31 marzo 2007

LA MALA SUERTE DE GUARDAMAR DEL SEGURA

Hay lugares en nuestra tierra que se forjan a base de desgracias.
La gente de dichos lugares no sólo ha aprendido a convivir con dichos desastres naturales, sino que han sido capaces de levantar sus pueblos y ciudades con una energía y rapidez dignos de mención.
Una de dichas ciudades es Guardamar del Segura.
En el siglo XIX, la vida en Guardamar fue determinada por el terremoto de 1829 que lo arrasó y obligó a reconstruirlo en el emplazamiento actual. Los principales seismos atacaron los días 21 y 23 de marzo de 1829 que destruyeron Guardamar y muchos de los pueblos vecinos. El resultado fue calamitoso: destruidas 557 casas, la iglesia, parroquias, tres ermitas, la fortaleza, dos molinos harineros, dos silos y tres almazaras. Sorprendentemente, sólo hubo ocho muertos y catorce heridos, probablemente porque la población ya estaba alertada por el terremoto del día 21 que destruyó Torrevieja y Almoradí, y el de aquí fue dos días después, el 23 de marzo.
El movimiento sísmico tenía su epicentro en el actual término municipal de Torrevieja y alcanzó una magnitud de 6,3 en la escala de Ritcher y una intensidad de X 1/2 en la escala de Mercalli.
Sólo en Guardamar dejó a 3.000 personas sin vivienda.
Con la inminente llegada del siglo XX la fuerza de la Naturaleza volvió a llamar a las puertas de Guardamar. Los fuertes vientos de levante empujaban hacia el nuevo pueblo enormes médanos de arena, que empezaron a enterrar zonas de cultivo e incluso las calles del norte de la población (foto 1). En la primavera de 1896 se iniciaron las tareas de repoblación forestal bajo la dirección del Ingeniero de Montes, D. Francisco Mira y Botella, y la supervisión del ingeniero murciano D. Ricardo Codorníu y Starico -el apóstol del árbol-. Los trabajos en los que participó la mayoría del pueblo duraron algo más de veinte años y costaron 647.000 pesetas de las de entonces, que incluían mano de obra, semillas... (foto 3) Consistieron fundamentalmente en la plantación de especies adaptadas a los suelos arenosos y a la sequía crónica, como el pino pionero, el pino carrasco, eucaliptos o palmeras. También se emplearon especies herbáceas de menor entidad como el barrón, la mata melera, o la que popularmente se conoce como matacuchillo.
La repoblación de las dunas dio a Guardamar una de sus señas de identidad y uno de sus parajes más hermosos. Pero no hay que olvidar que al mismo tiempo garantizó durante esos años el trabajo y la prosperidad de muchas familias y fue sentida como una verdadera empresa común por todo Guardamar.
Fue entonces cuando la luz eléctrica comenzó a utilizarse en los hogares privilegiados de la localidad. De regia coronación de este proceso puede calificarse la visita de D. Alfonso XIII en miércoles 31 de enero de 1923. El monarca, acompañado de las autoridades, inauguró el canal levantando las compuertas, y posteriormente se dirigió a pie al pueblo, visitando las dunas y la iglesia. Paseando sin escolta y acompañado por los guardamarencos (foto 2), inauguró oficialmente el Parque que llevaría su nombre y dio por finalizada su estancia en la localidad.

29 marzo 2007

TABARCA DE CINE

Nuestro gran cronista, Enrique Cerdán Tato (foto 1), cuenta en La Gatera una anécdota muy curiosa sobre la visita de la actriz Elsa Martinelli a la playa del Postiguet.
Y quién nos lo iba a decir.
Quién nos iba a decir que Elsita, Elsa Martinelli, a la que tan sólo conocíamos de un celuloide medido a tijeretazos, nos enseñara, en vivo, sus largas piernas y sus braguitas, oooooh, en el Postiguet, una noche de octubre, cuando le dio por meterse en el mar y dejó a toda una panda de mirones, entre perplejos y cachondos.
Estaba Esla, Elsita, con el productor inglés Foxwell, el director inglés Guy Hamilton, y los actores Pedro Armendáriz y Trevor Howard, y unos cuantos amigos y periodistas, en el restaurante «Postiguet» inaugurado a primeros de junio de aquel año 56 y «dotado de las mayores comodidades y adelantos técnicos», cuando a la Martinelli le pegó la ventolera y se nos fue no precisamente de cabeza, sino con las faldas bien arriba, hacia las apacibles aguas del otoño.
Qué pálpitos, en aquella juventud que aguardaba. Y en los que la guardaban, también, aunque con reprimidos suspiros.
Después, días después, en Tabarca, desembarcarían un coche y le pondrían luz con los generadores del carguero griego «Capitán Costas», para filmar unas secuencias de la película «Manuela», cuya acción se supone en algún país latinoamericano.
Tabarca, tan sufrida, parpadeó con asombro. Pero aún habrían de pasar bastantes años, antes de que disfrutara de su propia instalación eléctrica. Y de tantas otras cosas como le faltaban y como todavía le faltan y le sobran.
Y es que mediados los cincuenta, Alicante recibió sorpresas cinematográficas, algunas en el filo del rumor: Sofía Loren y Gary Grant.
Otras, constatadas más que de sobra. Que se lo cuenten si no a aquellos que abordaron el yate «Zaca» de Errol Flynn, de un Errol esquivo tras su telón de lona y que ordenó a su marinería que le dieran una manta de palos a los audaces reporteros.
Y casi.
Que por ahí andan las fotos de Ángel García.
Por entonces, éramos tan diferentes.

26 marzo 2007

EL PASEÍTO DE RAMIRO

La plaza o Paseíto de Ramiro esta ligada a nuestra ciudad desde sus orígenes, al lado de Santa Maria, antigua mezquita y cerrada hacia el mar y hacia el Benacantil por las murallas de la ciudad. Plaza de guerra, sufrida de cañonazos y escaramuzas a lo largo de la historia.
Pero hubo un tiempo mejor, un tiempo donde el Paseíto de Ramiro (o de Remiro del Espejo) fue un jardín romántico, en sus orígenes era amplia y de suelo accidentado. El alcalde Carlos Chorro Zaragoza decidió construir, en parte de la misma plaza yerma, un jardín, cuyas obras se iniciaron en 1882 y se concluyeron en 1885, cuando ya la alcaldía la ocupaba Julián de Ugarte y Palomares.


