12 mayo 2007

NUESTRA PROVINCIA EN EL RECUERDO: TORREMANZANAS


En el mismo centro de la provincia de Alicante, en el meridiano de un pintoresco valle arropado por las sierras de Montagut, el Rontonar y la Grana, se alza, a 788 metros de altura, la villa de La Torre de les Maçanes. Constituye el último pueblo de la comarca de L´Alacantí y con ello, rompe el paisaje agreste de la costa alicantina, para esbozar una pincelada de naturaleza y monte a nuestras tierras. Su economía está basada en la agricultura de secano, si bien en los últimos años afloran pequeñas industrias que sirven de apoyo. Durante el siglo XX ha sufrido una regresión demográfica, no obstante su expansión urbanística está en pleno desarrollo, motivo por el cual ha desarrollado un incipiente turismo de montaña (estival).
El nacimiento de numerosas fuentes, al tiempo que su situación geográfica como confluencia de antiguos azagadores motivaron que el hombre se estableciera en sus inmediaciones desde la edad de piedra, constituyendo su término municipal un fabuloso eslabonado histórico que arranca en el mesolítico (7000 a.C) para prolongar la vida humana hasta nuestros días. Dan cuenta de ello sus numerosos yacimientos: Freginal de la Font Major, Cova de la Barçella, Penya del Camanaor, Foia del Cortes, etc... que constituyen el origen de la provincia de Alicante.
En tiempos de dominación musulmana, la alquería antecesora del actual pueblo, se llamaba IM. El nombre actual es de origen árabe y está formado por la unión de dos vocablos: Torre (en referencia a su baluarte almohade del siglo XII) y Maçanes (del árabe “mazil-as-sanad”, posada al lado del camino). Con el paso de los años, la Torre de les Maçanes se transformaría en “Torre de las Mansanes” y después de la guerra de Sucesión y la abolición de los fueros valencianos, se castellanizaría incorrectamente a “Torre de las Manzanas”.
Un comercio de Alicante coronaba un slogan a mediados del 1900: “Agua de Torremanzanas que hace comer sin tener ganas”, y es que el pueblo es fuente madre del Rio de la Torre (afluente del Monnegre) y del Río Amadorio. Ha sido famoso desde tiempos inmemorables por la calidad y riqueza de sus aguas. Así dan cuenta dos proyectos de conducción de agua a la capital que florecieron en el último tercio de 1800.
Muchos son los atractivos que han influído en el desarrollo turístico de la población: en 1926 se estableció en plena serranía del Rontonar un albergue de los Jesuitas, que después se convertiría en Hospital Infantil durante la 2ª República, Hospital Militar durante la Guerra Civil y finalmente Sanatorio Antituberculoso hasta su cierre en 1963.
Por otra parte, sus fiestas son ancestrales:
Fiestas de San Gregorio: semana del 9 de mayo y de las que ya hablamos en ESTE enlace.
Fiestas de Santa Ana: días 24, 25 y 26 de julio. Son patronales. Celebradas por las mujeres casadas. También realizan los actos religiosos vestidas de labradoras. Se programan actos culturales, lúdicos y de hermandad.
Fiesta de la Mare de Deu dels Fadrins (Virgen de la Asunción): semana del 15 de agosto. La festejan los chicos solteros. Con una proyección especial por ser fecha clave en las vacaciones estivales y acompañada de un clima inmejorable, se realizan actos de todo tipo: concurso de paellas y de disfraces, sardinada, mascletà, pregón humoristico, moros y cristianos humorísticos, teatro, concierto de la Sociedad Musical “La alianza”, coros y danzas, pelota valenciana, orquestas nocturnas, etc. y actos religiosos El acto más importante y popular es “LA BANYÀ”: siempre se realiza el día 15 de agosto a la 1.00 de la tarde. Convoca a gran cantidad de gente y se trata de una especie de batalla de agua (utilizando cubos o cualquier otro contenedor). Se debe ir vestido o disfrazado y no con bañador.
Fiesta de la Inmaculada Concepción: días 6, 7, y 8 de Diciembre. Celebrada por las chicas solteras. En los actos religiosos (ofrenda, misa y procesión) van ataviadas con teja y mantilla. Se programan actividades culturales, lúdicas y de hermandad Romería de San Isidro: los festeros que han realizado la fiesta a San Gregorio la semana anterior, organizan una romería, siempre en contacto con la naturaleza, con actos religiosos, ofrenda de flores y comida campestre.
Fiesta del Ángel de la Guarda: la primera semana de septiembre. Todos los niños del pueblo, imitando las directrices festeras de sus mayores, realizan su propia fiesta con todo tipo de actos. Es curioso ver como la imagen que sacan en procesión es un ángel de la Guarda en miniatura, realizado especialmente para ellos. Cabe también destacar que de otras localidades acuden padres con la intención de dejar disfrutar a sus hijos junto con los niños del pueblo de esta peculiar celebración.
Un paseo por el parque natural, el Pou de Neu del Rontonar, els Molins de Faliana, acompañados de una gastronomía exquisita a base de Fasegures de Panis, Pericana, Aspencat u Olleta Torruana, son motivos más que suficientes para una visita a este lugar de nuestra geografía , que bien tiene merecido el apelativo de “Perla Escondida de la Montaña Alicantina”
INFO:
ANTONINO CASTAÑER LLINARES (1999),
“La Torre de les Maçanes”, Memoria Gráfica de Alicante y Comarca. Un siglo en imágenes, tomo I
depósito legal V-5049-1998,
ISBN exento, Alicante 1999
Prensa Alicantina S.A.,
pp. 329-336.

 
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