Nosotros lo conocemos por Explanada de España, pero este maravilloso paseo alicantino robado al mar se llamó anteriormente el Paseo de los Mártires, en honor a la represión y posterior fusilamiento público de un grupo de militares enfrentados al gobierno de González Bravo.
Durante los años de la regencia de Espartero (1841-1843), el régimen liberal se afianzó en España. Sin embargo, surgieron entre los progresistas una rama radical que se enfrentaría al propio Espartero. Los progresistas no sólo luchaban por mejoras políticas, sino también por ampliar las libertades sociales y económicas.
Durante los años de la regencia de Espartero (1841-1843), el régimen liberal se afianzó en España. Sin embargo, surgieron entre los progresistas una rama radical que se enfrentaría al propio Espartero. Los progresistas no sólo luchaban por mejoras políticas, sino también por ampliar las libertades sociales y económicas.
En la ciudad de Alicante, protagonizaron en 1844 la llamada "Rebelión de Bone". La dirección de aquella revuelta fue asumida por el coronel de carabineros Pantaleón Bone, quien había llegado a la ciudad procedente de Valencia, con 150 carabineros de infantería, 50 de caballería y un batallón de infantería de Saboya.
Empleó los días 27 y 28 de Enero para poner a su favor algunos oficiales de la guarnición de la ciudad y del Castillo de Santa Bárbara, del que se apoderó en la tarde de ese último día.
Bone intentaría primero extender la rebelión a la provincia, aunque no tuvo mucho éxito. Entre Elda y Petrer se produjo un encuentro violento con el ejército del capitán general de Valencia, Federico Roncali, siendo derrotado con contundencia Bone.
Tras esto, se refugió dentro de los muros del castillo de Alicante dispuesto a resistir.
Sin embargo, desde el día 7 de Febrero, Roncali sitió la ciudad por tierra y mar, colocando su cuartel general en Muchamiel. A Roncali se le unió el comandante general de Murcia, Pardo, que situó su cuartel en San Vicente del Raspeig.
Pantaleón se encontró muy pronto rodeado. Roncali comenzó a presionar sobre la ciudad sitiada, exigiendo, primero la rendición a cambio de la vida de los pocos oficiales y suboficiales que sobrevivieron en el ataque de Elda.
Muchas familias alicantinas huyeron en los primeros momentos; las calles se quedaron desiertas; las puertas de las casas permanecieron cerradas y sólo transitaban por Alicante nacionales armados.
Poco a poco se fue deteriorando el ambiente de la ciudad, transformándose en indignación a partir del día 25, cuando Pantaleón Bone, sin previo aviso, ordenó ejecutar en público a un paisano que se creyó espía de Roncali.
Para colmo, Roncali y Pardo ordenaron reclutar a todos los varones, solteros o viudos, de 18 a 50 años. La situación se hizo tan insostenible que el propio pueblo alicantino se rebeló contra Bone; primero fue la guarnición del Castillo de Santa Bárbara, mandada por su capitán de carabineros (e íntimo amigo de Bone) Juan Martín "El Empecinado".
"El Empecinado" negoció a espaldas de su superior la entrega de la ciudad, cortando las comunicaciones entre el castillo y la ciudad por el inminente ataque de Roncali. Después, los extranjeros residentes en Alicante se refugiaron en los barcos de su nacionalidad llegados para protegerlos.
Por fin, en la noche del día 5, Bone fue abiertamente desobedecido y abandonado por sus hombres. Horas más tarde fue detenido en Sella, mientras intentaba huir con alguno de sus hombres fieles.
El día 14 de febrero, al amanecer, fueron fusilados en la tapia del panteón de los Guijarro, de Villafranqueza, 7 oficiales de Boné capturados en una escaramuza cerca de Elda ocurrida el 5 de febrero de 1844, entre Boné y el General Pardo subordinado de Roncalli. Los fusilados fueron el Teniente coronel capitán Ildefonso Vasallo, el comandante José Mena, el teniente Luis Gil, el comandante teniente Pío Pérez y los tenientes subtenientes Juan Gomez, Luis Molina y Arcadio Blanco.
En cuanto a Boné y sus 23 compañeros, fueron fusilados el 8 de marzo en el Malecón (después Paseo de los Mártires, ahora Explanada de España)
En la primera foto vemos un grabado de "The Illustrated London News" de 1844, en la que vemos el fusilamiento de los carabineros, en postura considerada indigna: de rodillas, con las manos atadas y los ojos tapados.
El día 12 de marzo hubo otros dos fusilamientos en Cocentaina, y el 13 uno más en Alicante y otro en Monforte.
Sin embargo, en Alicante no sólo no disminuyeron los sentimientos liberales, sino que se elevó a los ejecutados a la categoría de "mártires de la libertad", celebrándose todos los años, el día 8 de Marzo, desde el primer aniversario, "cuando todavía el Gobierno que había decretado la muerte ejercía su recelosa vigilancia", un acto cívico en el Malecón y un solemne funeral en la Iglesia de San Nicolás. Más tarde, desde la entrada de levante hasta el baluarte de San Carlos, se rotuló la avenida resultante como "Paseo de los Mártires" (hoy, Explanada de España).
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