En noviembre de este mismo año, el cronista Rafael Viravens y Pastor propuso que llevara el nombre del gobernador civil Ruiz Corbalán, que estaba al frente de la provincia, por aquel tiempo, y que se había distinguido por su lucha contra la epidemia de cólera introducida por la familia Queixal, procedente de Marsella. El Ayuntamiento acordó dar el nombre del político al reciente jardín.
Durante ocho años, de 1890 a 1898, se levantó en el mismo una estatua de bronce dedicada al filántropo cacereño José María Muñoz, a quien la Asociación de Amigos de los Pobres había adjudicado el nombramiento de Héroe de la caridad, y que tanto hizo por Murcia, Orihuela y otros pueblos de la Vega Baja damnificados por las inundaciones de 1879. Muñoz se negó enérgicamente a que se le erigiera la estatua en la ciudad en la que residía y no fue hasta que falleció en Alicante en 1890 cuando se instaló el monumento dedicado a su memoria. La estatua fue retirada por el Alcalde Gadea y por petición del edil Guardiola Ortiz se encargó al escultor Vicente Bañuls que se refundiera el bronce y se le hiciera otra. Tuvo fuente pública con las aguas que bajaban del algibe del benacantil, en la calle de la Mare de Deu dels Socorrs.

En 1912, parte del jardín de Ruiz Corbalán fue destinado a escuela y en 1913, se acordó, con la conformidad del interesado, darle el nombre del campellero universal Rafael Altamira. La escuela nacional se entregó el 11 de agosto de 1913. La Escuela-Jardín, la enseñanza al aire libre, un proyecto de Altamira que proliferó con éxito en nuestro país.
Fue en 1920, siendo alcalde Antonio Bono Luque cuando se decide cambiar de nuevo el nombre a la plaza, pasando a ser Plaza de la Baronesa de Satrústegui, en honor a tan virtuosa dama que no olvidó en su testamento el gran cariño que profesaba a esta ciudad, y que había construido a su instancia el Asilo de Nuestra Señora de los Remedios en el paso de Campoamor. Ilustre vecina de la Plaza, su familia se volcó en ayudar a nuestra ciudad. En esta época fue lugar de verbenas y festejos veraniegos.

Ya en julio de 1939, se impone por iniciativa de varios concejales que la plaza de la Baronesa de Satrústegui se llame desde ahora plaza del Teniente Luciáñez.
El alcalde Teniente Ambrosio Luciañez Riesco, con palabra reveladora de la honda emoción que siente, agradece a sus compañeros este acuerdo encaminado a honrar la memoria de sus soldados que habían muerto “por Dios y por España”.
En 1971, comienzan las obras de la Casa de Cultura, la hoy Biblioteca Nacional Azorín, la amenaza de un parking rondó por la plaza. Oficialmente, volvería a denominarse plaza o paseíto de Ramiro, aunque popularmente nunca dejo de serlo, a partir de enero de 1983, de acuerdo con la moción presentada por el alcalde José Luis Lassaletta Cano y el concejal de Cultura, Ángel Vives.

Hoy del jardín romántico que fue ya no queda nada, se ha recuperado un trozo de la muralla, si, pero el cemento de la modernidad se llevó el encanto y con él, palmeras y árboles centenarios y Recuerdos…

Puedes localizar el Paseíto de Ramiro en nuestro Mapa de Panoramio.

22 marzo 2007

LAS INUNDACIONES EN ALICANTE

Los pronósticos meteorológicos nunca son propicios para los alicantinos. A veces, los hombres y las mujeres del tiempo hablan de lluvias que no llegan y si llegan de poco sirven. Solemos recordar con horror las habituales riadas e inundaciones, de las que ya tenemos noticias documentadas, en las actas capitulares del siglo XVIII, así como de las actuaciones previstas para evitar daños y males. En 1886, en su obra «Medios para mejorar las condiciones higiénicas de Alicante», Carreras escribía: «En días lluviosos da vergüenza ver Alicante, porque sus calles se convierten en inmensos lodazales, y no hay quien se cuide de mandar limpiarlas».
Evocamos, sumariamente, algunas de las más importantes riadas de las últimas décadas, dentro del periodo de tiempo que estamos examinando en este espacio, es decir de 1939 a 1979. Las repentinas inundaciones causaron y causan considerables colapsos en el tráfico, provocan hundimientos y ocasionan víctimas mortales. Muy particularmente, la Prensa nos ofrece abundante información de los desastres producidos por las copiosas lluvias otoñales que, en 1957, arrasaron las cuevas del barrio de Benalúa, y en 1961, el 4 de septiembre, devastaron el camping de la Albufereta, el puente sobre el río Seco en El Campello, y dejó inutilizadas las líneas telegráficas.
Un año después, de la partida de Rabasa se precipitó un caudaloso río que discurrió por la avenida de Jijona, por la plaza de España y por las calles de Calderón de la Barca y de San Vicente, Rambla abajo. La gran avenida destrozó algunas fábricas, inundó el Raval Roig y San Blas, y castigó violentamente las vías del ferrocarril de Madrid. Del Barranco de las Ovejas, se evacuaron más de seiscientos vecinos y dos personas perecieron. El 8 de octubre de 1966, el agua alcanzó casi dos metros y medio de nivel, se llevó por delante cuanto pilló a su paso, varios coches entre otras cosas, y produjo estragos importantes en las casas de la Renfe, en el Rincón de Nogueroles y en la calle de Jaime Segarra, valorados en veinte millones de pesetas. Sucesivamente, y no podemos pormenorizar, se registran avenidas en los años 1971, 1973, 1978 y 1979, año en el que, el 20 de septiembre, las aguas arrastraron unos 600 vehículos. Fue entonces, cuando el Ayuntamiento destinó la mitad del presupuesto de urbanismo para mejorar la red de alcantarillado. Y no hablemos del 20 de octubre de 1982.
En su libro «Evolución urbana de Alicante», el profesor Antonio Ramos Hidalgo nos ofrece un minucioso estudio de esta catástrofe.
Que llueva, pues, pero sin esa violencia que los alicantinos conocemos de muy atrás.

