Hagamos una pequeña pregunta a nuestros apreciados lectores:
1- Para conocer “in situ” el problema de los moriscos y las incursiones piratas a nuestras costas
2- Para preparar su expulsión
3- Para practicar la pesca a la que se aficionó rápidamente.
La respuesta es mucho más lúdica que todas las anteriores, ya que asistió a la primera representación de la fiesta de los Moros y Cristianos.
Por supuesto, las venidas estuvieron preparadas por Don Francisco Rojas y Sandoval, Marqués de Denia y luego todopoderoso duque de Lerma.
El monarca partió de Madrid el 21 de enero de 1599, llegando a Denia el 10 de febrero. 1500 soldados, desde la playa, le recibieron con salvas de honor.
Fue una semana de fiestas: fuegos artificiales, torneos, pesca, teatro. Y lo más curioso, “presentando después un simulacro de fueza entre Moros y Cristianos”, que fue muy del agrado de la Corte.
Muchas ciudades de la provincia de Alicante reivindican haber sido las primeras en celebrar las fiestas de Moros y Cristianos. Pero no le den más vueltas: Denia fue la primera, allá por el siglo XVI.
Mientras se celebraban aquellos actos lúdico-festivos, se produjo una alarma de piratas... de las de verdad.
Al parecer, una una escuadra turca mandada por piratas salió de Ibiza en dirección a Denia. 5 Compañias fueron enviadas a recorrer la costa... pero esta escuadra pirata nunca llegó ni apareció en el mar.
¿Había sido una falsa alarma?
¿La tropas españolas le habían dado muerte a sus ocupantes?
El populacho de Denia nunca lo supo.
Lo que sí sabemos es que, de nuevo en la Corte, un segundo simulacro festero de ataque de Moros fue representado a la Comitiva Real.
Y es que primero el susto y luego... la celebración.
¡Como mandan los cánones!
Y al rey le debió gustar Denia, pues volvió otras dos veces, en junio de 1599 y el 9 de enero de 1604.
Ahora analicemos unas cuantas incursiones de piratas berberiscos en nuestras costas, durante el reinado de Felipe III que, como imagino que sabrán, duró desde 1598 hasta 1621.
1600 .Calpe.
Llegan tres fragatas a la Cala d’ Algar en Calpe “y empezaron a echar tanta gente a tierra. Vino el Bayle con hombres y se organizó una refriega. Murieron 5 moros y con sus cabezas y el Arraez que llevaron preso, se volvieron triunfantes a Calpe”.
1600. Javea.
Se produce un rencuentro con moros que habían saltado a tierra.
1616. Valencia. 2000 muertos.
“Descubriéronse en alta mar siete navíos de piratas. Salió una flotilla del Grau y se trabó un combate horrible y desesperado”.
Los valencianos echaron a pique 3 galeras y apresaron otras 3, “huyendo la última, que escapó a lo largo del viento”. Cuéntase que murieron en la refriega 2.000 turcos y argelinos, y rescataron muchos cautivos cristianos, entre ellos D. Juan Nicolás Robi, obispo de Catania y 6 religiosos franciscanos. Lógicamente al volver la flotilla y los cautivos, hubo volteo de campanas.
1618. Alicante.
“A 7 de marzo de 1618, un vaixel de moros se entró en el puerto, los esclavos que en el venían, se confederaron y agermanaron a los moros al fin se alzaron contra los moros, quedando esclavos los tres renegados, venían con intento de volverse al gremio de la Santa Iglesia y, un moro deseos de hazerse cristiano les ayudó...” (Bendicho)
1637. Varios ataques a la Villa de Calpe.
“En el año 1637, a 3 días del mes de agosto, en la madrugada, llegaron cinco galeras de 26 bancos de Argel a la costa de este reyno, cuyo corsario era Alí Puchili, al paraje de la villa de Calpe y, echando en tierra la gente, que fueron 600 tiradores, subiendo de la mar a la villa de Calpe y la imbadieron en apuntando el día, si bien primero tomaron el arrabal, donde huvo bravas escaramuzas, en particular, en la casa del bayle... que no pudiéndosela entrar los moros, por su defensa, subieron a los texados y, aún, por allí la defendió, de tal manera que por las canaleras de las tejas chorava la sangre de los moros muertos como si fuera día lluvioso, que no cesó de matar moros mientras tuvo munición y bendioles su vida tan cara, que él sólo mató más de 20 moros. Y el día claro, viendo que el muro de la villa era inaccesible y que no le podían imbatir, hallaron en él una ventana sin rexa, que era de casa del gobernador, y por allí, arrimando unas bigas hizieron subir un muchacho morisco y vido que no havía nadie en la casa, les avisó y entraron por allí más de doscientos moros, previniendo ante la puerta de la casa con trancas, hasta que entró la copia dicha de moros, y abriéndola a golpe, salieron a la villa y , lo primero, fue abrir las puertas de ella, para que los demás entrasen. Y, en medio de la villa, hay una torre donde se havía recoxido la gente, que lo más eran mugeres y gente moza, que en pelea havían muerto 13 personas, y por ser verano, toda la más gente de la villa estavan en sus labranzas, que se hazen allí grandes melones y se provehe parte del reyno de esta fruta y, assí, con poco lumo y muchas amenazas, les abrieron la torre y entregaron a los moros”.
En aquellos días hubo 400 cautivos. “Hicieron muchos daños en la villa, matando todos los lechones y cabalgaduras, y saqueándole se le llevaron trescientas noventa y seis personas y, entre ellos, algunas forasteras que havían venido a la fiesta, que se prevenía a cinco de agosto de Nuestra Señora de Calpe. Los moros muertos fueron quarenta, bien pudiera haverles socorrido a tiempo la villa de Benisa y Altea, pero, pavorosos de ciertos bandidos se enserraron en la villa y fueron a recoxer lo que pudieron. Ydos los moros al puerto de Moraira, no se llevaron artillería, ni campanas porque os hecharon del muro abajo”.
Cuenta, además, que quemaron los archivos, el trigo, una ermita de San Gregorio que estaba fuera del muro, hicieron estragos en la iglesia de la villa llevándose plata y seda, rompiendo imágenes y altares. Continúa con el tardío socorro de Benisa, Murla, Alegraven, Berpalcul y Venigenbla, aunque llegaron luego 80 hombres con banderas y estandarte y 300 hombres en bajales del puerto de Moraira:
“A 24 de agosot y otras vezes volvieron los moros a Calpe, teniéndola ya por suya, ocasión que tomó esta ciudad de retirar las monjas”.
1643 Ataque durante el día de Santa Faz
“En la madrugada del 30 de Marzo de 1643, cuatrocientos moros desembarcaron en el Cabo del Alcodre (hoy, Cabo de las Huertas) y sorprendiendo a los habitantes, saquearon los Templos, las casas y se llevaron prisioneros a 43 niños, 83 hombres y 108 mujeres. Los vecinos restantes, escondidos en las Torres, salieron en su persecución, reuniéndose entre la capital y lugares vecinos, unos 800 combatientes. Se trabó durísimo combate cerca de la Playa de San Juan, en el lugar que aún se denomina “La Pasió”, pereciendo trescientos piratas y logrando rescatar a los prisioneros, a costa de la vida de no pocos combatientes... En esta ocasión, el Monasterio de la Santa Faz sufrió los horrores del saqueo, aunque las religiosas y los vecinos se refugiaron en su amplia e inexpugnable Torre defensiva (sala 140).
Los combatientes recibieron una felicitación del rey”
info: Piratas y corsarios en las costas de Alicante. Manuel Martinez López Ed. ECU