Quizás haya alguien todavía que lea estas líneas y no haya oído hablar de El Castellet de la Murta y el Oro dels Moros.
Hoy la zona del Castellet está catalogada como Yacimiento y Zona Arqueológica Documentada, donde, según el libro Arqueología en Agost, se han encontrado fragmentos de al menos 3 épocas diferentes, entre ellos, de la musulmana.
A pie de campo se aprecia lo que fue un poblado, y en la cumbre, un trozo de murete-margen de piedra…
Existió una leyenda que hacía referencia al Castellet de la Murta, que hablaba de la existencia de un tesoro guardado durante años por los habitantes del Agost moro. También decía la leyenda que la “Cova de San Martí” se unía con la Murta a través de un pasadizo, el cual a día de hoy no existe... ¡O sí, ¿quién sabe?
El Castellet de la Murta es un desnivel en el terreno que por todas partes anuncia estar medio hueco por dentro, (por sus pequeñas fisuras sale en invierno aire caliente y en verano aire fresco), abarrotado de un montón de cuevas, y porque en una de ellas existe una Sima que el GIM (Grup Ilicitá de Muntanya) indica una profundidad de 40 metros.
La leyenda siempre existió: a finales del siglo XIX, cuando fue el apogeo de la artesanía local en los protectorados, algunos artesanos emigraron a trabajar a África, y allí encontraron un mapa, que describía unas montañas, cuya topografía, coincidía con la de Agost y que hablaba de un tesoro y una piel de toro que envolvía un montón de monedas de oro.
Esto coincidía con la historia que marcaba la tradición, una piel de toro que contenía un tesoro, que al llegar la reconquista fue echada al hueco de una cueva, una sima, para que no cayera en manos de las huestes cristianas. Este tesoro sería recuperado cuando Agost fuera otra vez territorio musulmán.
Quizás una creencia, un romanticismo, una esperanza, o simplemente las ganas de algo mejor...
Quizás una creencia, un romanticismo, una esperanza, o simplemente las ganas de algo mejor...
La cuestión es que se creó una asociación para cavar en la Murta, pero el proyecto se abandonó sin llegar a resultado alguno. Hoy en el lugar podemos encontrar dicha galería.
En años posteriores, el propietario del lugar enterró mucho dinero en un sueño, un sueño que seguro no le iba a dar tanto como él estaba invirtiendo, pero a veces las aficiones salen poco rentables.
La montaña está ahí, los restos cerámicos de asentamientos también, la leyenda, las cuevas accesibles en cierta manera, la sima…pero…
La gente de Agost prefiere vivir en la incertidumbre a que alguien utilizando Técnicas de Emisión Acústica les quite el embrujo de la duda…
Extraído de agost.com
Extraído de agost.com