21 marzo 2007

SANT JOAN D'ALACANT

El primitivo poblado de Sant Joan d’Alacant estaba constituido por fincas dedicadas al cultivo de árboles tradicionales como el almendro, algarrobo, higuera, olivo, cítricos y el cultivo de la vid, cuya mayor extensión se encontraba en la partida de Fabraquer, produciéndose vino “aloque, moscatel, valencí y forcallada” en las famosas y reconocidas bodegas de Fabraquer. 

 La plaza de la Constitución o del Mercado. Hoy de Maisonnave

 El lugar de Sant Joan d’Alacant es uno de los más antiguos que existen en las proximidades de la ciudad de Alicante. Su cercanía a la antigua ciudad Ibero-Romana del Tossal de Manisses (Albufereta), contribuyó a que por nuestro suelo pasaran y dejaran sus vestigios, varios siglos antes de Jesucristo, griegos, fenicios, cartagineses y romanos. 

La época romana dejó en Sant Joan interesantes inscripciones tanto en el casco urbano como en nuestra huerta. Uno de estos hallazgos fue encontrado durante las excavaciones para construir el actual Templo Parroquial y decía así: “MACRONUS PVLVCIUS ALFA OMEGA CHRISTUSSEPULTUS EST AETATIS SVAE ANNO XIII” (Macronio fue sepultado a los 13 años de edad, Cristo es principio y fin) 

 Plaza de España, Colegio y primitivo Ayuntamiento

Tras la invasión de los árabes, el lugar de Sant Joan d’Alacant quedó incluido en el reino cristiano de Teodomiro. En virtud del “Pacto de Tudmir”, los árabes se comprometieron a respetar la religión y costumbres cristianas, y a otorgar cierta autonomía a cambio de vasallaje y el pago de impuestos por parte de los cristianos. 

Al igual que los romanos, los musulmanes aprovecharon el agua de riego para sus huertos, y desarrollaron el sistema de riegos de la huerta que ha llegado hasta nuestros días, dando tal impulso a la agricultura que el escritor árabe del siglo XII “Edrisi” dijo: “da buenos rendimientos, cultivándose la vid, el almendro, el algarrobo, la higuera y el esparto”. En este período encontramos la primera raíz del poblado. Se llamaba Beniali, y tras la reconquista, su Mezquita fue purificada y consagrada al Precursor de Cristo, San Juan Bautista. Cuenta una leyenda, que la Mezquita fue reconquistada con la ayuda de unos Caballeros de la Orden de San Juan. 

 En 1244 pasaron a formar parte de la Corona de Castilla y el 8 de Agosto de 1304 quedó refrendada por sentencia arbitral la incorporación de las tierras alicantinas a la Corona de Aragón. 

Juego de pelota valenciana en Benimagrell

El 26 de Julio de 1490, el Rey D. Fernando de Aragón, concedió el título de ciudad a la entonces Villa de Alicante, y dispuso que los caseríos cercanos se integraran en dicha municipalidad, nombrándose entre otros a Sant Joan y Benimagrell. 

En 1593, Sant Joan junto con Benimagrell se separaron de la municipalidad alicantina, formando la “Regia Universidad de Sant Joan y Benimagrell”, por Real Privilegio de Felipe II. En 1614 volvió a unirse a Alicante por el “Tratado de Agregación y Concordia”, intentando facilitar la amortización de los gastos de construcción del Pantano de Tibi. 

 Altar barroco y talla del Cristo de la Paz

La constitución de Sant Joan como municipio independiente llegó el 1 de Junio de 1779 por Real Audiencia del Reino de Valencia, y fue el Rey D. Alfonso XII quien nos concedió el título de Villa de Sant Joan en 1885. 

18 marzo 2007

LA ¿VUELTA? CICLISTA A ALICANTE

En Alicante, allá por el año 1926, se trató de organizar la primera Vuelta Ciclista a la provincia. Emilio Costa, director del «Diario de Alicante» escribió a la Unión Velocipédica Española exponiéndole los propósitos, y el secretario general de aquélla respondió que para el mes de agosto ya estaban previstas las siguientes pruebas: el campeonato de España de velocidad pista; la vuelta al País Vasco; y la vuelta a Cataluña. En consecuencia, sólo disponían de dos fechas posibles el quince y dieciséis del referido mes. A la carta, se adjuntó un ejemplar del reglamento de carreras en bicicleta. La respuesta del presidente de la comisión de fiestas deportivas fue fulminante: se aceptan aquellos días y se pedían condiciones y presupuestos de gastos.
El entusiasmo se desmadró. La Gran Vuelta estaba en marcha.
Sin embargo, algunas de las respuestas de los pueblos consultados resultó un verdadero jarro de agua fría para los organizadores de aquella prueba provincial: que si los presupuestos; que si los corredores no pasaban por los cascos urbanos; que si la situación económica era deficitaria...
Así que, después de tener todo muy adelantado, la comisión organizadora se puso en contacto de nuevo con la Unión Velocipédica advirtiéndoles que por dificultades imprevistas, la vuelta se aplazaba para el siguiente mes de enero.
La historia nunca ha dado cuenta de que se celebrara dicha "Gran Vuelta". En cambio, si se realizó un enorme circuito de cincuenta y cuatro kilómetros que comprendía Alicante-Santa Pola-Elche-Alicante, y de varias carreras también para principiantes, alrededor del paseo del paseo de los Mártires.
Qué decepción debieron sufrir los ufanos promotores y el alcalde, el general Julio Suárez Llanos.

