12 mayo 2007

OSCAR ESPLÁ: A LA SOMBRA DE FALLA

Óscar Esplá y Triay nació en nuestra ciudad el 5 de agosto de 1889.
Gran compositor y músico, inició su formación siendo aún niño, aunque estudió Ingenieria por expreso deseo de su padre.
En 1911, tras obtener el premio de la Sociedad Musical Nacional de Viena con su Suite Levantina, decidió dedicarse de lleno a la música.
Hasta ese momento, su formación como compositor había sido casi por completo autodidacta; se trasladó a Alemania para comenzar estudios de composición y dirección con Max Reger, y un año más tarde a París para estudiar con Camille Saint-Saëns.
Sin embargo, el estilo de sus obras no se aproximó al de sus maestros, asemejándose más al de Claude Debussy en su tratamiento armónico.
Esplá compuso numerosas piezas en las dos décadas siguientes y alcanzó una modesta notoriedad, aunque su fama fue eclipsada por la de su contemporáneo Manuel de Falla.
En 1930 le fue ofrecida una cátedra en el Conservatorio de Madrid, actividad que compaginó con la presidencia de la Junta Nacional de Música. El 20 de agosto de 1936 publica la Gaceta de la República su nombramiento como Director del Conservatorio Nacional de Música y Declamación de Madrid.
Esplá era republicano, pero sentía amenazada su vida y la de su familia, así que el mismo año de 1936 marcha a Bélgica con los suyos. Por otra parte, temía Esplá la represión de los nacionales y no pudo regresar a España hasta 1951.A medida que pasaba el tiempo y la guerra se prolongaba, la situación del compositor era cada vez más precaria ya que no podía disponer de sus bienes en España. Gracias a Jean Absil fue contratado para colaborar en el diario Le Soir (1940-1943), que habiendo sido incautado por los nazis mantenía entonces una línea colaboracionista.
Esplá no dudó en defender, desde las páginas de Le Soir a compositores judíos y a otros autores "prohibidos". No obstante, tras la guerra, se le prohibió el ejercicio del periodismo en Bélgica.
Se hallaba en una situación económica difícil cuando se le ofreció la dirección del recién creado Laboratorio de Ciencia Musical en Bruselas en 1946, para investigar la psicología de la música y la acústica; el laboratorio se extinguió poco después, y Esplá se trasladó a París, donde trabajó con compositores como Salabert y recibió ayuda de UNESCO para paliar sus dificultades económicas.
Regresó a España, gracias a la mediación de Germán Bernacer en 1951, tras pagar una cuantiosa multa con sus bienes españoles.
La protección del infante de Baviera y la necesidad para el Régimen de capitalizar a los intelectuales que venían del exilio, le permitió disfrutar de unos últimos años apacibles y de éxito.
El 9 de mayo de 1956 es elegido como académico de la Académie des Beaux-Arts de París.
En 1959 le conceden la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio (B.O.E. 02.041959)
Se negó a colaborar en la celebración de los XXV años de Paz.
En 1962 fue nombrado delegado local del Consejo Internacional de la Música creado por la UNESCO.
Falleció en Madrid en 1976.

 
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