16 noviembre 2007

EL PANTANO DE ELCHE

La presa de Elche fue construida en el siglo XVII sobre el río Vinalopó, que ha tenido una cuenca compleja y variable a lo largo de los siglos.

Como precedentes inmediatos y notables que influyeron decisivamente en su construcción, cabe citar la reconstrucción de la presa de Almansa y la construcción de la de Tibi, todavía en el reinado de Felipe II.
A partir de las primeras obras, se sucedieron periodos de aprovechamiento, avenidas y atentados, que los propietarios sufrieron a lo largo de 4 siglos.
A pesar de la baja calidad del agua del Vinalopó en Elche, la presa permitió mantener y potenciar cierto desarrollo agrícola y de las industrias derivadas.
La cuenca vertiente del Vinalopó hasta Elche se extiende por unos 1700 Km2 de las actuales provincias de Alicante, Valencia, Albacete y Murcia.
En esta extensión se incluyen, algunas subcuencas que han influido en la variación de aportaciones al Vinalopó:
-La cuenca de la antigua laguna de Villena, drenada y desecada a principios del XIX a través de la Acequia del Rey (Carlos IV).
-La cuenca de la laguna de Salinas, desecada en la primera mitad del XX.
-La cuenca del Hondo de Carboneras, también drenada después que la de Villena.
-Varias cuencas menores en Hondón de las Nieves , Hondón de Monóvar y Hondón de los Frailes.
Por otro lado, la mayor parte de la cuenca recibe una precipitación media anual inferior a los 400 mm. Con estas aportaciones, ni los cultivos de secano más riguroso son capaces de sobrevivir, haciendo vital la aportación de aguas para riego.
En cuanto a la calidad de las aguas del río al llegar a la presa, por toda la cuenca del Vinalopó existen manantiales salinos (el barranco de “Salinetas” es uno de los pocos afluentes continuos), incluyendo algunos en el paraje que ocupa el vaso del embalse.
La mezcla de estas aguas con las de otros manantiales no salinos, con una explotación regional próxima históricamente creciente, ha generado a lo largo de los siglos una mengua y empeoramiento progresivos de las aguas.
Con anterioridad a la construcción de la presa, el campo de Elche era regado por una red de acequias de orígenes romanos para el servicio de la centuriación de Illice, que los árabes ampliaron y desarrollaron.
Los primeros datos históricos se refieren a los derechos y regulaciones establecidos en la Edad Media por el Infante D. Juan Manuel, señor de Villena, que en torno a 1270 concedió a los ilicitanos el agua que éstos pudiesen traer hasta las tierras de Elche mediante sangrados de la laguna de su señorío en aguas altas, la posesión comunal de las mismas y su administración por el Concejo de la Villa.
La propiedad del agua fue comunal desde su origen hasta 1743; según consta en una provisión del Consejo de Castilla de 1763, en aquella fecha el Concejo de la Villa, que administraba el agua y las obras de reparación y mantenimiento, declaró como propio el embalse.
En 1791 se desamortizó la red de acequias a favor de los empresarios agrícolas integrantes de la nueva burguesía emergente, y en 1842 se otorgó la escritura de cesión del embalse con su presa, quedando así la Comunidad de Propietarios de la Acequia Mayor y Pantano de Elche como dueña y administradora del agua y las infraestructuras, hasta nuestros días.
Uno de los hechos más curioso corresponde al episodio de sabotaje que protagonizaron los vecinos de una partida rural en 1858, quienes “a hachazos y con escoplos rompieron el portón de desagüe de fondo y regaron a porfía sus tierras, habiendo desbrozado sus azudes y acequias previamente, por lo que tuvieron que enfrentarse a un sumario judicial. A tales extremos llegaban la escasez y la necesidad del agua.
El cuerpo principal de la presa consta de dos tramos curvos en planta. La primera bóveda está apoyada en su parte baja directamente en la roca de la ladera; la otra bóveda, mucho más corta, cierra desde el contrafuerte directamente hasta la roca de la margen derecha.
Fernández Ordóñez la considera como la primera presa bóveda del mundo, y se constata efectivamente que la estabilidad entre su peso, la presión del agua y la subpresión queda en entredicho si no se cuenta con el efecto arco. La fábrica de la presa es de mampostería trabada con mortero de cal y arena, revestida de sillería por todos sus paramentos.
El embalse que forma la presa se estima inicialmente en unos 4 Hm3, pero ya sus primeras décadas de funcionamiento le produjeron una drástica disminución de la misma, según se deduce de los varios proyectos de limpieza y recuperación documentados.
En 1589, el Concejo de Elche reconoció que las aguas vivas de la villa menguaban progresivamente, de forma que los cultivos venían a menos. Se consideró, pues, la conveniencia de construir una presa que embalsara las aguas y retuviera las de avenida para su mejor regulación y aprovechamiento. Ella venía confirmada por la demostrada utilidad de la presa de Almansa, reconstruida sobre una más antigua por el maestro Joanes del Temple en 1586, y por el proyecto de la presa de Tibi, para el riego de la huerta de Alicante, en el que intervinieron el mismísimo Juanelo Turriano y el maestro Pedro Izquierdo, y cuyas obras se terminaron en 1594.
Así, pues, en aquel mismo año, se constituyó una comisión integrada por el propio Joanes del Temple, Pedro Izquierdo y los maestros locales Domingo Chavarria (Elda) y Miguel Sánchez (Elche) que reconoció el cauce aguas arriba de la población y redactó un memorial. En él se indicaba el emplazamiento adecuado: la angostura de la rambla a la altura del monte denominado Castellar de Morera, donde afloraba roca en toda la cerrada y existían en los alrededores potenciales canteras fáciles.
A la vista del informe, el Concejo encargó los planos y presupuesto, que se estimó en 15 ó 16000 libras, al mismo equipo; y en cuanto los tuvo disponibles, junto con el memorial los remitió para su aprobación a la autoridad eclesiástica del obispo de la diócesis de Orihuela, y civil del Duque de Maqueda, Marqués de Elche.
Sin embargo, el elevado coste de la presa de Tibi, su desmoronamiento parcial en 1601 y el abandono de tierras de cultivo que comportó la expulsión de los moriscos, retrasaron el inicio de las obras.
En 1640 se terminó la primera parte de la obra y en el 43, a la vista de que el embalse estaba lleno y de que seguía habiendo agua disponible, se reanudó la construcción, terminada hacia el año 55, con un coste total de 21000 libras (como hasta hoy suele suceder, por encima del presupuesto).
La obra completa no se llenó hasta el año 1672.
En el funcionamiento de la presa hay documentadas abundantes roturas del portón de fondo, episodios de avenidas que produjeron averías en la fábrica, reparaciones y atarquinamientos del vaso; etapas de funcionamiento correcto, en precario y de inutilización total.
En el año 1743, el Concejo declaró como propio el embalse, con su presa, que hasta entonces se consideraban bienes comunales.
Uno de los accidentes más importantes tuvo lugar en 1751 con motivo de una de las mayores avenidas históricas que, si bien destruyó el único puente urbano que a la sazón cruzaba el Vinalopó en Elche, no destruyó la presa, a la que sólo le produjo averías en la galería de desagüe, pero atarquinó los dispositivos de salida y dejó el embalse lleno de fango e inutilizado. Fue el arquitecto Marcos Evangelio quien en esta ocasión realizó, en 1762, reconocimientos, informes y el proyecto de reparación, que cambiaría el funcionamiento de la presa, y cuyas obras se realizaron durante los tres años siguientes.

