A las 18:00 de la tarde de aquel 23 de Febrero de 1981, empezó en el Congreso de los Diputados la investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo como Presidente del Gobierno de España.
A las 18:21 horas, cuando iba a emitir su voto el diputado socialista Juan Manuel Núñez Encabo, un centenar de guardias civiles (metralleta en mano), irrumpieron en el hemiciclo del Congreso encabezados por el teniente coronel Antonio Tejero, quien desde la tribuna ordenó que todo el mundo estuviera quieto y esperasen la llegada de una autoridad competente..
La réplica vino del general Gutiérrez Mellado, entonces Ministro de Defensa, quien le ordenó desarmarse y fue agredido por los militares, a lo que siguió una ráfaga de metralleta lanzada hacia el techo del hemiciclo.
Cuatro de los diputados fueron separados del resto: el aún Presidente del Gobierno, Adolfo Suárez González, el líder de la oposición, Felipe González Márquez, el segundo en la lista del PSOE, Alfonso Guerra González, y el líder del Partido Comunista de España, Santiago Carrillo.
Poco después, se sublevó en Valencia el Capitán General de la III Región Militar, Jaime Milans del Bosch, quien sacó la compañía de carros de combate a la calle y declaró el Estado de Excepción.
La negativa del Rey a apoyar el golpe permitieron abortarlo a lo largo de la noche. El propio monarca se aseguró mediante gestiones personales la fidelidad de la mayoría de los mandos militares. También destacó la actitud del presidente de la Generalidad de Cataluña, Jordi Pujol, quien transmitía a toda España por Radio Nacional y Radio Exterior una alocución donde llamaba a la tranquilidad.
Sobre la una de la madrugada del día 24 de febrero, el Rey intervino en televisión, vestido con uniforme de Capitán General de los Ejércitos para situarse contra los golpistas, defender la Constitución Española y desautorizar a Milans del Bosch.
A partir de ese momento el golpe se dió por fracasado. Milans del Bosch canceló sus planes a las cinco de la mañana y fue arrestado, mientras que Tejero resistió hasta el mediodía del 24.
A esa hora, todos los diputados serían liberados.
Milans del Bosch fue condenado el 3 de junio de 1982 a 26 años y 8 meses de prisión, y expulsado del ejército.
Antonio Tejero Molina fue condenado a 30 años de prisión y expulsado de la Guardia Civil.
Y ahora vamos con una pequeña pregunta sobre el Golpe de Estado:
¿Quién tuvo el valor de permanecer sentado en su escaño a pesar de las amenazas de muerte de los militares?
A las 18:21 horas, cuando iba a emitir su voto el diputado socialista Juan Manuel Núñez Encabo, un centenar de guardias civiles (metralleta en mano), irrumpieron en el hemiciclo del Congreso encabezados por el teniente coronel Antonio Tejero, quien desde la tribuna ordenó que todo el mundo estuviera quieto y esperasen la llegada de una autoridad competente..
La réplica vino del general Gutiérrez Mellado, entonces Ministro de Defensa, quien le ordenó desarmarse y fue agredido por los militares, a lo que siguió una ráfaga de metralleta lanzada hacia el techo del hemiciclo.
Cuatro de los diputados fueron separados del resto: el aún Presidente del Gobierno, Adolfo Suárez González, el líder de la oposición, Felipe González Márquez, el segundo en la lista del PSOE, Alfonso Guerra González, y el líder del Partido Comunista de España, Santiago Carrillo.
Poco después, se sublevó en Valencia el Capitán General de la III Región Militar, Jaime Milans del Bosch, quien sacó la compañía de carros de combate a la calle y declaró el Estado de Excepción.
La negativa del Rey a apoyar el golpe permitieron abortarlo a lo largo de la noche. El propio monarca se aseguró mediante gestiones personales la fidelidad de la mayoría de los mandos militares. También destacó la actitud del presidente de la Generalidad de Cataluña, Jordi Pujol, quien transmitía a toda España por Radio Nacional y Radio Exterior una alocución donde llamaba a la tranquilidad.
Sobre la una de la madrugada del día 24 de febrero, el Rey intervino en televisión, vestido con uniforme de Capitán General de los Ejércitos para situarse contra los golpistas, defender la Constitución Española y desautorizar a Milans del Bosch.
A partir de ese momento el golpe se dió por fracasado. Milans del Bosch canceló sus planes a las cinco de la mañana y fue arrestado, mientras que Tejero resistió hasta el mediodía del 24.
A esa hora, todos los diputados serían liberados.
Milans del Bosch fue condenado el 3 de junio de 1982 a 26 años y 8 meses de prisión, y expulsado del ejército.
Antonio Tejero Molina fue condenado a 30 años de prisión y expulsado de la Guardia Civil.
Y ahora vamos con una pequeña pregunta sobre el Golpe de Estado:
¿Quién tuvo el valor de permanecer sentado en su escaño a pesar de las amenazas de muerte de los militares?