Uno de nuestros lectores, nos dio una idea para hablar del VAY, más conocido como "tren xixarra" y que unía a Villena-Alcoi-Yecla.
En 1857 se inauguró un tren que unía Alcoy y Játiva con coches tirados por caballos y en 1862 se concedió una línea de diligencias a la empresa "El Serpis". Sin embargo, las horas que se empleaban para trasladarse de una población a otra se hacían interminables, por lo que el ferrocarril si hizo algo necesario y urgente.
Unir Alcoy con Villena significaba una salida de los productos fabricados en Alcoy, hacia La Mancha, Madrid y norte de España. Hubo varios proyectos para este ferrocarril pero ninguno de ellos prosperó. Por fín en 1880 el ferrocarril VAY vió la luz con una concesión oficial con ramales hacia Yecla y Alcudia de Crespins.
Partiendo desde Villena, el tren tendría que llegar a Alcoy pasando por Bañeres, Bocairente Agres y Muro, construyendo en Alcoy una estación de 1ª categoría con todos los servicios. El trazado debía seguir el curso del Rio Vinalopó atravesando la Sierra de Mariola, cruzar la divisoria del Serpis y seguir luego los cursos de los rios Barchell y Polop, según un proyecto de 1865.
Unir Alcoy con Villena significaba una salida de los productos fabricados en Alcoy, hacia La Mancha, Madrid y norte de España. Hubo varios proyectos para este ferrocarril pero ninguno de ellos prosperó. Por fín en 1880 el ferrocarril VAY vió la luz con una concesión oficial con ramales hacia Yecla y Alcudia de Crespins.
Partiendo desde Villena, el tren tendría que llegar a Alcoy pasando por Bañeres, Bocairente Agres y Muro, construyendo en Alcoy una estación de 1ª categoría con todos los servicios. El trazado debía seguir el curso del Rio Vinalopó atravesando la Sierra de Mariola, cruzar la divisoria del Serpis y seguir luego los cursos de los rios Barchell y Polop, según un proyecto de 1865.
Sin embargo, esto no llegó a suceder jamás.
A pesar del nombre que identificaba a esta compañía, sus estrechas vías nunca llegaron a Alcoi. En Muro conectaba con la línea Alcoi-Gandía, del mismo ancho, y se desviaba de la población.
Por el lado contrario, el VAY enlazaba en Jumilla con el trazado del ferrocarril Jumilla-Cieza (también de vía estrecha), perteneciente a los Ferrocarriles del Sudeste de España, que explotaban esta única línea férrea.
Por el lado contrario, el VAY enlazaba en Jumilla con el trazado del ferrocarril Jumilla-Cieza (también de vía estrecha), perteneciente a los Ferrocarriles del Sudeste de España, que explotaban esta única línea férrea.
El otro tramo utilizado en esta ruta, entre Muro y Alcoi, pertenecía al ferrocarril de Gandía a Alcoi, regido en sus principios por la compañía The Alcoy Gandía and Harbour Railway Co. Ltd e inaugurado en 1892. Fue llamado el "Tren de los Ingleses" y nuestro compañero Jesús habló de él en ESTE artículo.
Estas líneas tuvieron una modesta vida. En 1965 pasaron a ser administradas por FEVE, continuando así los trenes Xixarra hacia la costa, enlazando en Gandía con otra línea de FEVE, la que iba de Carcaixent a Denia y, desde allí, hacia Alicante.
La crítica situación de la compañía hizo que ambas líneas fueran cerradas en 1969.
Estas líneas tuvieron una modesta vida. En 1965 pasaron a ser administradas por FEVE, continuando así los trenes Xixarra hacia la costa, enlazando en Gandía con otra línea de FEVE, la que iba de Carcaixent a Denia y, desde allí, hacia Alicante.
La crítica situación de la compañía hizo que ambas líneas fueran cerradas en 1969.
Éste era un ferrocarril harto modesto y casi autosuficiente. De hecho, en sus talleres se construían artesanalmente sus coches y automotores, comprando sólo fuera las locomotoras de vapor. Un hecho anecdótico era que estos trenes nunca tuvieron servicios, lo cual, ocasionaba situaciones un tanto complejas.
En cualquier caso, la carencia de retretes en los convoyes se solía suplir con los de las estaciones. Éstas quedaban muy cercanas unas de otras, con lo cual los viajeros controlaban sus esfínteres hasta la siguiente parada, confiando en que no hubiera ninguna incidencia en la ruta.
Dadas las circunstancias, los maquinistas siempre esperaban el tiempo que fuera oportuno para que los viajeros, aliviados ya de sus aflicciones físicas, pudieran proseguir viaje más tranquilos y desahogados.
Entrañables son también los recuerdos de aquel ambulante de correos que gustaba de jugar su partidita de mus en la estación de Agres con el jefe de estación, el maquinista y el interventor, mientras se producían las esperas de los trenes de RENFE para el trasbordo de viajeros. Más de una vez tuvo que esperar todo el pasaje el tiempo que fuera preciso, a que se resolviera algún que otro órdago a la grande, además de confiar en que el maquinista no hubiera perdido la partida y condujera el tren de mal genio.
Una última anécdota de este ferrocarril habla de aquel maquinista que, al salir de Muro, olvidó en la estación un paquete de comida para el jefe de estación de Agres. Allí, al darse cuenta del olvido, ni corto ni perezoso y ante el estupor de los viajeros, dio marcha atrás para llegar de nuevo a la estación de partida (¡a 19 km!) y coger allí la tartera: no estaban los tiempos para dejar pasar una comida casera.
En cualquier caso, la carencia de retretes en los convoyes se solía suplir con los de las estaciones. Éstas quedaban muy cercanas unas de otras, con lo cual los viajeros controlaban sus esfínteres hasta la siguiente parada, confiando en que no hubiera ninguna incidencia en la ruta.
Dadas las circunstancias, los maquinistas siempre esperaban el tiempo que fuera oportuno para que los viajeros, aliviados ya de sus aflicciones físicas, pudieran proseguir viaje más tranquilos y desahogados.
Entrañables son también los recuerdos de aquel ambulante de correos que gustaba de jugar su partidita de mus en la estación de Agres con el jefe de estación, el maquinista y el interventor, mientras se producían las esperas de los trenes de RENFE para el trasbordo de viajeros. Más de una vez tuvo que esperar todo el pasaje el tiempo que fuera preciso, a que se resolviera algún que otro órdago a la grande, además de confiar en que el maquinista no hubiera perdido la partida y condujera el tren de mal genio.
Una última anécdota de este ferrocarril habla de aquel maquinista que, al salir de Muro, olvidó en la estación un paquete de comida para el jefe de estación de Agres. Allí, al darse cuenta del olvido, ni corto ni perezoso y ante el estupor de los viajeros, dio marcha atrás para llegar de nuevo a la estación de partida (¡a 19 km!) y coger allí la tartera: no estaban los tiempos para dejar pasar una comida casera.
A continuación os ponemos unas cuantas fotos que nos envía nuestro amigo anónimo. Aunque se trata de imágenes del "tren xixarra", corresponden a la población de Yecla. Muchas gracias, compañero. No sólo nos da igual que no sean de nuestra provincia, sino que te lo agradecemos enormemente. Hasta pronto.
N. del Autor: Intentamos ponernos en contacto con los responsables de DISIMAG, pero nos fue imposible. Parte de las fotografías y del texto de este artículo son de dicha web. En ella podréis leer muchas más cosas acerca del Xixarra. Sin ellos, este artículo no podría haber sido escrito. Gracias.