18 agosto 2007

EL POBLADO DE EL REALENGO

El Realengo es un "Pueblo de Colonización" que se construyó a finales de los años cincuenta (finalizado en 1961), por el Instituto Nacional de Reforma y Desarrollo Agrario (IRIDA), dentro de los proyectos de la campaña de activación agraria. Pertenece administrativamente al Ayuntamiento de Crevillente, aunque desde entonces, como apenas ha crecido, ha permanecido aislado y como una pedanía externa (según el censo de 2005, tenía entonces 359 habitantes).


Plano Original del trazado urbano del nuevo asentamiento.


Fotografía aérea del estado actual de El Realengo.

El Realengo se situó sobre una zona de saladar entre las desembocaduras de los ríos Segura y Vinalopó, cerca de las Pías Fundaciones del Cardenal Belluga. La mayoría de sus primeros colonizadores procedían del la provincia de Albacete que vívían en unos pueblos que quedarían inundados por la construcción del embalse del Cenajo.
Podríamos decir que, al margen de algunos macrocrecimientos residenciales actuales, es uno de los asentamientos más jóvenes de la provincia.

Se le encargó el proyecto en 1950 al arquitecto J. A. Fernández del Amo, y diseñó un proyecto con un planteamiento racionalista propio de los años 50. Era un trazado urbano de anchas calles ortogonales, con palmeras plantadas, y estaba presidido por la torre de la iglesia (que guarda un chocante parecido con un transformador eléctrico o un edificio industrial).
Se construyeron 150 casas para colonos, organizadas en torno a un centro cívico en el que se ubicaron los edificios públicos: iglesia, ayuntamiento, escuela, casa del médico y casa de los maestros.
Se trataba de casas de planta baja y piso, con volúmenes de fuerte efecto plástico, que contaban con grandes corrales y patios de labranza laterales y posteriores propios de las casas agrícolas.


En su momento fue una apuesta por la arquitectura moderna, sin recurrir a tradicionalismos incoherentes o lenguajes ya anticuados. Un urbanismo moderno y una arquitectura culta, que buscaba la imagen de la arquitectura rural en sintonía con la revisión vernácula del racionalismo ortodoxo que se estaba produciendo a nivel internacional: formas prismáticas, asimetrías en huecos y volúmenes, paredes encaladas directamente sobre la obra de mampostería, cubiertas a un agua de poca pendiente con teja plana sin cumbrera ni limas...

Conformó un poblado que tenía un lenguaje moderno, pero claramente adaptado al medio rural tradicional, para ayudar a crear rápidamente la identidad de un lugar nuevo surgido de la nada, y en el que no había ninguna raíz donde agarrarse. Todavía se puede ir a apreciar en las casas de los años 50 los juegos de luces y sombras, así como el trazado urbanístico original, aunque se encuentra bastante modificado y transformado.









Fuente: Guía de Arquitectura de la Provincia de Alicante
Colección de fotografías de Elisa Cano y Carlos Cuenca

Puedes ver dónde está El Realengo en nuestro mapa de Panoramio.

 
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