EL PALACIO DE GÓMIZ

El palacete de estilo neoclásico data de finales del siglo XIX, consta de dos fachadas de piedra en ángulo casi recto con un pequeño chaflán en el cruce de la avenida de Ramón y Cajal con la avenida del Doctor Gadea. Según el proyecto original el edificio se componía de cuatro plantas y contaba con dos entradas, una noble y otra de carruajes que hoy es un ventanal. El palacete estaba iluminado por trece ventanales de dos tamaños (actualmente catorce).
Fué propiedad de la familia del alcalde Gómiz, terrateniente con matrícula de comerciante y descendiente de la antigua familia alicantina Ansaldo.
Desde principios del siglo XX el edificio fue arrendado a la Hacienda Pública para albergar las dependencias de Delegación Provincial de Hacienda de Alicante, Siendo su propietaria Doña Balbina Gómiz y Poveda, casada con el cirujano de la Armada D. Gabriel Montesinos y Donday, Director del Hospital Provincial de Alicante y Presidente del "Círculo Maurista".
El 21 de febrero de 1948, fecha en que falleció Doña Balbina, su hijo D. Manuel Montesinos y Gómiz, entonces alcalde de Alicante heredaba junto con otros bienes la finca, en 1949 el alcalde Montesinos Gómiz, entregó el palacete al Estado como pago del Impuesto de Derechos Reales y Transmisiones, de la herencia recibida.

El edificio situado en la avenida Ramón y Cajal número cuatro permaneció desocupado durante dos años hasta que pasó a ser la sede central de la Escuela Profesional de Comercio de Alicante.
Desde 1994 es Sede Institucional de la Universidad de Alicante y El Centro de Simulación de Maniobra y Navegación, inscrito dentro del proyecto Instituto Marítimo Internacional de Alicante, que pretende convertir a la ciudad de Alicante en un centro marítimo de referencia en el Mediterráneo.

Puedes localizar la Sede de la Universidad de Alicante en nuestro Mapa de Panoramio.

14 marzo 2007

LA ESCUELA SUPERIOR DE COMERCIO DE ALICANTE

La creación de una escuela de comercio, para nuestra ciudad, es una antigua reivindicación que arranca en el siglo XVII.
El dia 8 de septiembre de 1850 el Ministerio de Comercio de la época autorizó la creación de la Escuela Oficial de Comercio de Alicante. Pero la creación oficial es el 11 de agosto de 1887, en virtud de un Real Decreto de la Reina Regente Doña María Cristina en respuesta a las peticiones para que se crearan este tipo de escuelas en nuestro país y particularmente en nuestra ciudad, volcada historicamente con el comercio.
La Escuela Superior de Comercio estaba situada en la Casa de la Asegurada, junto a la Basilica de Santa Maria hasta los años cincuenta del siglo XX.


El dia 27 de diciembre de 1952 se firmó el acta de compromiso para que el edificio situado en la avenida de Ramón y Cajal número 4 pasara de ser Delegación Provincial de Hacienda (trasladando este organismo a la nueva sede de la plaza de la Montañeta) a sede de la Escuela Profesional de Comercio, hasta 1993, cuando "La Escuela de Comercio" se muda de nuevo al Campus de San Vicente, adquiere nombre propio, pasando a denominarse “Escuela Universitaria de Ciencias Empresariales Germán Bernacer” por la relevancia nacional e internacional que el alicantino Germán Bernácer ha tenido en el campo de la Economía y su estrecha vinculación a la originaria Escuela de Comercio.

Hoy dia encontramos en la ciudad, muchos nombres de calles vinculados con nuestra Escuela de Comercio: Economista Germán Bernacer(alumno universalmente reconocido, profesor y director), Poeta Blas de Loma (primer director de la escuela hasta 1900), Catedratico Leveroni (primer secretario), Campos Vasallo (profesor desde su inauguración ), Rigoberto Santonja (director 1908-1913), Juan Sanchis Candela (director 1940-1964)...

Puedes localizar el edificio original de la Escuela Superior de Comercio de Alicante en nuestro Mapa de Panoramio.

LA UNIVERSITAS LVCENTINA

Para encontrar las raíces de la Universidad de Alicante es preciso que nos remontemos hasta el año 1610 y que nos desplacemos hasta la ciudad de Orihuela. Allí, en pleno siglo XVII, la Universidad de Orihuela impartió clases hasta que en 1834, y debido a la desamortización de Mendizábal, tuvo que cerrar sus puertas tras vender la Iglesia parte de sus tierras. Hoy en día, la antigua Universidad de Orihuela, se ha convertido en una de las sedes de la Universidad de Alicante y acoge la Cátedra Arzobispo Loazes.

Una década después del cierre de la universidad oriolana, en 1844, se funda la Facultad de Educación en la ciudad de Alicante a la que seguiría la Escuela de Empresariales en el año
1887 instaurandose en la Casa de la Asegurada la Escuela Superior de Comercio.
Fué en 1968 cuando se crea el Centro de Estudios Universitarios (CEU) y ya en octubre de 1979, aprobada por las Cortes Generales y sancionada por Juan Carlos I, Rey de España, la Universidad de Alicante fue creada como tal.


El paraje del Pla de la Cova fue el elegido para su ubicación, un lugar de paisaje desolador que incluía un erial próximo a la cementera de San Vicente, además de unos terrenos y barracones cedidos por el Ejército del Aire que formaban parte del aeródromo de Rabassa.

Este lugar sin vida se ha convertido con el paso de los años en un campus modélico, a la altura de los mejores campus europeos y americanos.

De su pasado, se conserva como herencia arquitectónica tres barracones militares, donde se ubican laboratorios y talleres, la torre de control de estilo colonial de 1940, sede de la Sociedad de Relaciones Internacionales y el hangar, que tras ser aparcamiento de autobuses, ha sido transformado en un jardín tropical respetando la estructura metálica del hangar original.
El primer curso del CEU comenzó con 230 alumnos y hoy día, después de casi 40 años, el número de alumnos supera los 30.000 y la oferta de estudios es amplísima.

Puedes localizar la Universidad de Orihuela y la Torre de Control de la UA en nuestro Mapa de Panoramio.

