30 octubre 2007

NUESTRA PROVINCIA EN EL RECUERDO:COCENTAINA

Cocentaina siempre fue una ubicación importante y estratégica, incluso en el paleolítico, neolítico y en la época prerromana.
Así lo demuestran los tres abrigos con pinturas rupestres que nos encontramos en su municipio: el abrigo de Alberri, el abrigo de la Paella y el abrigo de la Penya Banyà.
Todos ellos fueron declarados en 1998 Patrimonio Histórcio de la Humanidad.

Puente nuevo sobre puente antiguo. Y el río Serpis, por debajo

En la época de la dominación musulmana, Qustantaniya volvió a ser un importante enclave, tanto a nivel económico, como agrícola, militar y administrativo. Así lo demuestran diferentes documentos históricos y elementos importantes de la arquitectura y urbanismo de la villa, como el arrabal, el castillo y numerosas alquerías en los alrededores de Cocentaina.
El mismo rey Jaime I de Aragón conquistó la villa en 1245. Esta etapa estuvo marcada por las importantes revueltas protagonizadas por el caudillo Al-Azraq (1247 y 1275).

Puentes construidos sobre puentes. No hay nada igual en toda la provincia

En 1304, la villa fue saqueada e incendiada por musulmanes procedentes de Granada. De aquí viene el actual mote de sus habitantes: "Socarrats".
El primer conde de Cocentaina fue el destacado almirante almogávar Roger de Lauria, en 1291, al que su sobrino Pedro IV de Aragón le concedió el privilegio real de la feria en 1346.
Roger de Lauria construyó en Cocentaina su alcázar, más conocido como el palacio Condal.
Más adelante, al 1488, Alfonso III vendió la villa por 80.000 florines al militar Jiménez Pérez de Corella, al que le concedió el título de conde y regresó a conceder otro derecho real de otra feria, diferente de la ya concedida por Pedro IV. La familia Corella reformó y amplió el Palacio hasta darle la forma actual. En el siglo XVII, Cocentaina pasó a manos de la familia Benavides.

El Ayuntamiento en tiempos de la republica

Al igual que muchas otras poblaciones del interior, Cocentaina fue presa de una gran depresión económica cuando en 1609 se produjo la expulsión de los moriscos. Entonces tenía una población de 2000 cristianos viejos y 1000 moriscos.
A comienzos del siglo XVIII su recuperación económica era ya notable y a lo largo de la centuria la villa no dejó de crecer, alcanzando cerca de 6.000 habitantes a principios del XIX, momento en el que la población pasó a depender de los duques de Medinaceli (1805), que aún conserva el título en la actualidad.
Durante los siglos XVIII y XIX la superficie agraria dedicada al regadío fue considerablemente ampliada, consolidando un sistema de pequeñas y medias explotaciones que han sobrevivido hasta ahora.

El estilo republicano puede apreciarse en las escuelas estatales

Hacia a finales del s. XIX comienza a surgir en Cocentaina una tímida industrialización textil inducida por Alcoy, pionera de la industria existente en la actualidad en la zona y que comprende textiles, cemento, papel, calzado y cartonajes.
La llegada del Tren Alcoy Gandía en 1893 supuso una importante mejora de sus comunicaciones.

Una imágen mística del Convent

Hoy en día, Cocentaina tiene más de diez mil habitantes, con un extenso término municipal muy montañoso pero también huertano. I
Posee un clima de transición entre el continental y el mediterráneo, con fuertes precipitaciones en otoño y primavera. Por aquí discurre también el río Serpis antes de entrar al valle que lo conducirá hasta la mar.

La torre cuadrada y poderosa del Palau Comtal habla de un pasado de esplendor

Alrededor del palacio se puede iniciar una visita por la ciudad fijándose en la cerámica piadosa que adorna algunas fachadas de la Calle Mayor, “els taulellets”, o las Iglesias del Salvador o Santa María de la Asunción, en la zona tortuosa que constituye el antiguo barrio árabe del Raval. Cocentaina conserva la mejor y más respetada zona medieval de toda la montaña alicantina. Tiene un considerable número de plazas hoteleras y restaurantes donde degustar los platos tradicionales de la rica y todavía poco conocida gastronomía de la montaña alicantina.

El puente de hierro contrasta con el paisaje rural. Es la combinación perfecta entre industria agricultura

Foto del asilo. Presidiendo al mesa, como no, una rica paella

info: El Ojo del Tiempo en la Provincia de Alicante

 
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