primer presidente. Pero su actividad periodística activa continua esporádicamente en La Verdad así como también en Cambio 16, Intervieu, La Calle, Triunfo , Diario de Valencia, Insula, La Vanguardia, Las Provincias , La Hora, ABC y El Español.
Publica también cuentos en diferentes revistas como “Papeles de Son Armadans”, “Cuadrnos Hispanoamericanos”, “La estafeta literaria”, etc.
Tardará bastante en volver al periodismo de manera asidua y es el 26 de octubre de 1978 cuando , bajo la dirección de Antonio Franco, se funda el Periódico de Cataluña y Enrique es fichado por el Grupo Zeta como corresponsal en Alicante y posteriormente de toda la Comunidad.
Deja el puesto en 1984 para encargarse del gabinete de prensa del Ayuntamiento de Alicante trabajo que simultanea con sus columnas en el diario Información y es precisamente en éste en el que nos encontramos con una auténtica crónica de la ciudad de Alicante sus “Gateras” (de 1.992 á 1.997). Por la lógica de la razón y por su indudable valor muy pronto “Las gateras” , para alegría de muchos, se verán recogidas en un volumen .
Fue designado Cronista Oficial de la Ciudad de Alicante, título que ostenta actualmente a pesar de haber sido desalojado de su despacho en el Ayuntamiento de la ciudad por el Gobierno del Partido Popular.
No se puede hablar de Enrique sin citar esa obra maestra del trabajo de investigación que supone “La lucha por la democracia en Alicante” que constituyó el primer intento de recuperación de la memoria histórica y que aún hoy sigue siendo pilar de información viva , pues la mayoría de los datos fueron extraídos de entrevistas , clandestinas en muchos casos, con los propios supervivientes. Un libro, sin duda, del que el lector, no sólo alicantino, reclama una reedición.
Los méritos de Enrique no se pueden medir por títulos y honores, que los hay y muchos, pues su título mayor es el de maestro de tantos.
Aún así diremos que es profesor honorario de la Universidad de Alicante, doctor por el Centre Internacional de Recherches Universitaries de Bélgica y por la Word University de Arizona (EE.UU.). Miembro correspondiente de la Academia Europea de las Ciencias, las Artes y las Letras. Fundador del Centro de estudios Hernandianos y muy comprometido con el legado del poeta oriolano. Premio de las Letras Valencianas en 1991
Actualmente es columnista en el diario El País buscando la razón y la sensatez de entre la situación política y social de esta España.
Al margen de su obra más conocida hay que citar aquella obra de teatro “Los intereses pagados” que escribiera junto al excelente director teatral Paco Herrero Blanco (director que fuera del grupo de cámara y ensayo, Teatro Club perteneciente a la entonces Caja de Ahorros del Sureste –hoy CAM-).
También hay que recordar sus trabajos en Madrid, en los años sesenta, en los estudios de Prado del Rey como guionista de una serie interpretada por Elisa Ramírez, serie que no llegó a realizarse al producirse un cambio en la Dirección del Ente cuando ya estaba casi en fase de grabación. La relación de Enrique con el ente público se traduce, finalmente en unos reportajes que informativos le encarga .
En la Conferencia que impartiera el propio Enrique el 7 de Octubre de 1991 para Bancaja y que llevaba por título “Memoria y vicisitud de la iniciación a una estética o como las uvas que reviven en el vino profano” y a propósito de estos años dice:
“Cuando eché el cierre a la década de los cincuenta, tuve la impresión de que dejaba atrás todo un mundo que ahora la memoria me devuelve no tan chato ni tan insípido como se me figuraba. Había rendido un prolijo, penoso, disciplinado y feraz aprendizaje, en los libros del entredicho y en las pláticas casi de chiribitil.Y fue justamente por entonces cuando levanté la mirada por encima del recogido horizonte y descubrí , con asombro, la vida. Y con la vida, el compromiso de expresarla”.
Como se dice en la Introducción de su gran obra “La lucha por la democracia en Alicante”, no se puede de manera alguna dejar al margen de su obra literaria su pasión democrática iniciada en los duros años del franquismo así fue “Fundador y miembro del primer Comité del Partido Comunista de España, fue miembro del secretariado del Partido Comunista del Pais Valencià . Fundador de la Junta Democrática de la Provincia de Alicante, fundador y vicepresidente de la del País Valenciano y miembro de Pleno de la Junta Democrática de España. Fundador y representante del PCPV, de la Taula de Forces Polítiques i Sindicals del País Valencià ; para ser por último, candidato a diputado por el PCE en la provincia de Alicante en las elecciones del 15 de junio de 1977.
