El talante abierto y liberal de los alicantinos se manifestó a lo largo del siglo XIX.
Muestras de ello son el gozo popular por la Constitución Española de 1812 y la desaparición de la Inquisición, las grandes dificultades para formar un batallón de voluntarios realistas en 1824 para reprimir a los liberales (la rebelión de Pantaleón Boné), el apoyo a la Vicalvarada y al pronunciamiento de septiembre de 1868 que dio paso al Sexenio Revolucionario.
El primer club republicano se abrió en Alicante alrededor de noviembre de 1868, y esta tendencia política triunfó en las elecciones municipales de 1870.
La provincia de Alicante nació como tal en las Cortes liberales de 1822, y correspondía con la antigua Bailía meridional valenciana, si bien fue ampliada en 1833 con parte de la desaparecida provincia de Játiva y los municipios de Villena y Sax.
En 1847 comienza la ampliación del puerto, y en 1858 finaliza la construcción del ferrocarril entre Alicante y Madrid con el enlace Alicante-Almansa.
Entre 1854 y 1878 se derruyeron las murallas de la ciudad.