EL AEROPUERTO DE EL ALTET

La adquisición de los terrenos donde se ubica el aeropuerto de Alicante se inició en noviembre de 1964.
Unos meses más tarde, empezaron las obras de construcción de una pista de vuelo de 2700 metros, una calle de rodadura y las calles de salida rápida.
El 4 de mayo de 1967 se abre al tráfico nacional e internacional de pasajeros y mercancías el nuevo aeropuerto de Alicante, cerrándose al mismo tiempo el aeródromo de La Rabassa (ver artículo anterior de Jesús).
Ese mismo día aterriza el primer avión, un Convair Metropolitan de la compañía Aviaco.
La compañía Iberia se incorpora al tráfico del aeropuerto en noviembre de 1969 con sus líneas Alicante-Madrid y Alicante-Barcelona. El crecimiento del tráfico es inmediato ya que todos los turistas con destino a la costa alicantina, que hasta la fecha hacían su entrada por el aeropuerto de Valencia, se trasladan ahora al de Alicante.
En 1970 el número de pasajeros se acerca al millón, lo cual hace necesaria la construcción de un nuevo terminal de pasajeros cuya primera fase es inaugurada en junio de 1972. El nuevo edificio se utiliza sólo para vuelos internacionales. La segunda fase se concluye en 1974, y se incorpora el tráfico nacional en marzo de 1975.
El crecimiento sostenido del tráfico hace posible alcanzar los dos millones de pasajeros en 1978, lo que obliga a reformar el terminal de pasajeros y ampliar el estacionamiento de aviones en sesenta mil metros cuadrados. Por razones operativas, se amplía la longitud de la pista hasta los tres mil metros.
En 1996 se llevó a cabo una profunda reforma, que permitió atender a los nueve millones de pasajeros anuales que utilizan sus instalaciones en un breve espacio de tiempo. Para el embarque se instalaron cinco pasarelas telescópicas, y se construyó un nuevo edificio de oficinas para compañías aéreas, centro de operaciones y área de negocios. También se amplió la capacidad del aparcamiento de vehículos, se construyó una nueva salida rápida hacia la cabecera 28 y se amplió la plataforma de aviones.

Puedes localizar el Aeropuerto de El Altet en nuestro Mapa de Panoramio.

13 marzo 2007

EL AERÓDROMO DE RABASSA

En febrero de 1919, el director general de las 'Líneas Aéreas Latécoère' buscó en las afueras de Alicante unos terrenos para ubicar un aeródromo que sirviese de escala a la citada compañía francesa de correo aéreo.
Eligió unos terrenos de propiedad municipal en la partida de Los Angeles, cerca de San Vicente del Raspeig, donde estaba instalado el campo de tiro nacional. Tras prepararse el terreno, el 23 de febrero de 1919, llegaron desde Toulusse con escala en Barcelona dos biplanos Salmson 2 A2 que fueron los primeros aviones en tomar tierra en el campo de aviación de Rabassa y uno de los primeros vuelos comerciales de nuestro pais. La linea regular Alicante-Orán fué una ampliación de la Toulusse-Casablanca, que realizaba escalas en Barcelona, Valencia, Alicante, Malaga, Tanger...
Este primer campo de vuelo se mantuvo en uso para la línea Latécoère hasta 1927, en que pasó a la Aéropostale, que ante la necesidad de un campo de vuelo mayor, ese mismo año inauguró un nuevo aerodromo en la partida de El Altet, donde actualmente se ubica el Aeropuerto de Alicante.
En 1936 el viejo campo de aviación se transformó en el Aeródromo de Rabasa, integrándose en la 4ª Región Aérea y siendo base de la Aviación de la República desde 1937.
Durante la guerra, Rabassa tuvo la responsabilidad de la defensa aérea del puerto de Alicante, teniendo permanentemente destacada una patrulla de Polikarpov I-15 'Chato' y siendo bombardeado en varias ocasiones por los aviones italianos Nacionales.
En octubre de 1939, con la creación del Ejército del Aire, Rabasa se integró ya como base aérea en la Región Aérea de Levante, donde se estableció inicialmente el 32 Regimiento de Asalto equipado con aviones Polikarpov I-15 'Chatos'. En marzo de 1953, la Base Aérea de Rabasa estaba equipada con aviones de transporte CASA C-352 L (Junkers 52) y de entrenamiento CASA C-131 (Bucker 131 'Jungmann'), además de los Polikarpov I-15 'Chatos'.
Tras la desactivación de los grupos aéreos en 1956 y la progresiva retirada del material procedente de la guerra civil, disminuyó la actividad aeronáutica militar en Rabasa, nuestra ciudad necesitaba un nuevo aeropuerto.
El 28 de febrero de 1959, el Ayuntamiento de Alicante acordó presentar el proyecto de renovación del Aeródromo de Rabassa a la Dirección General de Aeropuertos. La respuesta fué afirmativa pero ceñida a unas condiciones indispensables que imponía la referida Dirección General que eran la demolición de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles situada en la linea de aproximación de vuelo, la limitación de las alturas de otros edificios colindantes del barrio y algunos inconvenientes que resultaban dilatorios y difíciles de resolver.
Asi fue como nacio la idea de un Gran Aeropuerto Internacional en El Altet (^link^) y se desecho la reforma de Rabassa, que limitaria el desarrollo de la ciudad hacia el oeste y en el año 1960 se cedieron parte de las instalaciones para la ubicación del Centro de Estudios Universitarios, predecesor de la actual Universidad de Alicante.
Esta Universidad ha conservado la torre original del Aeródromo de Rabasa, entre otras instalaciones, construidas en 1940.
En 1964 se instaló en Rabasa el recién creado Aeroclub de Alicante, permaneciendo en este lugar hasta noviembre de 1978, año en que concluyó la actividad aérea en Rabassa.


Fuente: Aeródromos Históricos del Ejército del Aire




Puedes localizar la Torre de Control del Aeródromo de Rabassa en nuestro Mapa de Panoramio.

