Wissir y señor de villas, alquerías y castillos desde Pego hasta Penaguila, vasallo del rey aragonés D. Jaime I desde que este conquistara el Reino de Valencia, harto de incumplimientos rompió la tregua por segunda vez y se dirigió con sus tropas hacia Xátiva, saliéndole al paso el rey obligandole a refugiarse en el castillo de Llutxent, donde quedó cercado.
Allí, tras largas discusiones con el infante D. Alfonso, hijo mayor de D. Jaime, logra un pacto de vasallaje. Se firma el 16 de abril de 1245 en un lugar junto a un pozo de agua (aún existe y hay una placa conmemorativa) a media legua de la población, por lo que se le denominara PACTE DEL POUET
El documento está interlineado en escritura árabe y en romance castellano. El romance después de tantos años puede leerse, así como el árabe que es legible por los traductores. Curiosamente los textos no expresan lo mismo. Parece que los escribanos quisieron contentar a los dos bandos para que todos quedaran satisfechos.
En el mismo, se llega al acuerdo para el reparto de los 17 castillos que poseía Al-Azraq. Los de Pop y Tárbena los entrega en el acto al rey aragonés. El de Alcalá y Perputxent se los queda para sí y sus descendientes. Los de Margarida, Xeroles, Cairola, Beniaya, Castiel y Galinera los retendrá durante tres años, partiéndose las rentas con D. Jaime. Pasado dicho plazo se los entregará.
De la misma manera se reparten las alquerías de Tollos y Ebo. Y también pactan que a partir de ahora los que pudieran ganar, se repartirían las rentas a medias.
Este pacto, como casi todos los de aquella época, no se cumplieron y tiempo después, (a pesar de los esfuerzos de la esposa del rey Dª Violante por convertirle al cristianismo, casándolo con una princesa), volvió a rebelarse pero esta vez tuvo que abandonar todos sus dominios y posesiones y refugiarse en el Reino de Granada.