14 agosto 2007

SISSÍ Y LA PALMERA IMPERIAL

En el último tercio del siglo XIX, de una palmera datilera de Elche brotaron ocho brazos que se alimentaban de un mismo tronco.

Veinte años más tarde, la visitó una peculiar reina.
Elisabeth de Wittelsbach.
¿Quién fue Elisabeth?
La actriz Romy Scheineider nos la descubrió entre los años 1954 y 1957. Ella encarnó a la famosa Elisabeth (Sissí para la gente de la corte) en varias películas, convirtiéndose en la actriz alemana más famosa de la historia del cine.
La verdadera reina Sissí distaba mucho de la imagen que nos ofreció Hollywood: ella sabía perfectamente lo que quería, escéptica, irónica, ejercía la libertad hasta las últimas consecuencias, rebelde, testaruda, solitaria y muy maniática.
Por fortuna para Elche, era una navegante intrépida, que arriesgó varias veces su vida en aguas del Mediterráneo y se tatuóun ancla en el hombro.
Conoció lugares exóticos para la época: Argel, Corfú, Córcega, Madeira, los Cárpatos... ¡y España!
Según las crónicas locales, en el otoño de 1894 amarró en el puerto de Alicante un barco que llevaba a bordo a Elisabeth de Wittelshach y a su marido, el emperador Austro-Hungaro Francisco José.
Sissí, de profunda cultura, conocía la existencia del palmeral ilicitano, por lo que quiso conocerlo en primera persona.
Le enseñaron, además, el Huerto del Cura, llamado así porque a la muerte de su dueño, el labriego ilicitano Gabriel Castaño Peral, heredó toda la propiedad su segundo hijo, el sacerdote José Castaño Sanchez (que, por cierto, nunca fue cura párroco).
Fue en este huerto donde había comenzado a brotar del tronco de una palmera macho multitud de troncos hijuelos, a la altura de casi 2 metros del suelo.
Contemplar la "Palmera dels Ulls" (como aquí la llamaban) produjo gran impresión en la princesa Sissí, que no cesó de alabarla durante toda la visita. Casi al final, abordó al sacerdote y le dijo: "Padre Castaño, esta palmera tiene un poder y una fuerza dignas del más grande Imperio. Póngale un nombre célebre".
Y así fue.
Ni corto ni perezoso, el cura Castaño le cambió de nombre

 
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