¿ERES PIRATA O CORSO?

La eterna lucha del gato y el ratón en nuestras aguas.
Siempre ha sido así.
El pirata era el ladrón de mar, el que se hacía a la mar para robar, matar y tomar cautivos pidiendo luego un alto rescate por ellos.
El “corso” marítimo, por el contrario, era aquel que (en teoría) actuaba contra los enemigos marítimos de un Estado, pero que lo hacía con la autorización de un poder político. El corso, frente al pirata, tenía un carácter legal, con tal de que no infrinjía las leyes del mar. Se trataba de una piratería ejercida dentro de un marco institucionalizado por la ley.
Eso en teoría, porque en la práctica, los piratas con frecuencia estaban armados y protegidos por estados y los corsos fueron muy crueles, matando, robando y haciendo cautivos.
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De todas formas el “corso”, en el Reino de Valencia nació como autodefensa ante la multiplicación de incursiones de piratas berberiscos y granadinos. El reino se tenía que defender y lo hizo concediendo licencias de “corso” para combatirles. Ya, en 1356, Pedro IV estableció unas “ordenanzas sobre ciertas reglas que deben seguirse en los armamentos de corsarios particulares”. La piratería, en contraposición al corso, ha estado condenada siempre por las leyes y los códigos. La actividad del corso perduró hasta que, en 1856, en París se declara su abolición.

Los principales puertos del reino que , en el S. XV, se dedicaban al armamento de corsarios eran Valencia, Cullera, Denia, Xabia, La Vila y Alicante. Las licencias de corso, que eran concedidas por el baile o juez, dadas entre 1404 y 1497, 58 corresponden a Valencia y 18 a Alicante.
Y también capturaban a gente, sobre todo a piratas. En 1488 capturaron 485, de los cuales 409 eran musulmanes. En 1494 capturan a 313, de los cuales 148 eran musulmanes.