También conoció en sus propios huesos la huella despiadada del franquismo; procesado en dos ocasiones por el TOP (Tribunal de Orden Público); dos veces encarcelado, seis veces detenido; multado, etc…También le fue retenido el pasaporte durante varios años. Precisamente entonces tenía que viajar a Bulgaria y a Suiza para trabajar en un periódico destinado a la emigración.”
Si tuviéramos que hacer una relación de sus publicaciones tendríamos antes que pedir perdón pues alguna se escapará a este amplio inventario:
Primaveras de bronce (1954), en colaboración con Tirso Marín Sesse
El mendigo y otros cuentos (1955), Ed. Silbo
En la Cima (1956), Ed. Agemundo
Un agujero en la Luz (1957), Premio Gabriel Miró
Gargantúa, adaptación y versión de Enrique Cerdán Tato(1960), Ed.Aitana
La primera piedra (1966), Ed. La Novela Popular
El Tiempo prometido (1969), Ediciones Comunicación Literaria de Autores, Premio Guipúzcoa
El lugar más lejano (1970), Ed. Azur, premio Sésamo
Cazar ballenas en los charcos bajo la luz cenital (1972), Ed. Helios
Esquema de la Literatura Soviética (1973), Ed. Castellote
La lucha por la democracia en Alicante (1978), Ed. Casa de Campo
Ovidi Monitor (1980), Ed. Júcar
El paseante y otras apariciones (1984), Ed. Noega
Sombras nada mas (1985), Ed, Laia, Primer Premio de la Tertulia Carlos Arniches y Premio de la Crítica de la Comunidad Valenciana.
El Xiquet que va a pescaren el mar de la traquilitat (1987), Ed. Generalitat Valenciana
Todos los enanos del mundo (1988), Ed. Aguaclara, Esta obra fue nombrada por la Universidad de Valencia como de obligada lectura para los alumnos de COU del curso 1981/1982.
Monografías Alicantinas (1989), (et al.), Ayuntamiento de Alicante
La otra cara de la Santa Faz (1989), Ayuntamiento de Alicante
Introducción a la edición facsimil de la Crónica de Viravens (1989), Ayuntamiento de Alicante
Historia Antigua (1990), I.E.C. Juan Gil-Albert
Alicante: la ciudad contada a los chicos (1990),Patronato Munic.Conmemoración V Centenario de la ciudad de Alicante
Matar con Mozart y 29 atrocidades más (1991), Ed. Aguaclara
Los cuentos de siempre empezar (1991), I.C. Juan Gil-Albert / Diario La Verdad
Geografía carcelaria de Miguel Hernández (1992) , Comisión del Homenaje a Miguel Hernández Alicante / Elche / Orihuela
La estética en el escritor alicantino (1992), Centro Cultural Bancaza
Los ahorcados del cuarto menguante (1995), Ed. Aitana
La batalla de las tetas (2000), Institució Alfons el Magnànim
El Ayuntamiento de Alicante (2002), XXIV Assemblea de Cronistas Oficials del Regne de Valencia
Antología de la aberración (2003), Comercial Denes, S.L.
100 años de periodistas y periódicos (Historia de la Asociación de la Prensa de Alicante) (2004), CAM / Asociación de la Prensa de Alicante
Decía de él Joan Lerma “El escritor de Alicante, Premio de las Letras Valencianas , que ha hecho de la libertad creativa el valor fundamental de su existencia. (..) Enrique Cerdán Tato, un hombre al que hay que leer”
Enrique, querido amigo, disculpa la torpeza del que escribe esta breve reseña, el cariño y la amistad tienen la culpa.
Bibliografía
Introducción de Fernando Abad para la edición de “Antología de la aberración” de Enrique Cerdán Tato por la editorial Calabria periodismo.
Introducción para la edición de “La lucha por la democracia en Alicante”
"La estética en el Escritor Alicantino (Memoria y vicisitud de la iniciacióna una estética o como las uvas que reviven en el vino profano" – Conferencia pronunciada por E.C.T. en el Centro Cultural Bancaja el día 7-Octubre-1991
Introducción para la edición de “La lucha por la democracia en Alicante”
"La estética en el Escritor Alicantino (Memoria y vicisitud de la iniciacióna una estética o como las uvas que reviven en el vino profano" – Conferencia pronunciada por E.C.T. en el Centro Cultural Bancaja el día 7-Octubre-1991