12 marzo 2007

EL AGUA POTABLE EN ALICANTE

El abastecimiento de agua a la ciudad de Alicante, tal y como hoy conocemos este servicio, cumple casi 110 años.
El 16 de octubre de 1.898, a las tres y media de la tarde, el agua manó con fuerza del surtidor preparado al efecto, inaugurándose oficialmente la llegada de las aguas de Sax a la hoy Plaza de Gabriel Miró
La Corporación Municipal, encabezada por el Alcalde de la Ciudad, D. José Gadea Pro, Autoridades Civiles y Eclesiásticas (por supuesto), fueron testigos de honor del evento. No faltaron las verbenas, repique de campanas, una corrida de toros (sin comentarios) y banquete servido en el Palacio Municipal.
Reconquistada la Ciudad por Alfonso X El Sabio, se pensó en el abastecimiento de agua (insuficiente con el manantial primitivo de "La Goteta"), y mediante privilegio expedido el 29 de Junio de 1.260, dispone que las aguas del manantial de la Fuente Santa, situado en la ladera Noreste del Castillo de San Fernando, se condujeran a la entonces Villa, asignando para ello 500 maravedíes de oro, en concepto de préstamo, que luego condonó.
El Manantial de la Fuente Santa fue la base de un abastecimiento a la Ciudad que habría de durar varios siglos, pese a su modestia.
Las crónicas de la ciudad señalan que ésta tenía asegurado el abastecimiento de agua potable, mediante las fuentes públicas del Angel, Vieja, Nueva de San Cristobal y de San Nicolás.
Ya en el siglo XIX, el maestro de obras D. Antonio Garrigós, construyó, en la Plaza del Puente y calle de Remigio Sebastiá, los famosos "Pozos de Garrigos", hoy felizmente rehabilitados por la Corporación Municipal.
Consistieron en tres cisternas, con capacidad para 500 m3, que recogían las aguas pluviales del Castillo de Santa Bárbara, vendiéndose en la Ciudad por cántaros y, posteriormente, canalizadas hasta la casa 47 de la calle Mayor, en cuya planta servía a la clientela.
La población, ya en el siglo XIX, iba en constante aumento y el Ayuntamiento se lanza a la aventura de ampliar la Traída de Aguas.
Para ello, perfora nuevos pozos junto al nacimiento de la "Fuente Santa", adquiriendo entonces el nombre de "Casa Blanca", y construye una nueva mina bajo el Castillo de San Fernando, canalizando posteriormente las aguas hasta la fuente de la hoy Plaza Hernán Cortés.
Apenas transcurridos diez años, estas aguas de la "Casa Blanca", llegaban muy sucias al vecindario, por lo que el Ayuntamiento ordenó encauzar el agua por tuberías de barro vidriado.
Las obras finalizaron a mediados de 1.861 y el Ayuntamiento inscribió a su nombre el manantial de "Casa Blanca" el 15 de julio de 1.864.
Nuestros cronistas consideran a éste el primer abastecimiento domiciliario real que tuvo Alicante, inaugurándose solemnemente el 2 de Julio de 1.861 y concediéndose 200 acometidas para el mismo número de vecinos.
Ya en el último cuarto de siglo, el pueblo se halla angustiado por la terrible y alarmante escasez del agua. Las de la "Casa Blanca", muestran una sensible disminución en su caudal y, las centenarias de "La Goteta", apenas manan.
En 1.880, cuando Alicante contaba con 35.000 habitantes, D. José Carlos de Aguilera, Marqués de Benalúa, realiza el estudio de la traída de las aguas de La Alcoraya.
En la Memoria descriptiva de este Proyecto, entre otros argumentos, se decía textualmente:
"Sensible es que una población de la categoría y condiciones de Alicante, no esté dotada con una cantidad de agua, por lo menos la precisa, para las necesidades indispensables de la vida; doloroso es en extremo, que la falta de este deseado elemento ahuyente a los muchos forasteros que en las épocas calurosas podrían venir con gran provecho nuestro, a tomar los baños de nuestras tranquilas playas, y más que todo esto es angustiosísimo el vernos amenazados constantemente a no poder satisfacer algún día una de las primeras necesidades que nos da la vida".
No le faltaba razón al autor de dicho proyecto, Don Pascual Pardo y Jimeno.
Sus aguas procedían de la Partida de La Alcoraya y nacían en un manantial, distante de la capital unos 17 Kms. Canalizando su traída hasta la "Casa Blanca" y aprovechando, ampliando y reformando los medios de distribución del anterior suministro, se pudo obtener un caudal de 129 m3/dia, dando por lo tanto una dotación de 4,3 litros de agua por habitante y dRa.
Si con ellos no pudo obtenerse un completo abastecimiento domiciliario, con la instalación de 4 fuentes permanentes se logró disponer de agua sin limitación.

El agua se expendía al precio de cinco céntimos de peseta, cada dos cántaros, montándose un servicio de aguadores a domicilio que cobraban dicho precio por un sólo cántaro. Por su cuenta, el Marqués de Benalúa, mandó instalar tres fuentes en los barrios más modestos, donde se facilitaba el agua gratis.
Y llegamos ya al final de ésta trayectoria. Es el año 1.884, tres años después de haberse inaugurado las Aguas de la Alcoraya. Ya contaba Alicante con casi 45.000 habitantes y el problema seguía latente. D. Juan Leach, inició las exploraciones en la Cuenca Hidrográfica del Vinalopó, en la zona comprendida entre Villena y Sax.
Siguieron años de constantes contactos entre las partes afectadas, por ver quién definitivamente llevaría a cabo la tan deseada traída de las aguas de Sax a Alicante, hasta que en 1.891, Monsieur Henry Caucourte propone al Ayuntamiento el suministro de aguas a la ciudad, en la cantidad necesaria para el servicio público en general. Naturalmente dichas aguas serán procedentes de los pozos artesianos de Sax y serán conducidas por el Canal del Cid.
Por fin, en Octubre de 1.892, se propone la admisión de la oferta hecha por Monsieur Caucourte y que se le adjudique la concesión, por un plazo de 60 años.
Apenas se inicia el año 1.896, Monsieur Caucourte, mediante la correspondiente escritura, cedió la concesión para el abastecimiento de aguas de esta capital, con aguas procedentes de Sax, a favor de la Compagnie Generale des Conduites d'Eaux, con lo que quedaba subrogada en todos los derechos y obligaciones adquiridos y contraídos por el Sr. Caucourte.
Los 70 kilómetros de canales y tuberías, 2 kilómetros de túneles, sifones, etc. costaron algo más de ocho millones de reales, y dotaron a la ciudad de 4.000 m3. diarios.
Las aguas habían llegado a Alicante, desde Sax, en la noche del viernes del 5 de Agosto de 1.898, llenando por primera vez el magnífico depósito construido en el Cerro de los Angeles, hoy en uso y en perfecto estado de conservación y, a pesar de que su capacidad es de 4.500 m3, quedó lleno en poco más de doce horas.
Pero la inauguración oficial, como he comentado al principio, se efectuó el 16 de Octubre de 1.898.
Con la inauguración de la Traída de las Aguas de Sax terminó una época de más de siete siglos, caracterizada por la constante lucha del hombre por conseguir la disponibilidad de un bien, el agua, tan imprescindible para la vida, como difícil de encontrar por éstas comarcas.

