Disminuir texto
Publicado por Arturo Moreno
Ramón de Campoamor y Campoosorio nació en un pequeño municipio del Principado de Asturias, un miércoles 24 septiembre de 1817.Creció Ramón protegido por los cuidados de una rica y soltera tía materna, la cual se encargó de dar al niño los estudios primarios. Fue educado conforme a los gustos y costumbres de entonces, consistentes en una enseñanza y una religiosidad a ultranza, acompañada en plano más secundario, del estudio de latín y de las otras materias propias de una cultura general.
De la forma en que le enseñaron a Campoamor el catolicismo en la escuela, guardó un mal recuerdo: "el infierno del Dante era un mal aprendiz en comparación con los retorcidos inventos de castigos infernales que me metían los clérigos enseñantes en mi tierna y sensible cabecita infantil. Todo el curso de mis primeros años ha sido un sueño tenebroso, del cual creo que todavía no he acabado de despertar".
A los 18 años se matricula en la facultad de medicina. Pero poco duró su experiencia vocacional, ya que "el asco y la nausea que me produce el espectáculo de los
cadáveres sobre la mesa de disección, me convencen de lo equivocado de su decisión".Allí, en la facultad de medicina, conoce a un catedrático muy observador que le aconseja dedicarse a la literatura, pues cree descubrir en el joven una natural aptitud hacia las letras. A los 20 años publica su primera obra impresa, una comedia en dos actos titulada "Una mujer generosa" la cual no se tiene referencia alguna que se llegara a estrenar en teatro.
Dos años después publica un libro de poesías: "Ayes del alma".
A partir de entonces, alterna su inclinación vocacional por la poesía con sus ideas políticas que consistían en un gran fervor hacia la reina Isabel II. Se afilia al partido moderado.Con 30 años recién cumplidos, es nombrado Gobernador Civil de la provincia de Castellón. Durante el ejercicio de este cargo, se propuso hacer obligatoria la educación primaria dentro del territorio de aquella provincia.
Apenas tiene tiempo de intentar su propósito cuando se ve trasladado al Gobierno Civil de Alicante. Aquí se casa con Guillermina O'Gorman, una joven dama de acomodada familia irlandesa afincada en nuestra ciudad; nunca tuvo de
scendencia.Desde el año 1850 fue elegido para ocupar un escaño en el Congreso de Diputados e interviene activamente en la vida pública. A consecuencia de su encendida defensa del sistema monárquico, llegó a batirse en duelo con el marino español Juan Bautista Topete Carballo, que años más tarde sobresalió en la célebre insurrección que arrojó del trono a Isabel II en 1868.
Todo aquello fue el preludio del advenimiento de la 1ª República española, que llegaría cinco años más tarde.
En 1861 es designado como miembro de la Real Academia de la Lengua Española, ocupando el sillón E.
Murió en Madrid desempeñando ese cargo, un gélido domingo de febrero de 1901, a la edad de 83 años.
Alicante rindió un homenaje a Ramón de Campoamor y Campoosorio, el 24 de septiembre de 1917, justo cuando se cumplía el primer centenario de su nacimiento.
Debemos de tener en cuenta que, ideologías aparte, Campoamor fue el primer gobernador civil de Alicante.
Ese mismo año, el Ayuntamiento rotuló la hermosa alameda de nuestra ciudad con el nombre de Campoamor, nombre que más tarde (en 1855), se cambió por Jefes Políticos.
Antonio Galdó López, decano de los periodistas alicantinos, escribió de él: «A Campoamor se debe la construcción del más sano paseo con que cuenta Alicante, para lo cual ofreció todo género
de facilidades. A Campoamor se debe el derribo del vetusto convento de los Dominicos, emplazado en la calle Mayor. A Campoamor se debe la pronta tramitación del expediente para la construcción de la nueva carretera que nos pone en comunicación directa con nuestra hermosa huerta. A Campoamor le son deudoras muchas familias liberales de esta ciudad, de que en sus hogares renacieran la tranquilidad y el sosiego, en continua zozobra, durante el mandato de su antecesor Guerra».
Galdó López apeló al alcalde de Alicante, don Manuel Curt Amérigo, para que se sumara a la petición de honrar debidamente a don Ramón de Campoamor.
Así, la fecha señalada en un principio, el Ayuntamiento asistió corporativamente al Paseo de la Alameda e inauguró no el monumento, sino el lugar donde se le erigiría: un busto que le encargaron a Vicente Bañuls, frente a las Casas de la Beneficencia.
Ese mismo año, el Ayuntamiento rotuló la hermosa alameda de nuestra ciudad con el nombre de Campoamor, nombre que más tarde (en 1855), se cambió por Jefes Políticos.
Antonio Galdó López, decano de los periodistas alicantinos, escribió de él: «A Campoamor se debe la construcción del más sano paseo con que cuenta Alicante, para lo cual ofreció todo género
de facilidades. A Campoamor se debe el derribo del vetusto convento de los Dominicos, emplazado en la calle Mayor. A Campoamor se debe la pronta tramitación del expediente para la construcción de la nueva carretera que nos pone en comunicación directa con nuestra hermosa huerta. A Campoamor le son deudoras muchas familias liberales de esta ciudad, de que en sus hogares renacieran la tranquilidad y el sosiego, en continua zozobra, durante el mandato de su antecesor Guerra».Galdó López apeló al alcalde de Alicante, don Manuel Curt Amérigo, para que se sumara a la petición de honrar debidamente a don Ramón de Campoamor.
Así, la fecha señalada en un principio, el Ayuntamiento asistió corporativamente al Paseo de la Alameda e inauguró no el monumento, sino el lugar donde se le erigiría: un busto que le encargaron a Vicente Bañuls, frente a las Casas de la Beneficencia.