REFERENCIAS
[1] Ibarra Ruiz, P.
Institución del riego en Elche. 1914
[2] AHME
Libro de Cabildos. Acta del 21-02-1842
[3] Ramos Folqués, A.
La Industria, el Comercio y la Agricultura en Elche. 1973
[4] AHME
Papeles curiosos, vol. 3, p. 96
[5] Fernández Ordóñez, J.A. (director)
Catálogo de noventa presas y azudes españoles anteriores a 1900. 1984
[6] Gonzalvez de Coniedo, J. (copia de P. Ibarra)
Plano horizontal del buzón o surtidor del agua del Pantano para demostrar la obra que se
ha de hacer para la colocación de la compuerta o Portón como se hallaba antiguamente. 1793 ?
[7] Gil Olcina, A.
“El regadío en Elche”, en Estudios Geográficos. 1968
[8] Gozálvez Pérez, V.
El bajo Vinalopó. 1977
[9] Cavanilles, A.J.
Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, Población y Frutos del
Reyno de Valencia. 1795-97
[10] Jaén i Urban, G.
D’aigua i Obres Hidràuliques a Elx. 1999
[11] Lafarga, P.
Los riegos en Elche. 1910
[12] Irles Más, R. (director)
Estudio de soluciones a la problemática de las inundaciones en el t. m. de Elche. 1993
[13] Jaén i Urban, G. (director)
Guía de Arquitectura de la Provincia de Alicante. 1999

 
La Asociación Cultural Alicante Vivo se reserva el derecho de moderación, eliminación de comentarios malintencionados, con lenguaje ofensivo o spam. Las opiniones aquí vertidas por terceras personas no representan a la Asociación Cultural Alicante Vivo.