08 marzo 2007

LA FOTOGRAFÍA DE EMILIO SANJUÁN DE LA TORRE

En ocasiones, la vida te ofrece sorpresas tan gratas que uno no sabe qué decir. Me explico:
"Cuando iniciamos la andadura en esta web, mucha gente nos preguntó: ¿pero ganáis dinero con Alicante en el Recuerdo?
La respuesta era clara: por supuesto que no.
Ni un mísero real.
Entonces recalcaban: ¿por qué lo hacéis?
Y he aquí que uno siempre les decía enfadado: por satisfacción personal. ¿Acaso te parece poco?"
Hoy he vuelto a comprobar que el dinero es efímero en comparación con la satisfacción que nos ha producido nuestra sencilla web.
Don Emilio Sanjuán López, dentista de profesión, ha sido el primer visitante de Alicante en el Recuerdo que se ha atrevido a mandarnos una foto familiar muy unida a la historia reciente de nuestra ciudad. Gracias a su atrevimiento, hoy todos podéis ser testigos de una noticia que quizá alguna vez nos hemos preguntado, pero de la que nunca hemos tenido respuesta.
¿Cuál fue el primer vehículo de la ciudad?
En conversación telefónica con Don Emilio, me comentó que se sentía apenado por no recordar más detalles de la época y de la foto.
No, Don Emilio, por favor, no nos diga eso.
En una sociedad como la nuestra, huérfana de recuerdos humanos y sociales, sus palabras son suficientes para iluminar nuestro oscuro pasado.
Gracias.
Los responsables de esta web y todos nuestros visitantes le felicitamos.
Gracias, Gracias, Gracias
Nuestra admiración no tiene palabras.
Nuestro agradecimeitno, tampoco.
Sólo espero que este artículo haga justicia al esfuerzo y ayuda que nos ha prestado.
Resulta obvio que mis palabras están dedicadas a usted y a su abuelo.
Él nunca supo que entraría a formar parte de la historia de Alicante gracias a la memoria y los recuerdos de sus descendientes.
De todo corazón... Juan José y Jesús.
Hasta pronto

"ESTA ES LA FOTOGRAFÍA DEL PRIMER AUTOMOVIL MATRICULADO EN LA CIUDAD DE ALICANTE. FUE COMPRADO POR LA PETROLERA "BRITISH PETROLEUM", CONOCIDA EN AQUELLOS ALBORES DEL SIGLO XX COMO "LA BRITANICA". AL VOLANTE, VEMOS A RAMON SANJUAN ALCARAZ , MI ABUELO. ÉL ERA CAPATAZ DE LA FÁBRICA, SITUADA EN LA ANTIGUA CANTERA, MUY CERCA DE LA SANGUETA. JUNTO CON DON ROGER DRAGO (EFECTIVAMENTE, ABUELO DEL HOY AFAMADO ESCRITOR FERNANDO SANCHEZ DRAGÓ) FUERON LOS DUEÑOS DEL PRIMER CARNET DE CONDUCIR DE ALICANTE."

¿A qué esperáis? ¿Tenéis alguna narración que contar de vuestra ciudad, pueblo o historia familiar?
Alicante en el Recuerdo os está esperando.
Que nuestras vivencias no se queden en el olvido.
Nuestras generaciones pasadas (y futuras) se lo merecen.

HISTORIAS DEL PASEITO DE RAMIRO: "ALICANTE EN CUBA"

Retomamos de nuevo estas historias encadenadas que convergen en el Paseíto de Ramiro, para recordar a un personaje ilustre que dejo huella en nuestra tierra, tras las primeras entregas donde los ultimos de Filipinas regresaron a España en el barco hospital Alicante , volvemos para contar las andanzas del primero de los buques bautizados con el nombre de Alicante.

Corría el año 1849, Antonio López y López había hecho amistad en Santiago de Cuba, con Patricio de Satrústegui y Bris, Barón de Satrústegui, hombre de mundo procedente de Guipúzcoa y afincado en el Paseo de Ramiro de Alicante. Juntos decidieron establecer un servicio de cabotaje entre Guantánamo y Santiago, ya en España fundan la sociedad Antonio López y Compañía para el servicio entre Alicante y Marsella. En 1856 los astilleros de la Denny, en Glasgow, entregaron el encargo de varios vapores, entre ellos el “Alicante” de 4.670 Toneladas de arqueo bruto y 700 caballos de potencia. En 1861 tras adjudicársele el servicio a las Antillas se traslada la gerencia de la empresa a Barcelona, donde años mas tarde se fundó la Compañía Trasatlántica. El Alicante cumplió con eficacia sus travesías por medio mundo, utilizado en la línea de las Antillas, en la Barcelona-New York con escala en nuestra ciudad, en la línea a Cuba-Rio de Janeiro-Buenos Aires. Fue fletado por otra compañía para la línea Bristol-Manila o para conectar Fernando Poo, Filipinas, Puerto Rico o la Isla de Guam con la metrópoli.


Tras la misteriosa y sospechosa explosión del acorazado Maine de la U.S. Army en La Habana se produce la declaración de guerra por parte de los Estados Unidos hacia España, durante esos años la Marina Mercante española y sus hombres más destacados fueron eficaces colaboradores en las peripecias de la contienda, suministrando material de guerra, víveres, correos y noticias, forzando bloqueos con extraordinaria pericia, e incluso participando muy directamente en situaciones críticas, como el caso del capitán del vapor Alicante, de la Compañía Trasatlántica, Antonio Genis, que consiguió salvar el bloqueo en el puerto de Fort de France, en la Martinica francesa. No sólo proporcionó noticias directas de la situación al jefe de la flotilla de contratorpedos, Fernando Villamil, comisionado por el almirante Cervera, sino que le ayudó a escapar de aquel puerto contraviniendo la prohibición del gobernador, facilitándole luces desde sus propios botes. El gesto de Genis, asumiendo riesgos y la expectativa de quedar internado en Fort de France, fue muy valorado, aunque no sea sino uno de los muchos exponentes de la meritoria actuación de la Marina Mercante española en el conflicto del 98.

Fue destinado a la línea Barcelona-New York hasta que terminada la primera Guerra Mundial fue fletado por el gobierno de los EE.UU. para el traslado de las tropas que habían luchado en Europa en la Primera Guerra Mundial. Fue desguazado en Génova en 1928.

El Barón de Satrústegui dirigía sus negocios mientras su esposa la baronesa reposaba en nuestra ciudad, y es a ella a quien dedicaremos el próximo episodio de estas historietas curiosas que llevaron el nombre de Alicante por todo el mundo y que hicieron que todas estas historietas de heroes, barcos, batallas y guerras se relacionaran de algún modo con nuestro Paseíto.

05 marzo 2007

EL "MINI" ESTADIO JOSÉ RICO PÉREZ

Hablando de fútbol, vemos esta imagen del estadio alicantino en 1975. Llama la atención dentro del campo la grada del mundial, que aun no había sido construida, el cemento de las gradas y los focos del estadio, que son los que actualmente iluminan el polideportivo de San Juan.
En los aledaños del campo se ve mucho descampado hacia San Blas, tan solo estaba un edificio de viviendas en la calle Hondón de los Frailes junto al Gabinete de la Generalitat.
Hacia el Monte Tossal, el pabellón del Calpisa, el Hipódromo y la pinada mas frondosa que hoy en dia y al fondo el Riscal, la escuela de magisterio y el sur de la ciudad. En primer termino las casitas junto a la iglesia de San Pablo. Hay que ver lo que hacen 30 años... de aquí a 70 mas, todos calvos...

Puedes localizar el Estadio José Rico Pérez en nuestro Mapa de Panoramio.

04 marzo 2007

POLOP

La Baronía de Polop tiene un pasado lleno de historia y leyenda, donde se funden las culturas árabe y cristiana. La caricia del agua y un microclima especial han permitido el milagro de este pueblo blanco que se alza, oloroso de azahares, en el centro de un oasis de verdes infinitos al pie del monte Ponoch. Su bellísimo paisaje y la amabilidad de su clima, unidos a la singular característica de ofrecer un remanso de tranquilidad a muy pocos kilómetros del bullicio del litoral, convierten a Polop de la Marina en un lugar excepcional dentro de la oferta turística de la Marina Baixa.
El término municipal de Polop de la Marina se encuentra al norte de Benidorm. El acceso más habitual es por la carretera que comunica Benidorm con Callosa d'Ensarriá.
Los accidentes geológicos más importantes del municipio son la sierra del monte Ponoch y los barrancos que discurren hacia el este, el monte Ponoch (1.181 m) queda situado al oeste de Polop. Se trata de una sierra áspera y rocosa, de empinadísimas pendientes, cubierta de largos canchales y formidables peñascos y paredes que acentúan su esquivez.
Constituye un macizo orientado de este a oeste. La umbría está poblada de pinares y carrascas, y mantiene una continuidad con la sierra del Puig Campana. En las zonas de menor altura predominan los cultivos de almendras y olivos y en el valle los cítricos, nísperos, mango y caquis.
Desde el punto más alto de la población, donde se ubicó por un tiempo el cementerio municipal, llamado por Gabriel Miró, huerto de cruces, se pueden observar restos de la que fue la muralla medieval de origen almohade, del Siglo XII.
Durante nuestra ascensión al castillo estaremos recorriendo el Via Crucis, tan visitado durante la Semana Santa, a la vez que admiramos el paisaje que rodea al municipio.
A lo largo de la ascensión hacia el casco antiguo podemos admirar la antigüedad de sus calles y la belleza arquitectónica de sus casas antiguas. Como es el caso del Sótano Medieval. Esta antigua casona, hoy habilitada como museo, recoge una valiosa colección privada (D. Manuel Ribera) de objetos antiguos: cerámicas de todas las épocas, juguetes y muebles antiguos, piezas arqueológicas, etc.
En la alfarería Torregrossa, podrán ser testigos de la creación de piezas cerámicas hechas a torno artesano, y decoradas a mano. Se trata de una empresa familiar que a través de los métodos tradicionales en alfarería reproduce hermosas piezas cerámicas cuyo origen se remonta a la Edad Media

Datos obtenidos de la página web: Gent de Polop
Muchas gracias a sus responsables

Puedes localizar Polop en nuestro Mapa de Panoramio

03 marzo 2007

EL MERCADO DE BENALÚA

Fue el nueve de enero de 1900, cuando se expidió el certificado definitivo de recepción de las obras de traslación y elevación del llamado mercado de García Calamarte, al barrio de Benalúa. El documento está firmado por Antonio Martínez Torrejón, presidente de la comisión municipal de ornato, por José Guardiola Picó, arquitecto del Ayuntamiento, y por José María Olmos Limiñana, contratista de tales obras.
La operación se reducía, a demoler el antiguo mercado y trasladar los materiales a su nuevo emplazamiento y a elevar «en la plazoleta plantada de pinos que da frente a la carretera de Alicante a Ocaña, en el barrio mencionado», la plaza de abastos. La barriada populosa de Benalúa requería aquel servicio.
La subasta de aquel traslado, se dio a conocer por toda la ciudad a través del pregonero Palazuelo Estrada. En la fecha establecida, se recibieron tan sólo dos pliegos cerrados. El primero de los cuales contenía tan sólo una hoja en blanco; y el segundo, una cédula personal a nombre de José María Olmos Limiñana, y la carta que acreditaba el hecho de haber depositado cuatrocientas treinta pesetas, para optar así a la subasta. Se le adjudicó, con carácter definitivo, el seis de mayo de 1899.
El mercado de García Calamarte se instaló en la Plaza Nueva -antes de Santa Teresa y después de Hernán Cortés- seis años antes, en atención al concejal del mismo nombre. Después, terminaría en Benalúa.

Puedes localizar el Barrio de Benalúa en nuestro Mapa de Panoramio.

 
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